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Jordi Pujol y Marta Ferrusola llegan a la Audiencia - JAIME GARCÍA

Jordi Pujol se agarra a la tesis de la herencia

Pujol ha quedado en libertad sin medidas cautelares tras declarar durante tres horas en la Audiencia Nacional

El expresidente de la Generalitat se desvincula de los negocios de su primogénito

Madrid Actualizado: Guardar
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El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha quedado en libertad sin medidas cautelares tras declarar durante tres horas y media. Durante su comparecencia, Pujol ha vuelto a escudarse en la tesis de la herencia de su padre para explicar la fortuna que ocultó en el extranjero durante 34 años, como confesó el 25 de julio de 2014. Pujol padre, que llegó tranquilo a la Audiencia Nacional a las diez menos cuarto de este miércoles, ha mantenido la misma explicación que aportó en los juzgados de Barcelona, una versión que el juez José de la Mata no se cree y ya ha calificado de «mero relato» sin pruebas.

Tranquilo y lúcido, el expresidente catalán ha asegurado ante las preguntas del juez que no vio el momento de desvelar el dinero que ocultaba a Hacienda, entre su oposición al franquismo y su actividad política, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.

Jordi Pujol padre ha mantenido siempre que este dinero es fruto de una herencia de su padre Florenci, que falleció en 1980.

El que fuera presidente de la Generalitat durante casi 24 años también respondió por una cuenta abierta en Andorra por su hijo Jordi Pujol Ferrusola en el año 2000 con fondos supuestamente suyos. Al año siguiente, Pujol padre envió un documento al banco reconociendo que los fondos de dicha cuenta eran suyos. Hoy ha asegurado que dio tal paso para evitar que la exmujer de su hijo le dejara sin dinero en el proceso de divorcio que estaban viviendo, según fuentes jurídicas.

Pujol padre, un mito del nacionalismo catalán que ha visitado por primera vez la Audiencia Nacional para declarar como imputado por blanqueo de capitales, también se ha desvinculado de los negocios de su hijo primogénito, conocido como «Junior». El juez considera que Pujol Ferrusola recaudó comisiones irregulares a cambio de adjudicaciones de obra pública, un dinero que era enviado a cuentas en el extranjero y blanqueado por la familia. El magistrado entiende que el clan Pujol actuó como una «organización» con reparto de «roles».

Jordi Pujol ha llegado a la Audiencia Nacional a las 09.45 horas, acompañado de su abogado y de su esposa, también citada ante el juez. Pujol padre, vestido de traje, sin abrigo a pesar del frío, ha caminado varios metros por delante de su mujer, Marta Ferrusola. Se bajaron de un monovolumen en la madrileña calle de Génova.

Una organización criminal

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 destaca que los vínculos, las pautas «comunes» de comportamiento, la «asignación de roles» y el reparto de cantidades «multimillonarias» en función de los ingresos que recibían en cuentas bancarias «ocultas» en el extranjero y su «particular sistema de rendición de cuentas para controlar» esa distribución de fondos, revela la existencia de «un patrón de comportamiento reiterado durante años que apuntan elementos básicos de una organización cuyos perfiles definitivos están aún bajo investigación».

El magistrado relata que el primogénito del clan familiar, Jordi Pujol Ferrusola, y su exmujer, Mercé Gironés, son titulares en Andorra de varias cuentas corrientes cuya existencia negaron y de las empresas Iniciatives Marketing i Inversions, Project Marketing Cat, Active Traslation e Inter Rosario Port Services, que facturaron más de 11 millones de euros, no generaron ningún valor real añadido y su «única utilización fue canalizar capitales de presunto origen criminal para realizar inversiones y gastos en España y el extranjero».

Según señala, la pareja utilizó un entramado societario bajo la cobertura de «contratos simulados y facturas falsas» y sus cuentas recibieron traspasos de dinero que en algunos casos han sido identificados con personas que desarrollan una labor empresarial entroncada con el sector público en Cataluña.

Apunta como presuntos testaferros de Pujol Ferrusola a José de Alba Barnola, Antoni Zorzano Riera o Juan Manuel Rosillo Cerrejón, que le habrían permitido guardar abrir depósitos en México, Estados Unidos, Paraguay, Argentina, Panamá o Andorra.

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