El principal sospechoso de matar a Yéremi Vargas, Antonio Ojeda
El principal sospechoso de matar a Yéremi Vargas, Antonio Ojeda - ABC

La UCO investiga si el sospechoso de matar a Yéremi Vargas atacó antes a otros niños

Se han recibido varias llamadas en las que se dan nuevos datos tras difundirse su imagen

Madrid Actualizado: Guardar
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Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encargados del caso del niño Yéremi Vargas investigan si el sospechoso, Antonio Ojeda, de 56 años, apodado «el Rubio», cometió más agresiones sexuales a menores antes de su detención en febrero de 2015. En esa fecha un juez lo envió a prisión acusado de un ataque a un niño de once años cometido en 2012 también en Vecindario y que inicialmente fue archivado hasta que la UCO logró reabrirlo.

Pese al tiempo transcurrido los agentes tienen indicios sólidos de que la forma de actuar en ese caso y en el rapto de Yéremi fue la misma: ambos niños jugaban en la calle y al menos al segundo se lo llevó con engaños prometiéndole un regalo, táctica habitual de los pederastas. Por ese motivo y porque su perfil responde al de un individuo muy violento existe la convicción de que haya cometido otras salvajadas.

Uno de sus hermanos cumplió condena por violar a su propia hija y otro también tiene antecedentes por abusos.

Los agentes analizan las agresiones sexuales a menores sin esclarecer cometidas en la zona de Vecindario, donde vivía este sujeto y también las víctimas y en el resto de la isla. Hay que tener en cuenta que Antonio Ojeda se desplazaba en un Renault 5 Oasis aunque no tuviera carné de conducir, por lo que su radio de actuación podría ser bastante más amplio.

Chabola derruida

La búsqueda de pruebas que relacionen directamente al «Rubio» con Yéremi son muy complicadas por el tiempo transcurrido y sobre todo porque no se ha encontrado —y salvo sorpresa no se espera hallar— el cuerpo del niño desaparecido hace ya nueve años. Una de las posibilidades hubiese sido analizar el Renault 5 Oasis del sospechoso, el mismo que un testigo fiable refiere haber visto en los minutos en que desapareció el pequeño conduciendo en esa calle por dirección contraria. El turismo fue desguazado antes del ataque de 2012.

También, hubiese sido muy útil registrar la chabola en la que «el Rubio» vivía en el momento de la desaparición de Yéremi, pero hace tiempo que fue derruida.

En estas circunstancias la colaboración ciudadana puede ser clave para el avance de las pesquisas. De hecho, tras la noticia de que Antonio Ojeda tiene ya la condición de investigado —imputado, según la antigua denominación legal—, la UCO ha comenzado a recibir la llamada de algunos ciudadanos que le han identificado y quieren colaborar con la investigación.

Las fuentes consultadas por ABC aseguran que algunas no han aportado información relevante pero hay otras que sí son interesantes porque abren líneas de investigación. «Por mucho que policialmente se puedan tener algunas convicciones, lo cierto es que para conseguir las pruebas definitivas aún queda un largo camino por recorrer», sentencian las fuentes consultadas por ABC.

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