Cataluña

El consejero Santi Vila duda sobre la «utilidad y consecuencias» de la DUI

Presión de partidos, profesionales y sociedad civil para evitar lo irreversible

Santi Vila, consejero de Empresa de la Generalitat INÉS BAUCELLS
Àlex Gubern

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Máxima presión sobre Carles Puigdemont para que evite el desastre. De derecha a izquierda, entre colectivos profesionales y sociales, la presión para que el presidente de la Generalitat rebaje la tensión y no siga adelante con la pretensión de aprobar la declaración unilateral de independencia (DUI) se redobla. A medida que el proceso soberanista se adentra en su hora más grave, el independentismo ha entrado en fase de vértigo, algo que el discurso de Su Majestad el Rey del pasado martes ha acrecentado. «Parece que el soberanismo no había entendido hasta ahora que esto va muy en serio. Tras las palabras del Rey se han dado cuenta de que el Estado no vacilará para reestablecer la legalidad», apuntaba ayer jueves a este diario un diputado de un partido constitucionalista.

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Solo la suspensión cautelar por parte del Tribunal Constitucional del pleno del próximo lunes -a la espera de saber si la petición de nueva sesión de CSQP prospera- ha aliviado algo una presión que en las últimas horas ha sido intensísima. La fractura en el PDECat entre el sector más «moderado» y el que, capitaneado por Puigdemont, está dispuesto a quemar las naves es evidente.

Ayer, en un artículo en el diario «Ara», el consejero de Empresa, Santi Vila , apuntó que aunque una «eventual DUI» sería «humana y políticamente comprensible, atendiendo las advertencias de la comunidad mundial, de los sindicatos y de las empresas, es importante reflexionar sobre su utilidad y consecuencias». Antes de la decisión de aprobar la DUI, Vila apunta que la prioridad debe ser «dar una última oportunidad al diálogo».

En medios políticos se daba ayer por descontado que en sectores del partido la suspensión del pleno fue acogida con alivio, como una posibilidad de ganar unos días para intentar evitar el choque definitivo, que pasaría obviamente por evitar la declaración unilateral, o al menos convencer a Puigdemont para ir a lo que se ha conocido como una una DUI «diferida», abriendo la puerta a unas autonómicas a medio plazo. «Ni DUI ni 155, sino negociación», apuntan en el PSC, partido que ha forzado la suspensión del pleno al TC.

Reunión con Puigdemont

En esta misma línea, y con una petición expresa a Puigdemont para que no apruebe la declaración unilateral, hoy se reúne con el presidente catalán una representación de la comisión prodiálogo impulsada por el Colegio de la Abogacía de Barcelona. La comisión insta a la Generalitat y al Gobierno a llevar a cabo una mediación que lleve al «restablecimiento ordinario de las instituciones de autogobierno en Cataluña, descartando por todas las partes ninguna decisión inmediata sobre el modelo político organizativo». Impulsada por el ICAB, forman parte de la comisión CC.OO., UGT, las universidades, la Cámara de Comercio y diversos colegios profesionales, entre otros. A la presión sobre Puigdemont para que evite la DUI se sumaron ayer los dos principales rotativos que se editan en Barcelona, así como numerosos opinadores.

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