Errejón asegura que «quedan flecos» de su candidatura pero la dirección da por cerradas las negociaciones

El diputado de Podemos critica la guerra de las primarias: «Nos hizo perder demasiado tiempo; no hacía falta»

íñigo Errejón y Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados JAIME GARCÍA

ALEXIS ROMERO

La crisis de gobierno de Cristina Cifuentes se ha colado en Podemos de una forma cuanto menos extraña. Antes del «caso máster», el partido tenía un precandidato claro – Íñigo Errejón – que a pesar de que se resistía a manifestar sus intenciones de forma pública contaba con el respaldo de Pablo Iglesias , con el que supuestamente había cerrado un acuerdo tras su enfrentamiento en la asamblea de Vistalegre II. Después de este episodio ya no hay certezas. No es una certeza que Errejón vaya a ser el candidato. Tanto él como las direcciones autonómica y estatal coinciden en que debe serlo, pero las diferencias en cómo debe serlo , es decir, cómo diseñar su candidatura, parecen estar alejando el acuerdo.

Tampoco es una certeza que tenga el respaldo de la dirección estatal, de la de Madrid y de Iglesias. Aunque se habla de la existencia de una suerte de pacto desde la asamblea ciudadana, los movimientos de las últimas semanas, forzando la candidatura de Errejón y amagando con partir las primarias en dos procesos, uno para elegir al cabeza de lista y otro para elegir al resto de candidatos, también han alejado un acuerdo que se daba por cerrado.

Ayer, el secretario de Análisis Estratégico de Podemos criticó el conflicto de las primarias , que en un primer momento afrontó amagando con dar un paso atrás en su candidatura. En un mismo mensaje, Errejón lanzó dos dardos: «Hay cosas que no deberíamos haber hecho. Perdimos mucho tiempo decidiendo si las primarias iban a ser como siempre, como dicen los reglamentos, o si se fabricaban ad hoc. Eso nos hizo perder demasiado tiempo. No hacía falta». De esta manera, el ex número dos de Iglesias cargaba contra las reuniones y decisiones del Consejo Ciudadano Autonómico de Madrid de las últimas semanas para definir de urgencia el modelo de primarias, por el momento político –crisis de Cifuentes– y la «pérdida de tiempo» por no afrontarlo haciendo oposición a la presidenta madrileña y centrarse en el tema de las primarias.

Pero también cargaba contra la primera propuesta de Espinar, aprobada en el Consejo, de dividir las primarias y, de esta manera «fabricarlas ad hoc» para Errejón. Desde un primer momento algunos afines al candidato interpretaron esta propuesta como un intento de evitar que el ex número dos de Iglesias ganara con su lista, por lo que dividir los dos procesos y descabezar el cartel dificultaba las garantías de que triunfara con su equipo.

También se metió de lleno el diputado en el «ni media tontería» de Iglesias, que con esta frase le advertía de las consecuencias de amagar con retirar su candidatura a la vez que le recordaba la máxima que repite desde su victoria en Vistalegre II: los trapos sucios se lavan en casa. «Ustedes ya saben que en mi opinión este no era el mejor momento para abrir un proceso de primarias. El foco debería estar más concentrado en lo que pasa en la Asamblea de Madrid y en la crisis del gobierno. Hay que trabajar más y mejor con los compañeros y no ir retransmitiendo cada uno de nuestros pasos . Si lo hacemos corremos el riesgo de hablar de nosotros mismos y no de lo que está sucediendo en la Comunidad», replicó.

Pero este no fue el punto de inflexión principal de Errejón, que durante estos días ha guardado silencio ante las cuestiones que la dirección de Podemos iba deslizando sobre sus exigencias. Hace unos días, desde el partido se deslizó que el candidato estaría reclamando tener voz ante la Junta Electoral, lo que le daría capacidad para decidir sobre las alianzas con otras fuerzas o las siglas bajo las que se presentaría en Madrid. El secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, le advirtió de que eso supondría de facto « retener la soberanía de los inscritos », que son los que eligen los órganos del partido que tienen voz ante la Junta.

No estar permanentemente en los medios

Sin embargo, fuentes cercanas al diputado aseguran que Errejón no ha pedido tener voz ante la Junta, y que las únicas diferencias que no se han superado todavía son las que tienen que ver con el equipo de campaña y la línea política que quiere seguir. El propio candidato aseguró ayer que todavía quedan «flecos» por cerrar y pidió que no se estén «comentando permanentemente en los medios» el avance de las negociaciones y las reivindicaciones de las partes.

« Estamos muy cerca de estar a la altura y hacer las cosas bien, y lo que nos jugamos es muy serio. Quiero ser extraordinariamente responsable, lo que significa que las posibilidades de llegar a un acuerdo, los flecos que nos faltan por acabar de coser para llegar a un acuerdo, no tienen que ser permanentemente comentados en los medios de comunicación. Lo que nos jugamos es mucho», comentó.

Sin embargo, fuentes de la dirección de Podemos aseguraron que ya se ha cedido todo lo posible en las negociaciones sobre la candidatura, que dan por cerradas. «Yo tengo hambre, tengo ganas y me veo en condiciones de liderarla, por eso tengo que trabajar con cuidado», zanjó Errejón.

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