El cuñado de Rita Barberá, José María Corbín, el pasado mes de septiembre
El cuñado de Rita Barberá, José María Corbín, el pasado mes de septiembre - ROBER SOLSONA

El cuñado de Rita Barberá: «Ha muerto de pena, y la fundamental aportación la han tenido los suyos»

El abogado considera que la presunción de inocencia «no existía» para al exalcaldesa

Valencia Actualizado: Guardar
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José María Corbín, el cuñado de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha asegurado este jueves que la senadora «ha muerto de pena, y, en esa pena, la fundamental aportación la han tenido los suyos». Corbín ha asegurado que la familia no cree conveniente la presencia de instituciones públicas y partidos políticos en las honras fúnebres pero sí «de cualquier persona» y del «pueblo valenciano». Así, ha manifestado que políticos como Mariano Rajoy pueden ir «como amigos» pero «no como representantes políticos». «Es el matiz», ha resumido.

El abogado se ha pronunciado en estos términos en una entrevista en la cadena COPE, recogida por Europa Press, en la que ha agradecido a «la gente, españoles y valencianos de bien y a todos aquellos que de forma espontánea» llenaron la catedral de Valencia este miércoles para rezar por la exalcaldesa en una convocatoria realizada por el cardenal Cañizares.

«Abarrotaron, reventaron la Catedral y se vio cómo con emoción rezaban y recordaban a la alcaldesa, a Rita. Eso era el pueblo y eso nos da razón de vida y de seguir luchando», ha afirmado.

Aunque ha señalado que no es «un diagnóstico de médico», Corbín ha indicado que Barberá «ha muerto de pena, y en esa pena la fundamental aportación la han tenido los suyos» y ha explicado cómo la familia le recomendó que se apartara de las instituciones para dedicarse a su defensa. «Sin duda esa recomendación se le reiteró de forma muy continuiada por toda la familia, sobre todo cuando se veía que el acoso estaba buscando el derribo por la vía rápida del maltrato físico al que se le sometía diariamente», ha dicho, aunque ha recalcado que era conocida la «bravura de su actitud» y «cómo se rebelaba ante las injusticias, esa misma injusticia que la ha matado».

En esta línea, Corbín ha admitido que Barberá estaba «tensionada, preocupada y se rebelaba ante la injusticia de lo que estaba ocurriendo» porque «no podía entender las cifras de minutos conumidos en un ataque sinsentido». «Rita no entendía lo que pasaba y todos sabemos que, cuando uno no es capaz de entender lo que pasa, es difícil de asimilarlo», ha insistido.

«Han podido con ella»

«Toda la tensión venía determinada por esa persecución que nadie entendíamos y que era difícil de explicársela», ha incidido. En este sentido, ha recalcado que la exalcaldesa comentaba con sus letrados y equipo jurídico que no entendía «que lo que estaban diciendo por ahí era mentira» y se preguntaba «como podía ser». «Eso la tenía en una tensión permanente que ha ido minando su salud», ha dicho, para resumir: «Han podido con ella».

A su juicio, en España «la presunción de inocencia ha sido enterrada hace mucho tiempo, se ha invertido la carga de la prueba y la Constitución ha sido metida en un congelador». Así, ha añadido que con la exalcaldesa «ni por un segundo se hizo uso de la presunción de inocencia». «Antes de que el tema llegara a ella en el inicio, cuando evidentemente no fue ni siquiera investigada por las fuerzas de seguridad, antes de ser imputada formalmente, la presunción de inocencia para ella no existía», ha subrayado, para añadir que esto «la minó como mina a cualquier ser que confía en sus conciudadanos, que se sabe demócrata hasta la médula y que cree en el Estado de Derecho».

Corbín ha criticado también que «los de siempre están actuando como siempre. Son la gentuza de siempre», aunque se ha mostrado «seguro» de que superarán «esta situación difícil, complicada e injusta». Preguntado por si no cree que de haber aceptado la familia el ofrecimiento del Ayuntamiento para usar el edificio como quisiera para las honras fúnebre, ha insistido en que Valencia ya «se desbordó ayer cuando de forma espontánea se abarrotó la Catedral a una simple convocatoria urgente en el tiempo por el cardenal Cañizares».

«Juicio de Dios»

En esta línea, ha manifestado que la familia lo que quiere es «el juicio de Dios en este asunto y rezar por ella y eso es lo que hizo el pueblo de Valencia, rezar de forma multitudinaria y clamorosa y hoy también lo hará en el cementerio», ha augurado.

A su juicio, «cualquier otra exhibición de quien no ha ayudado para nada o quizá ha colaborado en este triste final no nos ha parecido oportuno aceptarla». Al respecto, ha manifestado que la familia no cree conveniente la presencia de instituciones pública y de partidos políticos en las honras fúnebres «pero sí de cualquier persona». «Vamos a hacerlo en la intimidad de familia, amigos y ciudadanos de Valencia», ha explicado porque «no estamos en situación de dar la bienvenida a representantes de instituciones públicas o de partidos» pero «sí al pueblo valenciano».

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