EFE

¿Deben poder votar los jóvenes a los 16 años?

El Congreso aprobó ayer la toma en consideración de una proposición para la ampliación del sufragio activo

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Es un debate que siempre vuelve y esta semana lo ha vuelto a hacer. Ayer se votó en el Congreso la toma en consideración de una proposición no de ley de ERC para rebajar la edad de sufragio de los 18 años a los 16. Pero, ¿qué implicaría?

Por ahora, en Europa el sufragio activo a partir de los 16 años se permite en Austria, Hungría, Eslovenia, Noruega y algunos estados de Alemania. En España, poner en marcha esta medida afectaría a todo el ordenamiento jurídico e incluso suscita dudas sobre si habría que reformar la Constitución.

A raíz de que en 2007 Austria aprobara esta reforma, el Instituto de la Juventud (Injuve) dedicó una publicación a este tema.

En ella, por ejemplo, se planteaba la bajada de la edad como una forma no solo de compensar el envejecimiento de la población con derecho a voto -por la tendencia demográfica-, sino de que el grupo de los más jóvenes no perdiera capacidad de decisión política. «En 2020 el envejecimiento del electorado es inexcusable respecto a la estructura por edades que presenta actualmente, pero sería algo más atenuado en el escenario de la bajada de la edad de voto», explicaba Margarita Delgado.

Argumentos

En la sesión de ayer en el Congreso, los argumentos que se escucharon fueron, en algunos casos, viejos concidos, como el del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que criticó que los jóvenes a esa edad no puedan votar pero si «exigirles responsabilidades penales, tributarias y judiciales».

En contra, se suele señalar la inmadurez del pensamiento político a esa edad, la posibilidad de que el joven sea manipulado (especialmente por su entorno familiar) o su falta de interés en la política. «Son los mismos que pusieron en su día al voto de la mujer», dijo ayer la portavoz socialista, María González Veracruz.

Por su parte, el PP no se opuso al debate, pero sí destacó que esta propuesta es «incoherente» cuando no hay ni Gobierno y todo apunta a elecciones.

Repercusión política

Más allá de los argumentos tradicionales, está la lectura política. Aunque desde que se publicara el estudio del Injuve, el panorama sociopolítico ha cambiado, el sociólogo Félix Moral, del CSIC, concluía entonces que, más allá de la tendencia al voto a partidos de izquierda, también hay un ingrediente de voto en contra al partido en el poder. «Parece claro que el voto de los jóvenes y muy especialmente de los que votan por primera vez, aporta un cierto fermento de cambio, frente a la mayor estabilidad que se observa en el voto de los mayores, resultado de la “prudencia y el conservadurismo” que son más características de la edad adulta (González y Salido, 2003)». Moral también aventuraba de el voto de los jóvenes se caracteriza por una mayor volatilidad.

«Cabría concluir que el voto de los jóvenes en las últimas décadas ha tenido un significado claro como impulsor del cambio y la alternancia en el Gobierno: primero contribuyendo a la victoria del PSOE, después abandonando a este partido para provocar la alternancia del PP y en 2004 contribuyendo de nuevo a la victoria socialista. De influir en algo el voto de los jóvenes de 16 a 18 años cabría pues, sospechar que lo haría en el sentido de contribuir a facilitar la alternancia en el Gobierno».

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