El Congreso pone la primera piedra para que los ayuntamientos gasten su superávit

El hemiciclo aprueba una moción del PSOE que allana el camino a la ley de Podemos para reforma la regla de gasto

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro EFE
Ana I. Sánchez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Congreso de los Diputados ha aprobado por 165 votos a favor, 157 en contra y 6 abstenciones la moción impulsada por el PSOE para instar al Gobierno a flexibilizar la regla de gasto de los ayuntamientos saneados y permitirles que gasten su superávit. Los votos a favor que ha recibido la moción socialista pertenecen a su propio partido y una vez más a la formación morada y los grupos independentistas catalanes. El bloque en contra lo han conformado el PP, sus socios en el Mixto y Ciudadanos.

La moción no es una vinculante para el Gobierno pero sirve para demostrar la existencia de una mayoría política que reclama esa reforma y allana el camino para la aprobación de ley impulsada por Podemos en la misma línea, que espera turno para poder ser debatida en el Pleno.

El texto aboga por modificar la regla de gasto y derogar su aplicación en todos aquellos ayuntamientos que cumplan los criterios de estabilidad presupuestaria. Las exigencias que propone para que un consistorio quede exento del corsé de gasto es tener un reducido nivel de deuda - por debajo del 110 por ciento -, estar al corriente de los pagos a proveedores pagando las facturas en menos de treinta días de media, y no tener déficit presupuestario o presentar superávit.

La reforma propuesta por Podemos entronca directamente con la intervención de las cuentas del Ayuntamiento de Madrid por parte de Hacienda, después de requerirle varios ajustes que no se cumplieron. No en vano, el consistorio que dirige Manuela Carmena cumple todas las exigencias propuestas por Podemos y quedaría libre de la intervención de Cristóbal Montoro si el Congreso aprobara la reforma en los términos propuestos por la formación morada.

Impedirlo va a ser el objetivo del Gobierno que, según fuentes de Moncloa, va a intentar persuadir al PSOE para pactar enmiendas al texto y reducir el impacto de la reforma al mínimo posible. Esto es, que los ayuntamientos tengan cierta flexibilidad de gasto pero que ello no permita que puedan lapidar su déficit sin el control de Hacienda.

Es la única estrategia posible que les queda después de perder su oportunidad de vetar la iniciativa al presentar el escrito cuatro minutos fuera de plazo. El plazo que la ley le otorga al Ejecutivo para presentar vetos contra iniciativas de la oposición es de 30 días.

En el texto del veto, el Gobierno advierte de que si desaparece el superávit de los ayuntamientos, el Gobierno estará obligado a realizar un ajuste por 6.847 millones de euros , que es el importe del colchón que acumulan las entidades locales.

El ejercicio del veto por razones presupuestarias es la principal estrategia que está utilizando el Ejecutivo para frenar de raíz las reformas e intentos de derogaciones de la oposición. Hasta el momento ha utilizado este mecanismo un total de 46 veces y solo esta vez ha fallado en su aplicación.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación