Dexter, entre dos vehículos de la Benemérita
Dexter, entre dos vehículos de la Benemérita - Jaime García

«Mi ilusión desde que llegué era ser motorista de Tráfico»

Dexter Lee Rodríguez Rodríguez, de la República Dominicana, llegó a España a los trece años; se convirtió en agente de tráfico a los 28

Madrid Actualizado: Guardar
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«En casi todas las intervenciones me preguntan:¿usted es de aquí? Les digo que no, que de un pueblo de Toledo. Claro que no les convence por mi aspecto». El agente de Tráfico Dexter, nacido en Puerto Plata (República Dominicana), soñó a los 13 años cuando aterrizó en España con pilotar una moto de la Guardia Civil como la que vio aparcada en una calle. A los 28, después de pasar varios años en el Ejército, decidió que había llegado la hora. El militar cumplió su sueño y pertenece al Destacamento de Tráfico de Madrid. Uno a uno desmonta tópicos y prejuicios. «Vine a prosperar y en eso me he empeñado. En seis días asistía al colegio como uno más, perfectamente integrado.

Llevé gorra en mi juventud, sí, pero no me veo vistiendo como un dominicano. Lo único que me gusta de allí es la comida. Odio la bachata», dice con convicción. Dexter no se relaciona con sus antiguos compatriotas: «Se han ido yendo al lado oscuro».

Casado con una cordobesa y padre de dos hijos, ahora estudia para acceder a la Universidad. No conocía a ninguno de los otros guardias del reportaje y escucha con atención cuando describen las bondades de pertenecer a un puesto de la Guardia Civil, donde él nunca ha estado. «Lo peor de Tráfico para mí es que empatizo mucho con la gente y a veces me ablando. Tampoco es agradable ese sambenito de recaudadores». Está de baja, prohibida la moto. Sin su moto casi se le borra la sonrisa.

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