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Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, al inicio hoy del Consejo Ciudadano Estatal de la formación morada - EFE

Iglesias contrapone las «diferencias» en Podemos con la imagen «patética» del PSOE

El líder de Podemos define como imagen «patética» y espectáculo «bochornoso» lo sucedido en Ferraz la semana pasada.

Madrid Actualizado: Guardar
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Pablo Iglesias está preocupado. Le aterra la idea de que Podemos se convierta en un partido normal. El debate que afronta el partido es cómo hacer compatible el trabajo institucional con recuperar su lado más pegado a la calle, de la mano de los movimientos sociales.

Esta mañana, durante un encuentro del Consejo Ciudadano estatal, el secretario general ha vuelto a dar muestras, como hiciese ayer, que considera que Podemos debe reforzar su trabajo en la calle. Lo que Iglesias llama «politizar el dolor» para «ir al lugar del sufrimiento» mediante la creación de «una estructura de cuadros que llegue al movimiento popular».

Iglesias considera «complementario» el trabajo en las luchas sociales y en las instituciones, pero dejando claro que en su opinión que el trabajo institucional es realmente efectivo «cuando se gobierna».

Y no en su posición actual. Incluso calificó como «limitado» lo que se puede conseguir desde una comisión parlamentaria. Y lanzó un mandato a sus representantes públicos: «Faltan cargos públicos de Podemos en los conflictos sociales».

El líder de Podemos ha planteado que «es fundamental estar dentro» de las instituciones pero que el partido debe debatirse «cómo no estar» y «resistirnos a la lógica a la que nos empuja». Oportunidades y riesgos. «Las instituciones se pueden convertir en una trituradora de la decencia», ha planteado Iglesias, que en este punto ha celebrado la decisión de su partido de «desde el respeto» «ha sido un acierto» que ante la invitación a los actos del 12 de octubre y a los premios Princesa de Asturias hayan decidido no acudir. «No tengo porque ir a ningún cocktail», ha señalado Iglesias, en referencia al 12O. Y que «no ayudamos a la ciencia de nuestro país estando allí».

Iglesias ha definido como «un debate de la vieja izquierda» el que debate sobre si el problema del partido es o no «manejar un tono o un estilo sobre lo institucional». El líder de Podemos cree que ese debate lo tuvo que tener la izquierda durante la Transición política pero que Podemos tiene que «perder el miedo a decir la verdad» porque «nuestra sociedad no tiene miedo».

«Imágenes patéticas» en Ferraz

Pero Iglesias ha comenzado su discurso por donde considera que debe discurrir el partido en el futuro inmediato. Y la apuesta es clara: ocupar el espacio político del PSOE.

«El PSOE va a hacer presidente a Rajoy. Y eso implica una resolución política como un cambio en el sistema de partidos», ha apuntado. Después de glosar lo que a su juicio fueron los logros del PSOE desde la Transición-«fue el partido que más se parecía a España»- ahora considera que es «el que más va a tener que cambiar consecuencia de esa crisis de régimen».

Iglesias ha definido como «imágenes patéticas» lo que sucedió en la calle Ferraz la pasada semana porque «discutían de algo que no es político» y ello pone de manifiesto «la decadencia de un proyecto político».

Pero el líder de Podemos no plantea que las resistencias en el PSOE sobre la abstención a Rajoy tuvieran que ver «con optar por Podemos, sino con cómo cortarnos el paso». «La primera fue subalternizarnos con un acuerdo conservador con la filial naranja del PP para convertirnos en un decorado parlamentario».

Iglesias reivindica así su apuesta por no apoyar el pacto Sánchez-Rivera, algo que generó debate y se situó como posible causa del fiasco electoral del 26-J. Lejos de eso, Iglesias se reivindica y reclama para Podemos toda la oposición al PP en caso de que el PSOE se abstenga porque eso «hace saltar por los aires ese reparto simbólico de posiciones» porque «es muy difícil que nadie se crea que PSOE y Ciudadanos sean oposición. La clave del temor que tenía el PSOE tiene que ver con la renuncia al espacio político que ocuparon durante 40 años».

Ese nuevo reparto de posiciones tiene «muchas implicaciones estratégicas», que enlazan con el debate sobre cómo debe ser la presencia institucional del partido. «Se tiene que notar que nosotros somos otra cosa» en contraposición al «espectáculo bochornoso de hace una semana».

Y eso tiene que ver también sobre cómo debe de crecer el partido. «Ese modelo que adoptamos en Vistalegre ahora tiene más que ver con asentarnos en lo social. La batalla fundamental es en la sociedad civil».

Iglesias ha negado que en Podemos exista «un debate entre moderados y radicales. Entre calle o institución», y ha asegurado que no hay diferencias «por quién ocupa los cargos pero sí posiciones estratégicas».

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