Adriana Lastra durante la comparecencia ante los medios en Ferraz
Adriana Lastra durante la comparecencia ante los medios en Ferraz - EFE

Los barones no siguen el pulso de Díaz ante la satisfacción de Ferraz

La dirección federal ve agotado el proyecto de Díaz como líder política nacional

Madrid Actualizado: Guardar
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Pedro Sánchez y sus colaboradores más cercanos afrontan sin preocupación lo que entienden como últimos coletazos de Susana Díaz en su dimensión política nacional. El domingo Sánchez tuvo que comparecer en primera fila y con buena cara a la demostración de la líder andaluza de que se repliega en su poder orgánico e institucional del sur. Pero sin intención de permanecer silente ante las decisiones de Ferraz. «Sólo te pido que no me hagas elegir entre las dos lealtades porque soy la presidenta de todos los andaluces», dijo Díaz. Una declaración que se interpretó como advertencia o desafío.

Pero en Ferraz hay tranquilidad a ese respecto. Se preguntan con cierto sarcasmo además si con esas palabras Díaz está reconociendo que habría sido incompatible ser presidenta de Andalucía y secretaria general del PSOE, como aseguró que pretendía ser.

Las palabras de Díaz este fin de semana no agradaron, pero ya no preocupan.

La dirección federal se pone a disposición del socialismo andaluz, para fortalecerlo y que pueda ganar las elecciones
Adriana Lastra

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, compareció ayer tras la Ejecutiva Federal respondiendo a Díaz, aunque en todo momento evitó críticas abiertas: «En el PSOE nunca ha existido esa dicotomía de tener que elegir entre dos lealtades», dijo la número dos de Sánchez. A partir de ahí, una suerte de comentarios positivos que se enmarcan en el precepto sanchista de «Tú a San Telmo y yo a la Moncloa». Lastra aseguró que la dirección federal se pone «a disposición del socialismo andaluz, para fortalecerlo y que pueda ganar las elecciones», y a la vez esa victoria sirva para «apuntalar» el resultado posterior de Sánchez en toda España. Una relación de mutua necesidad. Pero las palabras de Lastra esconden un mensaje: En Ferraz están convencidos de que tendrán que bajar a hacer campaña a Andalucía porque la marca de Díaz y del PSOE andaluz no cotiza al alza.

«Se ha quedado sola»

El discurso de Díaz el pasado fin de semana se ha entendido en Ferraz en clave interna, como un intento de reivindicar su posición orgánica e institucional en Andalucía. Y el conflicto de la plurinacionalidad como el último coletazo del enfrentamiento interno. «Las resoluciones del congreso federal son de obligado cumplimiento para todo el PSOE», repitió ayer Lastra.

En privado en Ferraz creen que la resistencia a reivindicar la plurinacionalidad «es una bandera que necesita para reivindicarse», dicen desde el entorno del secretario general. «No creo que sea un intento por marcar un perfil propio sino una constatación de que está sola», dicen otras fuentes de Ferraz que constatan cómo la cuestión de la plurinacionalidad no genera fricciones con barones rivales como por ejemplo Ximo Puig, con quien desde Ferraz se esfuerzan en proyectar la sensación de una nueva etapa de relaciones. «Con Ximo hay buen rollo», aseguran incluso. En el PSPV confirman «que no se va a hacer seguidismo a Susana en el tema del modelo de estado» y ven «agotado» su liderazgo.

Tampoco existe problema en esta cuestión con Guillermo Fernández Vara, que ha asumido la presidencia del Consejo de Política Federal, aceptando ese principio sin discusión. Todos ellos coinciden en que la cuestión nuclear será la reforma de la financiación autonómica.

En Ferraz dan por liquidado el debate, y ayer Lastra volvió a recordar que su propuesta es la que hacía la fundación Alfonso Perales, que funciona como instituto de ideas del PSOE andaluz. De hecho, en el año 2013 y en el marco de la preparación de la Conferencia Política del PSOE en Granada, el «grupo de reflexión» que los socialsitas andaluces crearon sobre «la reforma de la Constitución para el establecimiento de un modelo federal para España» se apuntó por primera vez a esta idea: «o ese Estado federal se conforma como Estado plurinacional o se nos presentarán dificultades prácticamente insalvables para el nuevo pacto que ha de permitir en el futuro la integración en el Estado español».

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