Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. - EFE

Desgobierno en el PSOE diez días después del 20-D

Diez días después del 20-D, los barones y destacados dirigentes revelan con sus palabras la debilidad de Pedro Sánchez y los intereses dispares en el partido

Madrid Actualizado: Guardar
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Aprimera hora de ayer, Patxi López calificó como un «espectáculo lamentable» la imagen que el PSOE está trasladando a la sociedad tras las elecciones generales. A lo largo del día, los principales barones y destacados dirigentes se encargaron de ratificarlo. En las últimas 24 horas los acontecimientos se han precipitado.

El pulso abierto contra Pedro Sánchez por parte de Susana Díaz y otros barones socialistas amenaza con romper el partido en plena negociación de los acuerdos para gobernar España.

Sánchez se encamina hacia un callejón sin salida:la resolución que el comité federal del PSOE aprobó el pasado lunes le impide cualquier negociación para formar Gobierno con el Partido Popular, pero tampoco le deja margen para negociar con Podemos en tanto que los de Pablo Iglesias mantengan como línea roja para abordar cualquier negociación la celebración de un referéndum en Cataluña.

Solo le queda esperar.

Una espera que puede convertirse en lenta agonía con cada vez voces más relevantes en el partido exigiendo responsabilidades por los peores resultados de la historia del PSOE en unas elecciones generales. Al frente abierto por Susana Díaz para mantener el plazo de la celebración del Congreso del partido se han sumado los líderes de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page;Comunidad Valenciana, Ximo Puig;y Asturias, Javier Fernández;y con el líder extremeño, Guillermo Fernández Vara, mostrando sus «dudas» sobre la mejor opción.

El enfado de Madina

Unas voces a las que se suma la de Eduardo Madina. El que fuera rival de Pedro Sánchez en la pugna por Secretaría General vio ayer cómo se filtraba a Antena 3 su intervención a puerta cerrada en el Comité federal del pasado lunes. Una dura declaración en la que aseguró que «el resultado no es aceptable, es muy malo;no nos ha pasado Podemos por un pelo». Madina, que se ha quedado sin escaño en Madrid al ocupar el séptimo puesto de la lista, se mostró contrario a que el PSOE intente llegar al poder con el apoyo de Podemos porque «no tenemos naturaleza política para reconocer nuevas naciones ni para romper nuestro país».

Sánchez resiste la presión junto a sus fieles y defiende la necesidad de aplazar el congreso del partido hasta que se aclare el calendario de investidura y ante una posible repetición de elecciones.

En el entorno de Eduardo Madina se respiraba ayer un sentimiento de muchísima indignación. Personas muy cercanas al exdiputado aseguraban que la filtración de su intervención «es una vergüenza» y que estaba decepcionado y muy enfadado por su situación tras 20 años en el PSOE. «No tenemos ni puta idea de cómo ha pasado, nosotros queremos que en el Comité federal la gente hable sin miedo», dijo.

En la grabación, Madina se posiciona del lado de quienes piden el cumplimiento escrupuloso de los plazos. «Yo no le tendría miedo a un congreso. Quiero un Comité federal de nuevo, a principios de enero, y que lo convoque en plazo, porque no encuentro razón para no hacerlo». Estas personas criticaban que quienes lamentan en los medios la imagen que se está trasladando a los españoles son los primeros que con sus actos «contribuyen» a lo que está pasando. Y advierten de que «ya habrá momento de hablar».

Incendio en Madrid

Otra persona que estuvo presente en la reunión del Comité criticó con sarcasmo la filtración diciendo que «ya se ha quitado el wifi, lo próximo será tener que dejar los móviles a la entrada». Esta misma fuente lamenta que en su intervención del lunes ni Sánchez ni Luena hicieran autocrítica y asegura que el secretario de organización llegó a felicitarse por haber «ganado a las encuestas». «Es algo que entiendes que se diga fuera para no desmotivar, ¿pero esa falta de autocrítica interna? Tienen una actitud autocomplaciente», asegura.

En la noche del lunes en torno a unos 500 militantes del PSOE-M se reunieron en el Restaurante Playa de Riazor, en pleno centro de Madrid. Bajo la inocente intención de «despedir el año» este grupo de militantes críticos liderados por Tomás Gómez y Antonio Miguel Carmona, quienes escenificaron el creciente descontento con Sánchez entre la militancia madrileña.

Las decisiones que Sánchez tomó en su intento por controlar la siempre convulsa federación madrileña empiezan a volverse contra él. Su decisión de relevar a Tomás Gómez al frente del partido en Madrid aduciendo «malas perspectivas electorales» y la de sustituir a Antonio Miguel Carmona como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid tras quedar tercero en los comicios municipales, ha alimentado al sector crítico del partido en la región. Esta corriente demanda ahora su dimisión después de que en el 20-D el partido fuese reelegado a la cuarta posición en Madrid, circunscripción por la que se presentaba Sánchez. Están dispuestos a presentar batalla en el próximo Congreso del PSM, para plantear la sustitución de Sara Hernández al frente del partido en la región y formar parte de la alternativa a Sánchez que se forje a nivel federal. Para ello, defienden también que el congreso del partido «no sufra retrasos» y se celebre en marzo.

Además de los dos principales damnificados por las decisiones de Sánchez en Madrid, acudieron a la cena personas que conformaban el núcleo duro de Gómez cuando ocupaba la Secretaría General de los socialistas madrileños, como Noelia Martínez o Eusebio González Jabonero, además de Eva Matarín, miembro de la Ejecutiva federal de Sánchez pero que siempre se ha mostrado fiel a Gómez. También acudió el exalcalde de Getafe, Pedro Castro.

El exlíder regional aseguró ayer que «Sánchez está en minoría» en Madrid. La tésis de este sector es que los resultados del 20-D hacen «imposible matemáticamente» que el PSOE pueda formar Gobierno, y que defendiendo que no se puede facilitar un Ejecutivo del PP, lo más lógico es que haya nuevas elecciones.

Creen que el congreso debe celebrarse en la fecha que corresponde, a principios de marzo, para elegir un nuevo secretario general. Gómez alabó ayer a Díaz como el mejor activo político que tiene el PSOE:«que Sánchez se presente y, si su argumento cala, los militantes le votarán, pero los estatutos están para que ningún secretario general pueda hacer lo que quiera», asegura en conversación con ABC una de las comensales que tomó la palabra en esa cena. Esta persona asegura que allí había gente que «a pesar de las continuas decepciones, había aguantado y no se había ido del partido». «Yo no digo que Pedro tenga que irse por los resultados, pero él estableció el límitie de su coherencia con sus decisiones sobre Tomás y Carmona. Y sus resultados son peores». Este amplio grupo de militantes del PSOE-M denuncian que Sánchez «se ha cargado la federación de Madrid». Recuerdan que Sánchez «hizo la lista entera» y era su circunscripción, y es por tanto responsable de unos «pésimos resultados».

La decisión de Sánchez de incluir a Irene Lozano y Zaida Cantera en la lista por Madrid no se le ha olvidado a este grupo de críticos con la gestión de Sánchez, que durante la cena lamentaron que no vaya a haber en la próxima legislatura «ninguna diputada socialista madrileña».

Otras de las intervenciones radiografiaron la actuación de Sánchez como falta de un «diagnóstico coherente» y advirtieron a Sánchez que «con la derecha, nunca» y le recordaron que la suma de PSOE, Podemos e IU no es mayor a la de PP y Ciudadanos.

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