Los díscolos del PSOE renuncian a llevar la multa a los tribunales

Los ocho diputados del PSOE y los siete del PSC que rompieron la disciplina de voto y rechazaron la investidura de Mariano Rajoy no van a llevar a los tribunales la multa de 600 euros que les ha comunicado el Grupo Socialista.

Odón Elorza, Margarita Robles, Susana Sumelzo y Zaida Cantero, entre otros, se van a limitar a recurrirla ante el Comité Permanente del grupo porque «no está motivada», aseguran a ABC varios de ellos.

Saben que esa apelación interna será desestimada y aunque los tribunales podrían darles la razón -constitucionalmente no está reconocido el mandato de voto- aseguran que no quieren echar más leña al fuego.

De hecho, el ex alcalde de San Sebastián comentó ayer que la sanción, comunicada el miércoles antes del puente, a las siete de la tarde, no es justa y constituye «una expresión de ‘ordeno y mando’» por parte de la Gestora del PSOE que no «ayuda a calmar los ánimos».

«No vamos bien», dijo Elorza, si «un partido de izquierdas, en el siglo XXI, no reconoce el voto de conciencia» que, según ha remarcado, ya «viene recogido» en el artículo 33 del propio reglamento del grupo parlamentario socialista para «en situaciones excepcionales, como era ésta, y en cumplimiento de un compromiso electoral grave».

Siguen los movimientos internos

Por otro lado, siguen los movimientos internos de militantes en favor de la convocatoria del XXXIX Congreso del PSOE a principios de año, en lugar de esperar a junio, como quiere la gestora presidida por Javier Fernández, apoyado en esta intención por los principales barones del partido.

La veintena de plataforma pro congreso repartidas por todas las federaciones preparan un encuentro nacional -previsiblemente en Andalucía- que ha puesto nerviosa a la dirección provisional del partido.

Máxime cuando el exsecretario general Pedro Sánchez protagonizará mañana en El Entrego (Asturias), feudo de Fernández, su segundo gran acto de reaparición después del protagonizado en Xirivella (Valencia) el pasado 26 de noviembre ante un millar de militantes.

Sánchez va a estar acompañado por la diputada Adriana Lastra y la senadora María Luisa Carcedo, que formaron parte de su ejecutiva, y va a contar también con la presencia del poderoso sindicato minero SOMA-UGT.

En la gestora se critica a Sánchez sotto voce por acudir a territorios donde gobierna el PSOE, a «desestabilizar» a sus máximos dirigentes (Ximo Puig y Javier fernández) en la guerra orgánica que mantiene con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Ninguno de los dos ha declarado abiertamente su intención depresentarse a las primarias, pero muchos en el partido lo dan por hecho.