Lucía Figar, tras declarar en Audiencia Nacional en junio de 2015 por la trama Púnica
Lucía Figar, tras declarar en Audiencia Nacional en junio de 2015 por la trama Púnica - EFE
EL SUMARIO DE LA PÚNICA

Figar pagó con dinero público falsos usuarios de Twitter para que hablaran bien de ella

La Guardia Civil concluye que los trabajos de reputación online de la trama para la entonces consejera de Educación madrileña eran de «promoción personal y política» y empleaban «medios de cuestionable honradez»

Madrid Actualizado: Guardar
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Lucía Figar, que tuvo que dimitir como consejera de Educación de la Comunidad de Madrid en junio del pasado año, tienen un complicado futuro procesal. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incluido en el sumario de la operación Púnica concluye que las tareas por las que el «conseguidor» Alejandro Pedro cobró 80.000 euros de la Consejería para trabajos de reputación en internet estaban encaminadas a favorecer no a la institución sino a la imagen personal y la carrera política de Lucía Figar. Se trata de presuntos delitos de malversación, fraude en contratación pública y tráfico de influencias.

La empresa de De Pedro, Eico, manejaba 40 perfiles falsos de Twitter para elogiar a la entonces consejera de Educación y contrarrestar las críticas de otros usuarios de la red social.

Los agentes de la UCO consideran que este contrato público «servía a los fines de promoción personal y política de la consejera» y añaden que emplearon «incluso medios de cuestionable honradez personal y política». Se refieren «al uso de perfiles falsos de usuarios de redes sociales para contrarrestar al contrario, todo ello a cuenta de dinero público y superando el objeto declarado del contrato».

De Pedro, que trabajó para la Consejería de Educación entre los años 2011 y 2014, hacía informes mensuales sobre la actividad en internet en los que expresaba, sin tapujo ninguno, que tenía 40 perfiles falsos actuando en las redes. No solo eso, sino que también aportaba «una selección de comentarios generados por los usuarios que se gestionan desde Eico», según la documentación intervenida a la empresa. Uno de ellos tuiteó: «Acertada elección del nuevo presidente al seguir @luciafigar con educación, ha trabajado mucho por la Comunidad de Madrid Felicidades». El tuit es de septiembre de 2012, cuando Ignacio González sucedió a Esperanza Aguirre en la Presidencia de la Comunidad de Madrid y mantuvo a Figar como consejera de Educación.

Atacar al rival político

Otro escribió: «Excelente noticia @luciafigar sigue con Educación y asume Juventud y Deportes. Seguro que realizará un gran trabajo». La empresa Eico también se dedicaba a «desprestigiar a otras opciones políticas empleando fondos de su Consejería», según la UCO. De hecho, un correo interno de Eico, con fecha 14 de septiembre de 2011, desvela la estrategia para atacar al entonces ministro de Educación, el socialista Ángel Gabilondo. Bajo el título «dimisión de Gabilondo», un responsable de Eico dice a quienes manejan las cuentas falsas cómo deben pedir la dimisión del rival político: «Gabilondo está contra los recortes en Educación, y qué dijo cuando a él le recortaron un 7,5% el presupuesto. Nada». En esta línea, otro mensaje que debían tuitear era: «Menuda cara dura la de Gabilondo».

En el mismo correo sostienen que «el cliente nos solicitado con urgencia» que «interactuemos con todos los periodistas disponibles» para convencerles de que «hay una marea de gente que está cansada de estos profesores y sindicatos», en referencia a quienes se manifestaban contra las políticas de Educación de Figar. «En el seguimiento de la consejera en prensa hemos conseguido escoltarla en Twitter», termina el correo de los empleados de Alejandro de Pedro.

Además, la Guardia Civil sostiene que Figar «se habría concertado con el empresario Alejandro de Pedro para que éste fuera el beneficiario de la adjudicación reiterada de contratos públicos de supuesta búsqueda activa de información relativa a la Consejería de Educación». Los agentes añaden que «dicha descripción del contrato no resista a una lectura detallada de los informes de Eico, donde queda de manifiesto que el objeto del contrato era la reputación personal de la consejera y de su opción política».

Los investigadores sostienen que Figar estaba al tanto de la verdadera naturaleza de los trabajos, ya que hay correos en los que Alejandro de Pedro la «ponía al corriente». Empleados de Eico entregaban los informes mensuales y anuales al jefe de Prensa de la Consejería.

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