El Congreso zanja que hubo uso partidista de Interior con el rechazo por ausencia de pruebas de PP y Cs

Tanto el PDECat como ERC han vuelto a ocupar lugar este jueves lugar en los escaños del Congreso para participar en el debate y votación del dictamen de la comisión de investigación sobre el uso partidista del Ministerio del Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz , que ha sido aprobado con los votos en contra del PP y la abstención de Ciudadanos. Llamativo ha sido que la diputada de Podemos Irene Montero, que al cierre de la comisión en julio anunció que llevarían a la Fiscalía las conclusiones finales, no ha hecho mención a ello.

El documento defintivo, -al que ha dado lectura por el presidente de la comisión, el diputado del PNV Mikel Legarda- entiende acreditado que durante el periodo mencionado se creó en Interior una estructura policial bajo las instrucciones del entonces director de la Policía, Ignacio Cosidó, y por orden del ex DAO Eugenio Pino, para poner trabas a los escándalos de corrupción que afectan al PP, pero también para investigar y, en su caso, «perseguir» a adversarios políticos.

En votos particulares, fuerzas como UPN o Ciudadanos han reprochado la inexistencia de pruebas, tampoco de carácter documental, que avalen que existieron tales conductas, ante lo que el representante del PP, Carlos Rojas, ha reiterado que «no hay caso» y que el único uso partidista demostrado es el que se hizo con las escuchas de las conversaciones de Fernández Díaz con el hoy ya exjefe de la Oficina Anticorrupción de Cataluña. «Se grabaron hace tres años y fueron sacadas a la luz cuatro días antes de unas elecciones determinantes», ha recordado, al tiempo que ha hecho una encendida reivindicación del exministro y de la gestión que desempeñó «con honor, dignidad y honradez».

Por su parte, el PSOE -que forzó la creación de la comisión de investigación- defendió la «rotundidad probatoria» de las conclusiones. Desde el PDECat, su diputado Sergi Miquel ha vinculado las sospechas en torno al ministerio del Interior con la situación actual en Cataluña para tachar al Gobierno de «golpista» antes de despedirse de la tribuna con un «muchas gracias y hasta nunca».