Albert Rivera en el Congreso ante la mirada de Cristobal Montoro y Rafael Catalá
Albert Rivera en el Congreso ante la mirada de Cristobal Montoro y Rafael Catalá - EFE

La vía del PNV cobra fuerza ante el «no» del PSOE, pero el PP busca su abstención

De Guindos propone que el PSOE elija al subgobernador del Banco de España. Ciudadanos quiere tratar el pacto con el ministerio competente en cada tema

Madrid - Bruselas Actualizado: Guardar
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Aunque el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, volvió ayer al «no y no» al avanzar la imposibilidad de apoyar los nuevos Presupuestos Generales del Estado antes de conocerlos, el ministro de economía, Luis de Guindos, quiere ofrecer al PSOE la potestad de designar al nuevo subgobernador del Banco de España, como una primera señal de aproximación. El Gobierno mantiene la consideración de primer partido de la oposición con las responsabilidades que ello conlleva.

Ayer, en Bruselas, Guindos reconoció que ya ha tenido algunos contactos, «aunque eso no quiere decir que el Ministerio de Hacienda se tenga que sentar rápidamente como creo que lo va a hacer con los representantes de Ciudadanos, para elaborar el primer elemento que debemos presentar en unas semanas que es el proyecto presupuestario» requerido por la UE.

Pero el mensaje más claro al partido socialista es que el Gobierno lo requiere como parte del consenso institucional por lo que «he pedido al PSOE que tenemos que hacer un nombramiento, el subgobernador del Banco de España y que nos de un candidato», retornando a la tradición de que esta decisión corresponde al primer partido de la oposición.

Los primeros contactos entre ambas formaciones se producirán más formalmente a partir de la semana que viene, después de que el Consejo de Ministros fije el nuevo techo de gasto el próximo viernes y tenga una previsión más certera sobre el cierre del año en términos de déficit y deuda. A partir de ahí, Hacienda marcará las líneas rojas y los ámbitos en los que el grupo parlamentario puede hacer concesiones.

No obstante, y aunque la prioridad es llegar a un acuerdo con el PSOE fuentes de Moncloa subrayan que el Gobierno «hablará con todos». Y es que aunque el discurso de los populares puede chocar con los postulados de las formaciones nacionalistas en cuestiones territoriales, es posible que en lo que se refiere a la negociación de las cuentas del Estado el entendimiento sea más factible con grupos más moderados como el PNV. Ese camino debería incluir a Coalición Canaria, que ya tiene un pacto con el PP, y al diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que aunque electoralmente concurrió con el PSOE, se ha mostrado dispuesto a apoyar las cuentas.

Cómo relacionarse

En Ciudadanos siempre han mostrado su preferencia por legislar de la mano del PSOE y no de los nacionalistas, pero el PNV y sus peticiones «sensatas» en materia de infraestructuras o innovación se diferencia del papel de los independentistas catalanes. Lo único que piden los de Rivera es que esos eventuales acuerdos no sean contradictorios con el que puedan pactar con ellos. No obstante, tampoco esta vía será un camino de rosas. El partido vasco ya plantea que la época en la que las negociaciones parlamentarias pasaban por un acuerdo de transferencias se ha acabado. Y reclamarán políticas económicas, de paz y convivencia, así como territoriales.

PP y Ciudadanos todavía se están adaptando a este marco de relaciones. Y sigue sin estar claro cómo va a desarrollarse el seguimiento del mismo. Fuentes de la dirección del partido aseguran que en Ciudadanos se decantan por un seguimiento individualizado. En el marco de este tipo de contactos, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, se reunió ayer con el ministro de Justicia, Rafael Catalá. En el encuentro se evaluó el acuerdo de investidura. Según aseguran desde la formación naranja Catalá se mostró «contento» y «cómodo» con el acuerdo. Según Ciudadanos desde el ministerio se les ratificó el compromiso presupuestario que suponen algunas partidas.

Pero no todos los niveles de relación son tan fluidos. Y aunque en Ciudadanos se niegan por ahora ahablar de «consecuencias» si el PP no cumple el pacto, si que están molestos con algunas actitudes. No ha gustado por ejemplo que desde el Gobierno no se haya hecho ningún gesto para cumplir con el pacto en lo que respecta a la amnistía fiscal. Por eso ayer Rivera tuvo que pedir públicamente a Montoro que actúe ya. Rivera urgió a que antes del 30 de noviembre se comunique a los beneficiarios de la amnistía fiscal y paralice la prescripción para poder recuperar los fondos del 10% que marcaba la legislación y no el 3% de media que finalmente han tributado. Desde el PP, sin embargo, envían un mensaje tranquilizador a la formación naranja. Señalan que para cumplir el pacto de investidura, tienen que producirse dos condiciones: incremento de los ingresos públicos y recuperación económica. Y, subrayan, ambas se están produciendo hoy por hoy.

A la espera de las cifras de cierre del ejercicio, el PP confía en que la situación macroecónomica permita dar cumplimiento íntegramente a los compromisos adquiridos que incluyen la gratuidad de los libros de texto, un plan contra la pobreza infantil, o la equiparación y ampliación de los permisos de maternidad y paternidad. El primer objetivo del Gobierno será cubrir las necesidades del Estado: pago de pensiones, funcionarios, transferencias a las comunidades autónomas o devolución de deuda. Saldada esa cuenta, Hacienda calculará el margen de maniobra con que contará para realizar políticas de gasto más expansivas. Y si resulta ser más estrecho de lo previsto, el PP lo trasladará a la negociación con Ciudadanos para buscar conjuntamente las medidas que mejor encajen en la cuenta de ingresos y gastos, y sean prioridad para la formación naranja.

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