Cuatro funcionarios heridos graves por un preso muy peligroso

Fabrisio Joao Silva Ribeiro. 31 años. Natural de Guinea Bissau y vecino de Madrid. En torno a 1,90 metros de estatura y extremadamente fuerte. En prisión desde septiembre de 2004 por matar a su pareja y con un largo historial de altercados en la cárcel, que incluye la muerte a puñetazos de un interno en la cárcel de Córdoba, hecho por el que acaba de ser juzgado. Por supuesto, inquilino de un módulo de aislamiento, dada su especial peligrosidad.

Este es el perfil del sujeto — un psicópata de libro, según quien le conoce—, que al filo de las nueve y media de la mañana de ayer atacó con un punzón carcelario a los seis funcionarios del centro penitenciario Puerto III, de Cádiz, que lo escoltaban desde su celda hasta el patio del módulo de aislamiento, donde pasa dos horas cada día, solo, por supuesto, dado su historial.

El resultado del brutal ataque fue que quedaron heridos graves cuatro vigilantes, trasladados a un hospital de la localidad gaditana, y otros dos con hematomas; un balance que incluso puede ser considerado satisfactorio, consecuencia de la profesionalidad de los trabajadores.

Parte médico

Uno de los funcionarios sufrió un corte en el cuello; otro, golpes en el pómulo y en el tabique nasal; a un tercero hubo que ponerle puntos en un brazo; y al cuarto, que lleva un sistema de retención dental, se le desplazaron varias piezas.

Las fuentes consultadas insistieron en que a este recluso se le aplicaban medidas excepcionales de seguridad, ya que se sabía que a la mínima oportunidad que pudiera tener protagonizaría altercados muy violentos. Y estas especiales precauciones han sido fundamentales para que el suceso, aunque muy grave, no pasara a mayores.

Nada más producirse la agresión los heridos fueron llevados hasta un hospital, adonde fueron acompañados por el director del centro penitenciario. El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, que hace ya algunos años sufrió en sus propias carnes un motín carcelario de una violencia extrema, se mantuvo en permanente contacto con el responsable de la cárcel y habló con las víctimas y con sus familias.

Además, Yuste ha abierto un expediente para condecorar a estos seis funcionarios de prisiones, un colectivo muchas veces olvidado, pero que presta un servicio impagable para garantizar la seguridad en nuestro país.

El director de la cárcel presentó además la correspondiente denuncia en el juzgado de guardia contra el criminal, que podría ser acusado de cuatro delitos de tentativa de asesinato de un agente de la autoridad.

Asimismo, se ha abierto una investigación interna para saber cómo el interno se pudo hacer con el pincho, y por supuesto el autor del ataque ha sido trasladado de centro penitenciario. Si puede, volverá a atacar.