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Javier Fernández, presidente de la Gestora del PSOE - EFE

La gestora se tomará meses para resolver los frentes socialistas

Pide «sosiego» tras la marcha de Sánchez porque no convocará un congreso rápido

Madrid Actualizado: Guardar
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La gestora socialista siguió ayer con estupor la comparecencia de Pedro Sánchez para anunciar su adiós momentáneo. Creen que hizo, exclusivamente por interés personal, mucho daño a un PSOE todavía abierto en carne viva y muy necesitado de «pasar página» de la que dicen etapa mas turbulenta en los últimos cuarenta años. El anuncio hecho por el exlíder socialista de que intentará volver paraliza ese pase de página, y esa es la razón por la cual el presidente de la gestora, Javier Fernández, se apresuró anoche en el patio del Congreso a responder a Sánchez que la gestora no solo no ha concluido su trabajo, sino que quedan meses.

Será un congreso de «reconstrucción», o incluso de «refundación» como dijo Sánchez, y «lo harán los militantes», aclaró Fernández, pero también de plantear ponencias y un proyecto de «renovación» o «reformulación de los discursos».

«En el momento en que todo esté listo, desde luego la Gestora no tendrá ningún interés en permanecer más tiempo», remachó, pero «ahora» no está «en condiciones» de dar «ninguna fecha».

No más «operación triunfo»

El PSOE necesita meses durante los cuales el órgano provisional se va a aplicar para preparar el «solar» en que se ha convertido el partido, a ojos de Fernández. «Demos por concluida la operación Triunfo que empezó en julio de 2014. Empecemos a tomarnos en serio a España y al PSOE», dejó escrito ayer en Twitter el presidente aragonés, Javier Lambán. Una frase que resume mejor que nada el sentir de quienes hoy mandan en el partido, él, Fernández, Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García–Page, entre otros. Creen que hay que poner fin al «populismo orgánico» que, dicen, ha practicado Sánchez en sus dos años de mandato con su continua apelación a la militancia «sin tener en cuenta que nuestros votantes no piensan lo mismo».

Para eso necesitan tiempo, que pase el clima emocional en el que ayer volvió a introducirles el exsecretario general. Van a preparar «con meses» un congreso que ya saben que no será la entronización sin más de Susana Díaz. A la mandataria andaluza le gustaría que no hubiera primarias –nunca le han gustado– pero ya sabe que, si no hay más rival, Sánchez estará allí para disputarle la secretaria general. Porque será difícil que el exsecretario general no obtenga los 9.500 avales (5% de la militancia) necesarios, cuando hay muchos miles de sus seguidores, jaleados por #MilitantesEnPie, firmando manifiestos por un congreso ya, como el que apadrina el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez.

Paradójicamente, de todo ello puede acabar siendo Patxi López el más beneficiado, porque tanto Sánchez como Susana Díaz se neutralizan entre sí, a ojos de muchos dirigentes no implicados directamente en la batalla orgánica que se libra en el PSOE desde hace dos años. Incluso Eduardo Madina, diputado como Patxi López, puede jugar un papel importante aunque él asegure a todo aquel que le quiere oír que su tiempo ya pasó en las primarias que perdió ante Sánchez el 13 de julio de 2014.

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