El chubasquero de Rajoy

A Mariano Rajoy le ha faltado hoy en el Foro ABC montar un Consejo de Ministros y adelantar a esta tarde el Congreso del PP, previsto para el 10 de febrero. Siete ministros y tres vicesecretarios han degustado las lentejas del Casino mientras su jefe, Mariano Rajoy, hacía de Rajoy. Es decir, sorteaba las preguntas de Ángel Expósito con la maestría de un catedrático en preguntas incómodas. Las madre de todas las preguntas era Aznar. Que si Aznar le critica, que si le pone en cuestión. Pregunta por arriba, pregunta por abajo sin que el presidente arqueara una ceja. Cuando había argumentado en su exposición inicial que todavía existen nubarrones sobre España y Europa (en referencia al populismo, el independentismo y a las incertidumbres económicas) todos creímos entender que el principal chubasquero se lo reserva Rajoy para cuando habla Aznar.

Y últimamente no hay quien calle al primer presidente del PP. Sin ir más lejos, ayer advirtió del apocalipsis: del "derrumbe" social y político de España.

Sin embargo, Rajoy ya tenía preparada la respuesta-impermeable que repitió tres veces mientras pico-pala se le recababa su opinión sobre los torpedos de Aznar: "Gracias por no insistir". Las carcajadas del auditorio fueron más sonoras que el aldabonazo de su antecesor. Hasta Esperanza Aguirre levantó los ojos de whatsapp, Cristina Cifuentes rió abiertamente, Soraya Sáenz de Santamaría esbozó una sonrisa y María Dolores de Cospedal celebró la ocurrencia. Porque allí estaban todos los compañeros del presidente y sin embargo enemigos entre sí. Hasta Javier Maroto, sepultado entre enmiendas a la ponencia social que le ha tocado elaborar, acudió a escuchar al hombre que guarda en su dedo quién será el secretario general del PP, es decir, el o la jefa de Maroto, Pablo Casado y Andrea Levy, todos en el almuerzo.

Por lo pronto el número dos en Génova sigue ocupándolo Cospedal, sentada a escasos metros de la vicepresidenta que más puntos acumula del puente aéreo a Barcelona, más barato ahora que Rajoy ha anunciado que van a bajar las tasas aeroportuarias un 11%. Hasta un despacho de la Generalitat resonó uno de los mensajes más periodísticos de Rajoy en el Foro: "A Puigdemont le han dado en Bruselas el trato que se merecía". Y a dos palmos de la tribuna desde la que contestaba el presidente, una de sus ministras, Dolors Montserrat, escuchó con la mirada ausente que el Gobierno no cambiará el copago a los pensionistas. Balance: Aznar no existe en la agenda de Rajoy; el futuro de la mitad de Cospedal lo anunciará en el Congreso del PP y, la pregunta del millón, ¿y Trump? Aquí el nubarrón descargó sobre el inabarcable paraguas de Rajoy: "Ustedes entenderán que yo quiera mantener las buenas relaciones que disfrutan España y Estados Unidos. ¿Verdad?". Verdad.