Detención Puigdemont
Alemania castiga con penas de entre diez años y prisión permanente revisable los delitos de alta traición
El artículo 81 del código penal alemán considera que comete un delito de rebelión quien intenta «separar una parte de un Estado»
El periplo de Carles Puigdemont por territorio europeo ha durado casi cinco meses y, ahora, parece haber llegado a su fin. La Policía alemana ha arrestado al expresidente de la Generalitat este domingo al mediodía en una autopista del país, donde entró a través de la frontera con Dinamarca. Sobre él pesaba una euroorden de detención que las autoridades alemanas han obedecido sin rechistar.
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Bélgica , país en que el político catalán parecía haberse atrincherado –eso sí, en una mansión de 500 metros cuadrados y 4.400 euros al mes en Waterloo–, no contiene en su código penal ningún delito equivalente al de rebelión , pero sí de malversación. Puigdemont podría haber sido arrestado allí por ese motivo y su hipotética pena habría sido menor. Solo si un juez belga hubiera considerado que el delito de rebelión encajaba en el de «coalición de funcionarios», habría sido detenido por sedición.
Códigos penales parecidos
En cambio, Alemania tipifica esta clase de delito de una forma muy similar a España. A Puigdemont se le acusa de rebelión y sedición , algo que en la nación germana corresponde a alta traición y se castiga con penas de entre diez años y prisión permanente revisable . Es por ello que en Alemania han visto base jurídica suficiente para detener y entregar al expresidente.
El artículo 472 del Código Penal español recoge que «son reos del delito de rebelión los que se alzaren violenta y públicamente» para, entre otros objetivos, «declarar la independencia de una parte del territorio nacional» (472.5). Por su parte, el código penal alemán se presenta más inflexible . No solo habla de violencia, también incluye las amenazas de violencia. En su artículo 81 estipula que comete delito de alta traición «quien intente con violencia o bajo amenaza de violencia perjudicar la continuación de la existencia de la República Federal alemana o cambiar el orden constitucional, basado en la Constitución alemana».
También se contempla como alta traición «incorporar el territorio de un Estado total o parcialmente a otro Estado de la República Federal de Alemania o separar una parte de un Estado ».
60 días para decidir sobre la entrega
El plazo máximo para la decisión sobre la extradición es de 60 días a partir de este domingo, día de su detención, independientemente de los recursos que puedan presentarse contra esta. Puigdemont comparecerá mañana lunes ante el Tribunal Administrativo del Estado federado («land») de Schleswig Holstein. El cometido de esa comparecencia es comprobar la identidad del detenido, entre otras formalidades, según un comunicado de la Fiscalía general de ese estado, a la que corresponderá estudiar y decidir sobre la euroorden emitida por la Justicia española.
Tras esa primera comparecencia se decidirá sobre si le mantiene detenido, en cuyo caso ingresará en una prisión a la espera de que se decida sobre la petición de extradición . El procedimiento para el análisis y eventual ejecución de la euroorden por parte de la Fiscalía alemana suele demorarse una media de entre quince y 45 días, pero el límite máximo está en los mencionados 60 días.
El caso de Finlandia
Por último, la legislación finlandesa –país por el que el político catalán también ha pasado en su «tour» europeo– sí recoge el delito de rebelión si hay «amenaza de violencia». Así el Código Penal finés persigue a «la persona que use la violencia, o la amenaza de la violencia, o el apoyo o presión económica o militar de un país extranjero para: (...) Separar una parte de Finlandia del resto del territorio».
Las autoridades finesas habían puesto en marcha el mecanismo de extradición después de recibir la activación de la euroorden de detención de la justicia española. Razón por la que el expresidente decidió volver a su refugio en Bélgica.
