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Vídeo: Sánchez llama a Podemos y C's al cambio - ATLAS

El líder del PSOE maniobra para frenar a Susana Díaz en el Comité Federal

Los barones confían en tener mayoría para impedirle tanto gobernar como un congreso

Madrid Actualizado: Guardar
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En el espectáculo del gato (los barones) corriendo tras el ratón (Pedro Sánchez) que vive el PSOE, la militancia se ha situado mayoritariamente del lado del ratón porque no le gusta ver a Mariano Rajoy animando al gato a cazarlo para seguir en La Moncloa. Y a tal punto de emoción ha llegado la trama que la parte más vehemente del «sanchismo» se ha subido al escenario, como en los musicales interactivos de «La Cubana», dispuesta a liarse a garrotazos con el gato en el Comité Federal del 1 de octubre.

Esto último no es una licencia poética; ayer corría como la pólvora en Twitter el siguiente llamamiento: «La militancia tendrá que ir a Ferraz a apoyar a nuestro secretario general.

Nosotros también tenemos algo que decir el día 1. NO podemos estar dentro... pero estaremos fuera!».

En medio de ese clima irrespirable por «encanallado» que describen los críticos, no hay debate sosegado posible sobre si abstenerse para que gobierne Rajoy, como pretenden Díaz, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Fernández, Javier Lambán o la «vieja guardia», con Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Almunia a la cabeza. Todo lo que no sea apoyar el intento de Pedro Sánchez de formar un gobierno «transversal»con Podemos, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y la ex-Convergència, con la abstención de ERC, es interpretado como una «indignidad», denunciaba anteayer Alfonso Guerra.

La «huida hacia delante»

Eso es lo que ha permitido al líder socialista arriesgarse en la recta final de la campaña electoral vasca y gallega a desafiar a los barones, desdiciéndose incluso de su palabra por partida doble: dijo que no iba a postularse para ser investido y que el 39 Congreso sería pospuesto desde primeros de año para cuando hubiera gobierno... «¿Por qué emprende esta huida hacia delante? Porque tiene que tapar el mal resultado en las elecciones vascas y gallegas que se va a producir hoy», señala a ABC uno de los críticos más significados.

Si se certifica el «sorpasso» de Podemos al PSdeG y al PSE en ambos parlamentos autonómicos, el líder socialista quedará muy débil y a merced del «doble golpe» que, según distintas fuentes del «sanchismo», preparan los barones: bien forzando la dimisión de la mitad más uno de la ejecutiva federal esta misma noche o mañana, lo cual arrastraría al líder, o bien impidiendo en el Comité Federal del 1 de octubre que Sánchez forme gobierno apoyado en los independentistas.

Sánchez se ha revuelto blindando su figura y el debate previo al cónclave del sábado. Por un lado ya ha hecho saber que solo piensa «informar» de sus contactos con Podemos y los nacionalistas, no pedir formalmente autorización —lo cual contraviene la resolución del 28 de diciembre que impide el pacto con el PP y con «los independentistas»— porque, de llegar a un acuerdo, lo someterá a consulta de la militancia el domingo 23 de octubre; y si ve que el debate entre los 250 miembros del máximo órgano entre congresos socialista se le tuerce, anunciará un congreso exprés y convertirá la consulta a las bases del 23 de octubre en unas primarias sobre su candidatura a la reelección como secretario general del PSOE.

¿Mayoría en contra?

A partir de ahí, todo puede pasar el 1 de octubre en Ferraz porque los dos sectores se atribuyen la mayoría de los 250 miembros que aproximadamente tiene el Comité Federal socialista. El secretario de Organización, César Luena, suele decir que su misión es controlar que el secretario general tenga respaldo para llevar a cabo sus políticas, pero en el estado de shock que vive el PSOE en estos momentos, eso no está nada claro; como no lo está, tampoco, que Susana Díaz y los críticos tengan ese control. Sí es mas probable que tuvieran esa mayoría en la Ejecutiva Federal para forzar la dimisión de Sánchez esta noche tras la debacle electoral (necesitan 17 miembros), pero no todo el sector contrario a Sánchez es partidario de una solución tan «drástica».

De momento, la presidenta andaluza guarda silencio, pero la línea de los críticos parece que va más por desactivar el 1 diciembre la doble amenaza de Sánchez: gobernar con los nacionalistas y congreso exprés. Porque, si la abstención en otra investidura de Mariano Rajoy u otro candidato del PP necesita cambiar la resolución del 28 de diciembre y Ferraz presume que el Comité Federal no se atreverá, los barones recuerdan que para que Sánchez gobierne con independentistas también hay que cambiar la letra y el espíritu del texto «y no lo vamos a permitir».

Lo que sí ha conseguido el secretario general del PSOE es pillar con el paso cambiado a quien puede ser su rival por el liderazgo en el 39 Congreso del partido, Si lleva adelante su amenaza de convertir el 23 de octubre en unas primarias orgánicas —el plenario del congreso sería del 2 al 4 de diciembre, en plena precampaña electoral para el 18 de diciembre—, a Susana Díaz le será muy difícil plantear batalla. Porque tiene que dejar arreglado el panorama y los equilibrios de poder en la Junta de Andalucía y en el PSOE-A, y no es fácil.

Revés para Vara

Mientras tanto, siguen las tomas de posición. Ferraz ha conseguido abrir brecha en territorios hostiles. Por ejemplo, la iniciativa de change.org pidiendo a los barones que dejen trabajar a Sánchez tiene su origen en Málaga, entre el sector que se opone a Díaz. Lo mismo que en el PSOE de Granada, donde el excandidato a la Secretaría General del PSOE por Izquierda Socialista y rival de Sánchez en 2014, José Antonio Pérez Tapia, tiene fuerte predicamento. Y ayer el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, sufrió un revés simbólico pero muy significativo porque César Luena lleva meses intentando articular un sector crítico con sus posiciones. El Comité Provincial de Juventudes Socialistas de Cáceres aprobó una resolución, con el 93,5 por ciento de los votos, en contra de facilitar un gobierno del PP y a favor de que el PSOE explore la posibilidad de un acuerdo para formar un Ejecutivo de carácter progresista.

La resolución, titulada «La abstención no es la respuesta» -Vara es el más activo en pedir que el PSOE deje gobernar al PP-, consta de cuatro puntos. En el primero muestran su oposición a cualquier acuerdo que pueda facilitar un gobierno del Partido Popular. A continuación, instan al PSOE «a buscar posibles vías de acuerdo para lograr la constitución de un gobierno de cambio progresista que recupere los derechos perdidos durante los últimos años». Además, transmiten a las direcciones del PSOE y de las Juventudes Socialista de España —el secretario general, Nino Torre, está con los críticos— su deseo de que se escuche a la militancia en un «debate abierto» sobre este asunto.

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