Despolitizar la Justicia o recuperar la presencia exterior, entre los retos políticos del nuevo Gobierno

Tras diez meses con un país en funciones, las medidas, reformas o nombramientos se han ido acumulando

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Tras diez meses con un país en funciones, las reformas, nombramientos y directivas pendientes para el nuevo Gobierno se han ido acumulando. A ello se sumará la necesidad de negociar «día a día» con el resto de grupos políticos. «Cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad», reconoció el presidente Mariano Rajoy en su discurso de investidura. Será una legislatura basada en los pactos, en la que sus ministros abordarán algunas de las grandes cuestiones pendientes del Estado como la reformulación del sistema de financiación autonómica o la despolitización de la Justicia.

Remodelación profunda

Juan Ignacio Zoido deberá mejorar la imagen de un ministerio del Interior envuelto demasiadas veces en la polémica. Además, tendrá que afrontar una remodelación profunda de la Policía y de la Guardia Civil.

La primera, para responder a las acusaciones de politización de ese Cuerpo, y la segunda porque el director Adjunto Operativo, teniente general Cándido Cardiel, ha superado con mucho la edad de retiro y podría haber llegado el momento del cambio. En el ámbito operativo el terrorismo yihadista es la principal preocupación, seguida de la gestión de la inmigración y la lucha contra el crimen organizado.

Recuperar la presencia de España en el exterior

La tarea principal a la que tendrá que enfrentarse el Ministerio de Exteriores es impulsar la actividad en el exterior. Aunque el ministro no dejó de hacer algún que otro viaje, los meses de bloqueo institucional han impedido la realización de varias visitas de Estado de los Reyes, entre ellas a Japón y Reino Unido, y han retraído a numerosos gobernantes de viajar a nuestro país. España tiene que recuperar el tiempo perdido y volver a estar presente en la escena internacional.

Además, pronto se debe poner en marcha el mecanismo para proceder al relevo de 43 embajadores que deberían haber sido cambiados lo largo de 2016, por jubilación o por haber llegado a los tres o cuatro años previstos para estar en el cargo.

Presupuesto exiguo, Irak, Sahel o fragatas F-110

De nuevo el gran reto para el ministerio de Defensa será cumplir la misión con unos presupuestos que se perfilan en la misma línea del último año: crecimiento lento después de que la crisis se llevara por delante un tercio del mismo. Sobre ello ha venido advirtiendo el actual Jemad que siempre alude al riesgo de «tener en el futuro unas Fuerzas Armadas huecas y obsoletas». Impulsar programas industriales como las nuevas fragatas F-110, el vehículo 8x8 o nuevos aviones no tripulados serán asignaturas inmediatas.

Entre las peticiones encima de la mesa de nuestros aliados: el envío de más tropas para la misión de adiestramiento en Irak (la Guardia Civil ya se prepara para ello) o un papel más destacado en el Sahel, donde España es el gran aliado de Francia.

Un pacto de Estado que logre despolitizarla

La despolitización de la Justicia, un sistema de nombramientos en el que primen criterios objetivos, más jueces y mayor inversión, leyes buenas y duraderas o establecer límites a los aforamientos e indultos son algunas de las reformas pendientes en materia de justicia que tendrá que afrontar el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Algunas reformas legales que el ministro Rafael Catalá ha llevado a cabo a lo largo de esta legislatura (como sacar de los juzgados los atestados policiales sin autor conocido) han contribuido en gran medida a desatascar la actividad de los Tribunales, pero todavía son insuficientes. La justicia necesita una nueva organización territorial y un Pacto de Estado que la aleje de las pugnas políticas.

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