La división interna de ETA se agrava con la expulsión de los terroristas más radicales

El etarra pamplonés Patxi Ruiz anunció ayer que había sido expulsado de la organización terrorista por sus críticas a la línea oficial

Un hombre tapa con pintura una pintada a favor de ETA en Guernica, en el País Vasco REUTERS
Pablo Ojer

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«Recientemente la dirección de la Erakunde (máximo órgano interno de ETA) me ha informado de que he sido definitivamente expulsado». De esta forma, el terrorista Patxi Ruiz, condenado a 30 años de cárcel por el asesinato del concejal de UPN en Pamplona, Tomás Caballero, anunció ayer martes mediante un comunicado en una página web que había sido expulsado de la organización terrorista por sus postulados favorables a la violencia y sus críticas tanto a la dirección de ETA como a la línea oficial del autodenominado «Colectivo de Presos Políticos Vascos» (EPPK son sus iniciales en euskera).

Ya en julio de 2016, Patxi Ruiz criticó duramente «la actitud de acoso y persecución política que, desde la dirección de la Izquierda Abertzale oficial (es decir, Sortu) e stá siendo aplicada contra el denominado movimiento pro-amnistía y contra la represión ». Lo calificaba como de «caza de brujas».

También criticaba la línea oficial del colectivo de presos etarras (EPPK). « No me son válidas las decisiones tomadas por el colectivo en el contexto de un debate interno, injusto y fraudulento en sus formas y contenidos que, lejos de ayudar en nuestra debido cohesión interna sólo provoca más distorsión sobre la verdadera realidad que vivimos aquí dentro». Y también reprochaba la actitud de la dirección de ETA . «En mi nombre no vais a nombrar enemigos entre quienes también son hijos e hijas de este pueblo».

Por esta misiva publicada en la página web del movimiento pro-amnistía y contra la represión, más conocida con las siglas de ATA (Amnistia Ta Askatasuna, Amnistía y Libertad) en la que los terroristas se expresan libremente , Patxi Ruiz fue suspendido de militancia temporalmente. Más de un año después, la dirección de la organización terrorista ha decidido expulsarle.

De esta forma, Patxi Ruiz se une a otros nombres que también han sido expulsados por sus postulados próximos a retomar las armas como Iñaki Bilbao, que fue el primer terrorista echado de la organización por criticar el fin de la lucha armada . «La guerra se gana a tiros», expresó Bilbao en una carta el pasado mes de diciembre.

Más disidentes

Poco a poco van saliendo a la luz pública nuevas disensiones en el seno de los presos etarras. Otros terroristas como Jon Kepa Preciado o Daniel Pastor también han mostrado abiertamente su oposición a la línea oficial de los presos , que el pasado mes de mayo aprobaron acogerse a la legalidad española de forma individualizada para disfrutar de beneficios penitenciarios.

Las disensiones en el seno de la banda terrorista no se dan tan sólo en las cárceles. También en la calle se está produciendo una ruptura por parte de un sector , todavía minoritario, pero que ya ha llevado a la práctica la violencia.

El pasado 11 de marzo convocó en Pamplona una manifestación que terminó con graves disturbios y con ataques directos a la Policía. En aquellos incidentes se registraron cuatro detenciones. Y precisamente una de las críticas que Herritar Batasuna, brazo político del movimiento pro amnistía y contra la represión encabezado por los ex presos Fermín Sánchez y Jon Iurrebaso, ha realizado en los últimos días es que aquellos detenidos, igual que los agresores de Alsasua, no sean considerados como «presos políticos» .

Este mismo lunes, Herritar Batasuna publicaba un comunicado con un título más que significativo: «Sin amnistía no hay paz» . Y en él apuntaban que «luchar por la Amnistía, como hemos hecho siempre, es proclamar la legitimidad de nuestra lucha y denunciar constantemente la violencia de los estados opresores».

En torno a ATA

Fuentes consultadas recuerdan que al ser expulsados de la organización terroristas, estos disidentes ya no tienen que acogerse a las normas impuestas por la dirección de ETA y, sin embargo, sí que se están uniendo en torno a otro movimiento, Aministia Ta Askatasuna, más proclive al regreso a la violencia y que comienza a verse como una escisión real tanto de la organización terrorista como del movimiento político . Ellos mismos se autodenominan «Izquierda Abertzale Revolucionaria».

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