El Congreso deja el futuro de Homs en manos del Supremo por el 9-N

Considera que el proceso judicial no altera el desarrollo de la actividad en la Cámara

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El proceso judicial por la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014 celebrada en Cataluña avanza de manera inexorable. El caso dio ayer un nuevo paso hacia la celebración del juicio después de que el Pleno del Congreso aprobara el suplicatorio remitido por el Tribunal Supremo contra el portavoz del PDECAT, Francesc Homs. El Parlamento consideró que el proceso judicial no pretende alterar el funcionamiento de la Cámara, la única excepción por la que el Tribunal Constitucional permite al Congreso rechazar un suplicatorio y que, por tanto, no cabe aplicar la inmunidad parlamentaria que solicitaba el político catalán.

El Supremo podrá así continuar la investigación a Homs y encausar al que fuera conseller de presidencia de la Generalitat por los delitos de desobediencia y prevaricación, a raíz de su presunta participación en la consulta soberanista.

Dos imputaciones por las que podría ser inhabilitado para cargo público. El instructor del caso, Andrés Palomo, cree que existen indicios suficientes de que Homs desobedeció de manera consciente al TC dado que había prohibido previamente la celebración de la consulta. Tanto el debate como la votación se celebraron a puerta cerrada, aunque cada grupo había avanzado previamente el sentido de su voto. Solo Podemos y los partidos nacionalistas se manifestaron en contra del suplicatorio, mientras el resto de la Cámara apoyó la petición del Tribunal. Homs pudo intervenir en representación de su grupo parlamentario, pero no a título personal como había solicitado dado que el Pleno no juzga su caso, sino para defender la aprobación o rechazo del suplicatorio.

Un privilegio

El PP defendió que ningún diputado debe poder eludir la acción de los tribunales por su procedencia y que, en este caso, nada apunta a que el proceso abierto por el Supremo se fundamenta en una causa política. El PSOE, por su parte, recordó que el rechazo al suplicatorio conllevaría que Homs no fuera juzgado gracias a su posición como diputado, y disfrutara de una posición de privilegio frente a sus antiguos compañeros de la Generalitat, que también van a ser juzgados.

Podemos, en cambio, se puso del lado de la causa de Homs al considerar que el juicio responde a motivos políticos y criticó que alguien que apoye una consulta pacífica pueda ser castigado ni amenazado por ello. En esta línea, la formación morada defendió su apoyo a la convocatoria de un referéndum como la mejor manera de construir unidad entre los distintos pueblos de España. Al igual que el portavoz del PDECAT también criticaron que la sesión se celebre a puerta cerrada. Desde que Pablo Iglesias se comprometiese personalmente con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, Podemos se ha alineado con los independentistas en un discurso que se ha considerado como «un juicio político» y una «agresión a Cataluña». Desde Ciudadanos se defendió «que los políticos no estamos por encima de las leyes ni de los tribunales»

El resultado de una votación que, como el debate, se realizó en secreto fue finalmente de 248 votos a favor del suplicatorio y 91 en contra.

Francesc Homs compareció al término de la sesión para valorar una decisión «sin sorpresas» para «constatar que algunos habrán vencido pero no han convencido». Homs ha descrito lo sucedido como «un jarro de agua fría» para «los de la tercera vía», porque «la retórica del diálogo está vacía». El portavoz del PDECAT ha asegurado quePP, PSOE y C’s «intentan llegar a la conclusión de que lo que sucede en Cataluña no existe».

Arropando a Homs

La sesión en el interior del hemiciclo vino precedida por una calculada puesta en escena del soberanismo catalán. Frente al Congreso, en el Hotel Villa Real, los pesos pesados de la antigua y la nueva Convergència arroparon a Homs antes de que arrancara el Pleno. Bajo el título «Contra la judicialización de la política» el PDECAT convocó una comparecencia pública que el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, se encargó de abrir y que fue clausurada por su sucesor, Carles Puigdemont.

«A Homs no se le juzga por prevaricación, sino por defender una idea pacífica», dijo ayer Mas, en contra del criterio del juez instructor. Haciendo uso de la línea discursiva básica del independentismo, Mas aseguró que a Homs se le quiere juzgar por defender «la idea de la libertad para Cataluña» y «su independencia». Sin embargo, contra quien más directamente abrió fuego el expresidente catalán fue contra el PSOE, a quien preguntó si es digno «hacer presidente a Rajoy y mandar a Homs a juicio».

Las preguntas dieron paso a los ataques y frente a la posibilidad de que uno de los suyos pueda acabar ante los tribunales, Puigdemont tildó de «página vergonzante» la aprobación del suplicatorio, al mismo son de Mas, que lo tachó de «vergüenza para España».

En una comparecencia sin preguntas, Puigdemont no dudó en asegurar que la democracia «está en peligro» porque el Congreso puede anular la elección de los votantes «porque no le gustan las ideas». Y así, entre alusiones desligitimando las instituciones, Puigdemont aseguró que PP, Ciudadanos y PSOE, con la connivencia del PSC, «pasarán por encima de la voluntad de los votantes y llenarán de más piedras la maleta del diálogo». Algo, advirtió, que va en la dirección contraria «a lo necesario» para la búsqueda de una solución al conflicto catalán. En su comparecencia, además, acentuó lo que, en su opinión, es una división que se abrió ayer entre España y Cataluña: «Hoy es el día en que mi voto como ciudadano va a ser invalidado por quien debería garantizarlo».

Por su parte, los miembros de Podemos y sus confluencias, PNV, Compromís o Bildu avanzaron su postura al argumentar que al aprobar el suplicatorio, se judicializa un asunto político. «Es un caso de libro», dijo Aitor Esteban (PNV). El Ejecutuvo «pretende utilizar los tribunales para un asunto político».

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