Pedro Sánchez el pasado martes en el Congreso tras reunirse con Mariano Rajoy
Pedro Sánchez el pasado martes en el Congreso tras reunirse con Mariano Rajoy - Afp

Las elecciones vascas y gallegas dificultan la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy

Ciudadanos tiene apenas posibilidades de conseguir representación en las dos autonomías

Madrid Actualizado: Guardar
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Las elecciones autonómicas vascas y gallegas el 25 de septiembre han venido a complicar, aún más si cabe, el complejo panorama político nacional. Una eventual abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy se antoja difícil antes de esa fecha porque dejaría a los socialistas sin discurso electoral de alternativa al PP.

El PSE de Idoia Mendía mantiene en el País Vasco un acuerdo presupuestario con el PNV para sostener el gobierno del lendakari, Íñigo Urkullu, y no quiere, bajo ningún concepto aparecer de la mano de los populares en un momento de fuerte auge de Podemos.

No hay que olvidar que el País Vasco es, junto a Cataluña (En Comú Podem), la única autonomía donde los de Pablo Iglesias ganaron las pasadas elecciones generalesdel 26 de junio.

Pasaron del 25,98 por ciento del 20-D al 29,05 por ciento. El PNV quedó segundo perdiendo incluso escaño (se quedó en cinco diputados en el COngreso) y bajó del 24,72 al 24,91 por ciento; y el PSE-EE repitió los tres escaños, aunque con un escuálido 14,24 por ciento de voto.

Cualquier acercamiento al PP, máxime con un candidato potente a lendakari como es el todavía ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, haría que el PSE se diluyera con Mendía como candidata a lendakari, mucho menos conocida que Alonso.

Y Ciudadanos no lo tiene mucho mejor en esas elecciones. Su única posibilidad pasa por arrebatar a UPyD el único cargo que le queda, el de su diputado en el Parlamento Vasco por Álava y presidente del partido, Gorka Maneiro.

En cuanto a Galicia, la situación tampoco pinta mejor para el PSdeG y Ciudadanos. Los naranja solo tienen expectativa de obtener dos diputados, uno por la provincia de A Coruña y otro por la de Pontevedra, con un candidato a presidente de la Xunta todavía por fijar.

Pero quienes corren una seria amenaza son los socialistas gallegos. Tras la dimisión del secretario general, José Manuel Besteiro, por un asunto de presunta corrupción, la gestora presidida por Pilar Cancela no acaba de corregir el rumbo del partido.

El pasado mes de abril, ABC publicó una encuesta de GAD3 en la que se vaticina que el PP quedará cerca de la mayoría absoluta en esa comunidad (38 escaños) aunque bajaría de 41 a 36-38 diputados; el PSOE bajaría de 18 a 15-17 diputados y Podemos-En Marea lograría una horquilla de 14-16.

El temor de los socialistas y de Ferraz es que el "sorpasso" de Las mareas-Podemos sea una realidad porque el candidato socialista a presidir la Xunta, el profesor Xoaquin Fernández Leiceaga, no es tan conocido y además sería partidario de un acuerdo con los de Pablo Iglesias para desalojar al hoy presidente de la Xunta y candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijoo.

Algo en lo que no está de acuerdo el alcalde de Vigo y verdadero poder fáctico del PSdeG, Abel Caballero, partidario de volver al PSOE clásico de las esencias y no pactar con el populismo de izquierdas.

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