PROPUESTAS DE ABC PARA LA CAMPAÑA DEL 20-D

Hacia un sistema sanitario sin fronteras autonómicas

La asignatura pendiente del próximo Gobierno es lograr un modelo equitativo sea cual sea el lugar de residencia

Madrid Actualizado: Guardar
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Puede ser español, contar con una tarjeta sanitaria y tener diferente acceso a tratamiento, según sea su lugar de residencia. La sanidad pública defiende el carácter gratuito, equitativo y accesible para quien disponga de un documento que le acredite como beneficiario del Sistema Nacional de Salud (SNS), pero en la práctica las comunidades autónomas ponen barreras para atender a enfermos de diferentes comunidades, casi como si fueran residentes extranjeros. Todos tenemos anécdotas, la vez que se acudió a la farmacia de otra comunidad con una receta expedida por otro sistema de salud y que no se admitió como válida, la vacuna que no se puso, o la vez que intentó sin éxito acceder al especialista de otra autonomía.

El código postal también puede ser decisivo a la hora de recibir un fármaco de alto coste como los que se necesitan para el cáncer o el tratamiento de enfermedades complejas.

La Sanidad pública garantiza la misma atención a todos los ciudadanos, vivan donde vivan, pero en la práctica ese principio de igualdad no siempre se cumple. Un enfermo puede recibir un fármaco más avanzado, según la autonomía donde resida, la ciudad o incluso el hospital que le trate. El Ministerio de Sanidad decide los medicamentos que se financian. Sin embargo, son los Gobiernos regionales -de cuyas arcas sale el dinero para pagarlos- y las gerencias de los hospitales los que tienen la última palabra.

Desde que se transfirió la sanidad a las comunidades autónomas se han hecho esfuerzos para mantener la cohesión del sistema. «El fin del Insalud fue como la explosión del big bang y ahora estamos intentando volver a unirlo», explica Agustín Rivero, director de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han dado pasos decididos para mejorar la cohesión, aunque aún no se ha logrado al cien por cien. «Yo diría que lo hemos conseguido en un 90%», asegura Rivero, quien defiende los logros de esta legislatura aunque reconoce los problemas de las comunidades para gestionar los recursos .

Una de las claves de la cohesión pasa por conectar el sistema de información sanitario. Es decir, que la historia clínica de un paciente de Madrid pueda consultarse en el ordenador de un hospital de Barcelona o Bilbao si es atendido allí. O que un andaluz pueda acudir con su tarjeta sanitaria a una farmacia valenciana y recibir los medicamentos financiados gracias a su receta electrónica. Para que eso ocurra aún falta tiempo. La receta electrónica está más extendida, aunque para contar con una historia clínica digital común habrá que esperar más.

Un nuevo real decreto espera resolver en breve los problemas que sufren las poblaciones limítrofes, con hospitales de la comunidad vecina más cercanos a su residencia que los de la suya propia. La nueva normativa ha establecido un cálculo por paciente, para que puedan facturarse entre comunidades.

Prestaciones de lujo

La inequidad continuará con el acceso a tratamientos costosos que a veces obliga a algunos enfermos a engañar al sistema, empadronándose en domicilios ajenos. O con el sistema de vacunación o nuevas prestaciones. ¿Por qué un ciudadano del País Vasco tiene acceso a tratamientos dentales o algunas vacunas son gratuitas mientras cuestan en otras? La inequidad existe y no solo para los inmigrantes «sin papeles». El otro gran asunto pendiente para el próximo Gobierno. Alfonso Alonso planteó devolver la asistencia sanitaria completa con un documento acreditativo, pero en la práctica esa atención no se ha homologado y solo algunas comunidades la prestan.

OCHO IDEAS PARA MEJORAR

Reforzar la atención primaria y la enfermería

El sistema sanitario debería pivotar en estos dos escalones de la atención para conseguir que el paciente acuda con menos frecuencia al hospital para procesos menores.

Cambiar el modelo de atención de enfermos crónicos

La asistencia de enfermos crónicos en un país cada vez más envejecido es una de las asignaturas pendientes más graves de nuestro sistema sanitario. La monitorización a distancia con herramientas de telemedicina, la atención ambulatoria y la utilización de centros especializados son algunas medidas prioritarias . También lo es la conexión del sistema de salud con los servicios sociales.

Hospitales a pleno rendimiento contra las listas de espera

Un enfermo espera, de media, tres meses (87 días) para entrar al quirófano. La situación de los quirófanos ha mejorado respecto a 2009 pero se eleva el tiempo de espera para acceder a una prueba diagnóstica y a la consulta del especialista. Todos estos indicadores son los que más tensan el sistema. La solución pasa por una utilización plena de los hospitales, a menudo cerrados (salvo para urgencias) a partir de las 3 de la tarde. Con consultas de mañana y de tarde y con quirófanos funcionando desde primera hora a la tarde

Médicos mejor pagados y no por igual

El médico debería tener una retribución apropiada para poder trabajar, si lo desea, de forma exclusiva y horario de tarde. Las soluciones como las peonadas son negativas para el sistema sanitario. La mayoría de los médicos que trabajan para la sanidad pública son funcionarios y cobran en función de categoría profesional pero con este sistema no se premia a quien destina más tiempo a investigación, es valorado por sus pacientes o consigue atraer ensayos clínicos para su hospital. Premiar con más salario a los que tienen un plus en dedicación es una vieja reclamación de la Organización Médico Colegial que aún no ha cuajado.

Historia clínica y tarjeta sanitaria común para todo el territorio

La historia clínica de un paciente de Extremadura debería poder consultarse en un hospital catalán, andaluz o gallego. De la misma manera que la tarjeta sanitaria debería ser un documento válido para recibir la medicación en cualquier farmacia del país. Recientemente se ha conseguido que la receta pública de un médico de una comunidad tenga validez en otra, pero la receta electrónica solo funciona dentro de cada territorio autonómica.

Acceso a fármacos de última generación

El acceso a los tratamientos más costosos, como los del cáncer, depende muchas veces de la comunidad donde viva el enfermo y del hospital que le trate. Así se genera una situación de desigualdad que se mide a veces en tiempo de vida.

Sanidad ¿universal?

El modelo actual excluye a las rentas más altas y a los inmigrantes en situación irregular que solo tienen garantizado el tratamiento a través del servicio de Urgencias. El actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, planteó cambiarlo y ofrecer un documento sanitario (diferente a la tarjeta) que dé acceso a los irregulares a los sin papeles y evite el turismo sanitario. Pero esta medida aún no se ha materializado.

Financiación finalista

La reforma del Sistema Nacional de Salud necesita una financiación adecuada y finalista, de manera que las comunidades autónomas solo puedan utilizar el presupuesto de sanidad a financiar los recursos sanitarios no a tapar otros agujeros de la comunidad.

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