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Miguel Bernad, líder de Manos Limpias, en una imagen de archivo - ABC
Audiencia Nacional

El líder de Manos Limpias, en libertad bajo fianza de 50.000 euros

El juez Pedraz considera que ha disminuido el riesgo de fuga y que las investigaciones sobre la supuesta red de extorsión a bancos y a empresas están muy avanzadas, por lo que «difícilmente» podría ocultar pruebas

Madrid Actualizado: Guardar
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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha dejado en libertad bajo fianza de 50.000 euros al secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernad.

El magistrado considera que ha disminuido el riesgo de fuga que pesaba sobre él y ha valorado también el estado de la investigaciones, ya muy avanzadas. Aun así, el líder del sindicato, en prisión por su implicación en una supuesta red de extorsión a empresas y bancos que dirigía Luis Pineda, presidente de Ausbanc, tendrá que hacer entrega de su pasaporte y comparecer semanalmente en el juzgado o en el del domicilio que fije.

En su auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional señala que siguen existiendo indicios de los delitos imputados a Bernad, pero el tiempo que ya lleva en prisión preventiva y su estado de salud le permiten tomar esta decisión en este momento.

Pedraz apunta, además, que, dado lo avanzado de la instrucción, «difícilmente» podría ocultar pruebas. No ocurre lo mismo con el otro investigado, recuerda el juez, en referencia a Luis Pineda.

Tanto Pineda como Bernad se encuentran en prisión provisional desde el pasado 18 de abril, imputados por fraude en las subvenciones, estafa y administración desleal.

El Ministerio Público tiene indicios de que Pineda (Ausbanc) conformó junto a Bernad (Manos Limpias) desde hace años una trama dedicada a extorsionar a entidades bancarias a cambio de no iniciar acciones legales contra ellas en los tribunales. Exigían a las entidades sumas de dinero también a cambio de no difundir sobre ellos informaciones negativas.

Según el fiscal, además de extorsionar a los bancos, obtenían fraudulentamente subvenciones y ofrecían «la retirada de la acción penal en algunos procesos previa exigencia de importantes cantidades de dinero», actividades que desarrollaron «de forma organizada y prolongada en el tiempo».

El pasado mes de octubre Bernad obtuvo un permiso de una semana para visitar a su madre, de 104 años y con un delicado estado de salud. Fue la segunda vez que abandonó el centro penitenciario desde que ingresó en él. La primera fue poco tiempo después de entrar para someterse a una intervención por un desprendimiento de retina.

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