Rafael Catalá, ha inaugurado este lunes en Santander el curso «Una Justicia de futuro»
Rafael Catalá, ha inaugurado este lunes en Santander el curso «Una Justicia de futuro» - Serrano Arce

Catalá quiere reformar el CGPJ para legitimarlo socialmente

El titular de Justicia considera, sin embargo, que el sistema español es «independiente», aunque reconoce que la ciudadanía no lo estima de la misma forma

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El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha expuesto este lunes las políticas que pretende implementar si finalmente cristaliza un Ejecutivo liderado por el PP en las próximas semanas, algo de lo que se ha mostrado convencido. El titular de la cartera ministerial quiere dotar a la Justicia de mayor agilidad, modernizar sus sistemas, trabajar por un gran consenso político en la materia y orientarla a las necesidades de los ciudadanos. Precisamente por esto, para responder al clamor popular, Catalá ha admitido su intención de revisar el modelo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para mejorar su legitimidad en un momento en el que se cuestiona la independencia de jueces y magistrados.

«Creo que tenemos una justicia independiente pero esa no es la percepción de la sociedad», ha reconocido el ministro, quien ha reiterado su predisposición de remozar el sistema judicial «teniendo en cuenta las demandas sociales».

En este un punto es donde entraría en juego una hipotética reforma del organismo presidido por Carlos Lesmes, según ha avanzado en una ponencia durante su visita a los cursos de verano que organiza la Universidad Menéndez Pelayo en Santander.

«Habrá que abordar el diseño propio del CGPJ», ha previsto Catalá, quien también ha manifestado su preocupación porque «una institución que nació para fortalecer el autogobierno de los jueces» esté, en lo que se refiere al proceso de elección de sus vocales, «en la base de una cierta deslegitimación de la independencia del Poder Judicial».

Revisar vocalías

Un cambio en el modelo del CGPJ entra en el apartado de esas reformas de calado que implicarían una reforma constitucional, especialmente si se quiere modificar el número de vocales, y a ello ha hecho referencia Catalá. «Si estamos ante una legislatura en la que la reforma constitucional puede ser abordada, por qué no revisar el elemento determinante de los vocales del Consejo, que puede ser uno de los elementos que condiciona su organización y funcionamiento», ha comentado el ministro, quien ha insistido en que esta reforma «podría estar encima de la mesa para su revisión».

Transparencia, calidad y agilidad

Además de la reforma del CGPJ, el popular ha tendido la mano al resto de fuerzas políticas a formar parte de «un gran consenso» que asegure la regeneración y la transparencia en la Justicia española y que además continúe el camino andado en la lucha contra la corrupción. Para ello, Catalá ha esbozado que el proyecto de su partido quiere limitar las puertas giratorias entre política y justicia, ya que «el tránsito inmediato no es razonable»; «limitar el derecho de gracia o indulto», especialmente en casos de delitos contra la Seguridad Vial, de violencia de género o corrupción; y vigilar de cerca la acción de los lobbies, aunque su acción sea legítima.

Como no podía ser de otra forma, el ministro en funciones ha indicado que desde su gabinete deben seguir trabajando «por la agilidad y la especialización de la Justicia» y ha animado a los ciudadanos a explorar diferentes vías de resolución de conflictos que no entronquen con lo penal siempre que se pueda hacer así. «Es innecesario e improductivo poner en marcha el mecanismo de la Justicia en algunas ocasiones. Por ejemplo, una disputa de 200 euros no justifica poner en marcha un proceso judicial penal», ha considerado. Del mismo modo, Catalá ha apostado por «seguir trabajando» en la renovación tecnológica de las administraciones judiciales para mejorar el servicio a la sociedad.

Abiertos a negociar

«Es un clamor que después del 26-J España necesita superar cuanto antes esta situación de transitoriedad y necesita que haya un Gobierno», ha repetido Catalá, quien también ha avanzado que en el PP están dispuestos a negociar algunas cuestiones, especialmente las que atañen al futuro de los españoles. «No creo que la negociación deba materializarse en temas puntuales y concretos, sino en el proyecto y en las grandes líneas de reforma», ha aclarado el ministro, quien también ha confirmado que será difícil dar marcha atrás a las medidas implementadas por el PP durante la décima legislatura.

«Si ahora nos dicen que hay que darle la vuelta a todo lo que hemos hecho, pues no es fácil, pero no por un empecinamiento, sino porque creemos que esas reformas son las que han permitido volver a la senda de la recuperación», ha recalcado el ministro en funciones, quien también ha vuelto a expresar la disposición de Rajoy para negociar en pos de un Gobierno estable: «A nadie le estamos pidiendo un apoyo para llevar adelante nuestroprograma electoral sin cambios. Somos muy conscientes de que estamos en un escenario en el que no hay mayoría absoluta, por lo tanto tenemos que negociar y ponernos de acuerdo».

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