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Pablo Iglesias, secretario general de Podemos - EFE

Iglesias refuerza su liderazgo interno y prepara a Podemos para ser la única oposición

El partido escenifica el liderazgo del secretario general en un acto a su medida

Madrid Actualizado: Guardar
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El diálogo se convirtió en mitin y Podemos reivindicó ayer a Pablo Iglesias como su único líder posible; él, a su vez, se proclamó como el auténtico jefe de la oposición frente al Patido Popular, «porque el PSOE va a elegir entregar el Gobierno de España al PP». En el cine Palafox de Madrid, Podemos preparó un acto a la medida de su secretario general, quien planteó que el gran reto que afronta Podemos «es asumir el espacio que nos han entregado. Estamos preparados para ser oposición» a los populares.

Iglesias piensa que esa decisión «del que fue el partido más importante dela historia de España» define y determina los debates futuros que debe tener Podemos, porque «ni PSOE ni Ciudadanos» pueden venderse como oposición al haber renunciado a ella tras declararse «partidarios de la restauración, los que van a hacer presidente a Mariano Rajoy».

Tras el fiasco electoral del 26 de junio, en el que la suma de Podemos e Izqquierda Unida perdió un millón de votos respecto a diciembre, el partido entró en una época convulsa, escenificada por los dos modelos de organización que representan Iglesias y el secretario político, Íñigo Errejón.

Más Podemos que nunca

Cuando el partido afronta un debate crucial sobre su futuro, que cristalizará en una Asamblea en el primer trimestre de 2017, Iglesias ha ido tejiendo poco a poco alianzas que le permitieron hacerse ver como el líder indiscutido en Podemos, pese al alto grado de conocimiento y apoyos que recaba Errejón.

Pero los movimientos de Iglesias están encaminados a proteger su posición. Primero, con una alianza estratégica con la antigua Izquierda Anticapitalista que le hace partir en posición ventajosa para la pelea de renovación de cúpulas que se sucederá de aquí a un mes en tres comunidades autónomas. La más importante, la Comunidad de Madrid, donde el errejonismo tiene la baza de Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid, y cargos tradicionalmente encuadrados en el «pablismo», como Tania Sánchez.

Fruto de esa primera alianza, Iglesias ha empezado a hacer bandera de las propuestas a las que él mismo derrotó en la Asamblea fundacional: las que defienden una organización más horizontal, con mayor peso de los círculos y que plantea incluso que en la dirección debe limitarse la entrada de cargos públicos. Iglesias ha hecho suyas todas esas consignas, y eso le ha llevado a una comunión con las bases del partido. «Nosotros somos más Podemos que nunca», defendió en un acto que aunque estaba pensado como un diálogo con los círculos ocupó casi todo su tiempo en un discurso del secretario general.

Iglesias hizo bandera de un discurso que le blinda ante la militancia: «En el Podemos que tenemos que construir los cargos públicos no mandan». En el debate entre si Podemos debe centrarse en el trabajo institucional o la presencia en la calle como un movimiento de contrapoder, Iglesias destacó que «nadie» en el partido considera que haya que estar solo en un lado o en otro, pero inclinó claramente la balanza hacia un Podemos conectado con los movimientos sociales como instrumento conjunto de contestación. «Los poderosos no temen que haya una minoría en el parlamento», exclamó Iglesias, que viéndose reforzado quiso ser condescendiente. «Todas las ideas tienen espacio en esta organización».

Sumar a los que faltan

Frente a la obsesión de Errejón de construir un partido «solvente» en el ámbito institucional, Iglesias fue ayer muy claro al respecto al desdeñar en parte la importancia del trabajo en las instituciones cuando aseguró que «nuestros diputados no pueden estar más preocupados por su trabajo en las comisiones que por estar presente en los movimientos sociales». «Las instituciones son fundamentales cuando gobiernas, pero cuando no gobiernas se corren muchos riesgos».

El líder de Podemos cree que «ser transversal no es parecerse a los demás partidos», y en un claro mensaje a Errejón volvió a defender la alianza con Izquierda Unida.

En el debate de cómo «sumar a los que faltan», expresión muy propia de Errejón, el líder de Podemos volvió a defender un Podemos más auténtico frente a los intentos de moderación, ya que «a veces parecía que nos disfrazábamos». Iglesias cree que para ser más «hay que resultar creíbles» y «arremangarnos para ser un partido de militantes».

El modelo de partido que defiende Íñigo Errejón pretende trasladar una imagen más amable. El secretario político lleva días tratando de templar los ánimos y vendiendo como perfectamente compatible un Podemos que funcione de manera solvente en el campo institucional con el que se centre en actuar desde la sociedad civil en alianza con los movimientos sociales. El secretario político no va a abrir ahora un debate por el control del partido ni por imponer sus tesis, porque si bien tiene seguidores no son mayoritarios. Ayer Podemos dio muestras de que el modelo de partido puede ser cuestión debate, pero no quién lo lidera.

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