Simulación de un agente virtual encubierto
Simulación de un agente virtual encubierto

La captación de yihadistas: una maquinaria letal con 30 productoras de propaganda

El potencial de Daesh para captar yihadistas extranjeros ha crecido un 70% con internet

Madrid Actualizado: Guardar
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La guerra contra el Daesh, además de no ser convencional porque no se libra en frentes de batalla, sino que llega a cualquier parte del mundo –Bruselas es solo el último ejemplo– tiene también otro escenario clave, las redes sociales, utilizadas como inmejorable herramienta de propaganda por los terroristas. Muy lejos quedan aquellos primeros vídeos caseros que grababa Osama bin Laden, con discursos largos que apenas seducían. Ahora, esta organización cuenta con una auténtica maquinaria compuesta por más de 46.000 cuentas solo en twitter, con una media de un millar de seguidores cada una, y nada menos que 30 productoras que elaboran los contenidos que se distribuyen por las distintas plataformas, cada una de ellos dirigido a un sector concreto.

Según datos recogidos por Evangeline O’Regan, jefa de medios digitales de la Oficina de Comunicación de Defensa, cada día se ha difundido un promedio de tres vídeos y 15 reportajes nuevos, cada vez con mayor calidad y, por tanto, más atractivos

Internet, por tanto, ha sustituido en gran medida a las mezquitas radicales como lugares donde reclutar combatientes. Además de llegar a muchas más personas, las redes sociales tienen la ventaja añadida de que son infinitamente más difíciles de controlar por las Fuerzas de Seguridad y los servicios de Inteligencia, de modo que la impunidad es notablemente mayor.

«Dark web»

Esta capacidad del Daesh para inundar la red con sus mensajes es clave para el reclutamiento de nuevos terroristas, hasta el punto de que se calcula que el potencial para enrolar a nuevos terroristas extranjeros en sus filas ha crecido un 70 por ciento. Por ello, los servicios de Inteligencia de todo el mundo están diseñando estrategias para combatir esta realidad, introduciendo mensajes en la red que echen por tierra los falsos argumentos utilizados por el Daesh en su propaganda.

Asimismo, es a través de internet como muchas veces los terroristas planifican y coordinan sus ataques, y hacen sus operaciones económicas o de compra de armamento, por lo que es imprescindible actuar en ese terreno como un frente de guerra más si se quiere ganar la lucha contra el terror. Todas estas actividades criminales se realizan en lo que se conoce como la «dark web» (red oscura).

En lo que tiene que ver con la propaganda, los creadores de los mensajes en las redes sociales tienen como objetivo principal jóvenes de 25 años a quienes no les es desconocido el mundo radical musulmán, bien por su familia o su círculo de amistades, y que necesitan un último impulso para dar el paso de enrolarse en las filas del Daesh. Se les hacen llegar discursos positivos, idílicos, listos para calar en individuos con poca capacidad crítica.

Más allá, están quienes ya están enrolados en las filas del Daesh, que también necesitan su «alimento» para que su ánimo no desfallezca. Para ellos están pensados reportajes específicos que cantan las bondades del Califato.

La situación es cada vez es más difícil porque los terroristas han logrado ya crear su propio «whatsapp», que les permite el intercambio de mensajes de forma segura.

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