«Cataluña ya se ha independizado, de la democracia»

«Hoy paciencia, mañana independencia». La consigna que Convergencia coreaba en los años 70 se ha cumplido. Así lo defienden algunos de los políticos, artistas y ciudadanos que conocen la realidad catalana, el denominado «sentimiento catalanista» y, sobre todo, su gestación. Ahora, estos mismos ciudadanos piden «ayuda» al resto de España para que «levante» su voz contra el secesionismo. Con el órdago secesionista sobre la mesa, la Fundación Villacisneros reunió ayer en Madrid al dramaturgo catalán Albert Boadella, la periodista y exdiputada Cayetana Álvarez de Toledo y el presidente de Sociedad Civil Catalana, Mariano Gomá. En el foro «España fente al desafío del separatismo en Cataluña», moderado por el periodista Hermann Tertsch, además de reflexionar y confrontar opiniones sobre el origen sociológico de la situación actual en Cataluña, pidieron ayuda al resto de la sociedad para que «eleve su voz por encima de la minoría ruidosa independentista».

«Estamos en las trincheras en Barcelona y Cataluña, y necesitamos gente valiente», reclamó Gomá, que definió la realidad catalana como una «verdadera batalla». El presidente de Sociedad Civil quiso recuperar esa relación entre «paciencia» e «independencia» que acuñaron los convergentes. También lamentó «la inacción de los gobiernos de España que por un puñado de votos dejaron que Cataluña creara unas estructuras que nos han traído hasta aquí». Una opinión que compate Terscht, que acusó una falta de pedagogía en Cataluña y un descuido «a la hora de cultivar lo común» .

Boadella, al que el resto de intervinientes acordaron en definir como «el que ya veía todo esto», muy crítico con el catalanismo y con Jordi Pujol, quiso «hablar sobre los hechos, no sobre las especulaciones» . «Desde hace 35 años, los niños recibieron en las escuelas el mensaje de que todo lo que tenía que ver con España era nocivo. Ahí está el germen de todo esto», aseguró. Por su parte, Cayetana Álvarez de Toledo defendió que «Hay que probar lo que no se ha hecho en estos últimos 40 años: la radical deslegitimación del nacionalismo ».