poster Vídeo
Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, ayer en Oviedo - Efe

La gestora del PSOE ni se plantea consultar la abstención a las bases

Las declaraciones de los acusados en Gürtel complican el viraje del Comité Federal desde el «no» a Rajoy

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, se le veía el miércoles cara de circunstancias en el Palacio Real. No es para menos. Sabe que, aún cuando la percepción fuera del partido es que la abstención en la investidura de Mariano Rajoy está «hecha», puertas adentro la realidad es bien distinta.

En las agrupaciones el «no» está arrasando y si la abstención se impone finalmente en el Comité Federal del 23 de octubre volverá a ser vista internamente como una maniobra en las alturas, igual que la defenestración de Pedro Sánchez el 1 de octubre; y eso provocará un divorcio entre militancia y barones, y entre estos, que tardará años en ser superado.

A Fernández le preocupa que esté calando el relato sanchista de que la renuncia al «no» solo puede ser aprobada en una consulta a los 180.000 afiliados.

Va en contra de su concepción no asamblearia del PSOE, que quiere recuperar -ayer volvió a recordar que la decisión «se saldará» en la cita del máximo órgano-, pero no puede evitar que siga fresca en la retina la consulta que el exsecretario general hizo el 23 de febrero para ratificar el acuerdo con Ciudadanos.

Aunque la gestora quisiera convocar una consulta similar, que no es el caso, ya no hay plazo. Al día siguiente del Comité Federal, lunes 24, el Rey iniciará la ronda de consultas decisiva, que llevará a Fernández a La Zarzuela el martes 24. Y esto es precisamente lo que el sanchismo y los principales barones críticos le afean.

Se lo dijo en un vis a vis la presidenta balear, Francina Armengol, el miércoles en el Palacio Real, y ayer volvió a la carga: igual que el acuerdo de PSOE con C’s se sometió a la militancia, ahora «si alguien cree que el PSOE tiene que facilitar un gobierno con el PP también debería someterlo».

La misma idea que repitió el secretario general de los socialistas castellano-leoneses, Luis Tudanca: hoy, dijo en relación a las revelaciones de Francisco Correa por el caso Gürtel, hay más razones que ayer «para votar que no a un Gobierno del PP porque el PSOE es la alternativa y tiene un modelo de país diferente». «La decisión más trascendente de los próximos años» no puede ser hurtada a los militantes, comentó Tudanca.

«Encrucijada» en el momento más difícil

La gestora es consciente de que el rosario de juicios al PP por corrupción no es la mejor tarjeta de presentación para defender su causa, y ayer se desplegó en los medios para intentar desvincular la investidura de eso.

Su portavoz, el andaluz Mario Jiménez, señaló que la decisión que tome el Comité Federal será «teniendo en cuenta todos los elementos». Y cuando se tome será de obligado cumplimiento para los 85 diputados del Grupo Socialista.

Desde el Congreso, portavoces de comisión, como el de Economía, Pedro Saura, o el de Empleo, Rafael Simancas, intentaron echar un capote a la gestora. Saura admitió que lo que se está viendo es que «había una trama de corrupción organizada», pero será el Comité Federal el que determinará la salida a la «encrucijada» del PSOE: ir a terceras elecciones o no.

Quien tiene claro que prefiere ir a elecciones es el exlendakari, Patxi López, que ayer avisó que no da «por hecho» que los socialistas se vayan a abstener en una investidura de Rajoy e instó al resto de los barones a pensar si sus votantes les apoyaron para «blanquear la corrupción» del PP. Aún así, señaló que, si el Comité Federal acuerda acuerda la abstención, todos deberían acatar esa decisión, porque, si no, dejarían de «ser un partido político».

López cree que el debate sobre la abstención se debería «haber hecho con más tranquilidad»; «desgraciadamente se tiene que hacer ahora más deprisa y corriendo».

El que ve esa abstención con tintes más dramáticos es el aspirante a la reelección como primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien ayer señaló que «la abstención dejaría al PSOE muy tocado, inhabilitado y dividido». «Si se quiere cambiar de opinión» sobre la posición que debe seguir el PSOE se tendría que consultar a la militancia ya que, como ha querido recordar, la última vez que se preguntó en el Comité Federal hubo una victoria del «no», recalcó Iceta.

Izquierda Socialista, la corriente minoritaria, también está muy activa. Su excandidato a la Secretaría General, José Antonio Pérez Tapias se preguntó en Twitter si al PP de la Gürtel «le va a dar paso el PSOE para que gobierne».

A su juicio, es un «patinazo» pasar «de puntillas» sobre la declaración de Correa. Tapias, que abandonó la reunión del 1 de octubre decepcionado por la actitud de ambos bandos, se ha mostrado desde entonces en Twitter muy crítico con el progresivo avance de la gestora hacia la justificación de la abstención. Por el contrario, ha aplaudido tanto a la presidenta del Gobierno balear como al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, por defender que hable la militancia.

Ver los comentarios