Pedro Sánchez en la comparecencia tras su reunión con Mariano Rajoy en el Congreso
Pedro Sánchez en la comparecencia tras su reunión con Mariano Rajoy en el Congreso - JAIME GARCÍA

Las escasas apariciones de Pedro Sánchez tras el 26-J

El líder del PSOE tan solo ha comparecido públicamente en cuatro ocasiones desde las últimas elecciones. La última de ellas para condenar el «abiero desafío» soberanista iniciado en Cataluña

MADRID Actualizado: Guardar
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Tal y como publicó ya ABC, la estrategia de Pedro Sánchez para encarar la votación de investidura ha cambiado radicalmente respecto a la que exhibió tras las elecciones del 20-D. Si el líder socialista se expuso ante todos los medios de comunicación posibles tras los comicios celebrados en 2015, después de los 85 escaños cosechados por su partido en las últimas votaciones ha optado por romper su silencio sólo cuando le ha parecido absolutamente indispensable.

Hasta este jueves, cuando está citado en La Zarzuela con el Rey, han sido cuatro las comparecencias públicas de Sánchez desde que los españoles volvieron a las urnas el anterior mes de junio. Su cambio de táctica comunicativa —que también ha significado un notable descenso de sus publicaciones en Twitter en relación a la puesta en marcha de la legislatura— no ha conllevado sin embargo una variación en la respuesta que le lleva dando tantos meses al Partido Popular: «No».

Al margen de estas cuatro intervenciones aisladas, ha optado por mantener su silencio en todo momento

En la más reciente de sus apariciones, este miércoles, el secretario general del PSOE salió a la palestra para pronunciar su manifiesto desacuerdo con la desconexión unilateral de España que han emprendido JxSí y la CUP, calificando sus acciones como un «abierto desafío» al Tribunal Constitucional.

El socialista probablemente no tenía previsto reaparecer públicamente tan pronto, pero se vio obligado a hacerlo por la precipitación de los acontecimientos en Cataluña, con un proceso soberanista que parece ir más en serio que nunca. Sánchez recordó que «en democracia no hay legalidad selectiva» y que la ley debe cumplirse siempre.

Para Sánchez, la decisión del Parlament reviste una «extraordinaria gravedad» y, por ello, ofreció su ayuda a Mariano Rajoy, presidente en funciones, para asegurar el cumplimiento de la legalidad vigente. Éste también aprovechó su última comparecencia pública para pedir que se acometa una reforma constitucional que avance hacia un modelo federal, algo que, según él, debería ser «uno de los compromisos ineludibles» que ha de asumir el nuevo Gobierno.

Tras el 26-J

Su primera y obligada aparición tras las elecciones, fue el mismo 26 de junio para el análisis de los resultados electorales. Pedro Sánchez inició ya entonces un recorrido peliagudo a medio camino entre evitar un gobierno de Rajoy y rehuir unos terceros comicios. En la sede de Ferraz, el socialista no hizo autocrítica alguna pese a obtener por segunda vez consecutiva los peores resultados de la historia del partido, y celebró continuar siendo la fuerza hegemónica de la izquierda al haber impedido el «sorpasso».

También vio la ocasión perfecta de recordarle a Pablo Iglesias que «tuvo la posibilidad de votar a un gobierno progresista y poner fin al gobierno de Rajoy», por si no le había quedado claro al líder de Podemos tras el debate a cuatro celebrado el 13 de junio.

Después de esto, Sánchez desapareció del mapa y se sumió en el silencio. La propia noche electoral, en la que se negó a contestar preguntas de los periodistas, ya fue un atisbo del giro de timón que realizó Sánchez respecto a su relación con los medios de comunicación.

Si tras el 20-D el líder de la oposición desfiló por Telecinco, El País, Onda Cero y por RNE y Antena 3 —estas dos ya en plena previa del 26-J—, una vez finalizada su comparecencia en Ferraz se esfumó de los medios.

En el Comité Federal

Fue en el Comité Federal del PSOE, el 9 de julio, cuando Pedro Sánchez quebró por primera vez su mutismo selectivo. Volvió a reiterar entonces la rotunda negación que ha dado a Rajoy cada vez que ha tenido oportunidad y se comprometió a «liderar la oposición».

Ante los suyos quiso también destacar el declive de Unidos Podemos que, bajo su punto de vista, es sinónimo de un «fortalecimiento del PSOE». Sánchez no se pronunció entonces sobre la posibilidad planteada por Iglesias de intentar la investidura con el apoyo de los partidos de izquierdas y los nacionalistas, pero tampoco aclaró cómo iba a evitar unas terceras elecciones y a la vez votar no a Rajoy.

Después de hablar con Rajoy

Por último, antes de su aparición de este miércoles, Sánchez concedió una rueda de prensa tras su encuentro con Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. El socialista se reunió con el presidente en funciones para hablar de la posible investidura del secretario general de los populares y trasladarle en persona los votos negativos que dará su grupo en una hipotética sesión.

Sánchez se presentó ante los periodistas con el discurso bien aprendido y el único matiz reseñable de dicha rueda de prensa fue el «a día de hoy» que pronunció el socialista en referencia a lo que votaría en la investidura de Rajoy, lo que levantó las especulaciones por una eventual abstención in extremis.

Al margen de estas cuatro intervenciones aisladas, Sánchez ha optado por mantener su silencio en todo momento y no responder a las presiones recibidas para asegurar la gobernabilidad de España. En su mano sigue estando la llave para terminar con el bloqueo político que sufre el país y evitar a los españoles acudir a votar por tercera vez en menos de un año.

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