La avalancha de pateras pone a prueba los medios de salvamento y acogida

Las Fuerzas de Seguridad, la Armada y las ONG necesitan más medios humanos y materiales

Almería Actualizado: Guardar
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Andalucía es la principal puerta de entrada de los inmigrantes llegados en patera. La «desesperación» parte desde la costa africana, un viaje que se inicia meses o incluso años antes desde los países surafricanos. Más de 207 «infra embarcaciones» han sido rescatadas en lo que va de año con 5.082 personas a bordo, lo que supone un 192% más que en el mismo periodo del año anterior. Tan solo el sábado 152 personas fueron rescatados en tres embarcaciones interceptadas en el Estrecho y otros 72 fueron localizados en dos pateras en el mar de Alborán.

Estos datos obligan a las Fuerzas de Seguridad, Salvamento Marítimo y ONG a multiplicar sus esfuerzos y medios para dar una respuesta adecuada a esta situación.

El fenómeno migratorio está desbordando al Gobierno, principalmente en Almería, Cádiz y Granada, donde se registra el mayor número de inmigrantes. Por ello, es necesaria una adaptación de las infraestructuras que se ubican en los puertos andaluces mientras es también «crítico» el estado de los centros de internamiento de inmigrantes. Concretamente, en Almería el propio delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunció el pasado mes de mayo la llegada de refuerzos policiales para actuaciones relacionadas con la inmigración irregular. Sin embargo, los representantes de los cuatro sindicatos policiales que asisten a la mayor parte de los funcionarios de la Policía Nacional en la Comisaría Almería denuncian «la grave deficiencia de personal», por lo que temen que «durante este verano no puedan atender la seguridad ciudadana en la provincia» debido a la llegada masiva y constante de pateras al puerto almeriense.

La Policía Nacional se encarga de gestionar el centro de acogida temporal, como es el caso del ubicado en el Puerto de Almería, así como de identificar a los extranjeros que acceden de manera irregular al país, tramitar sus expedientes de expulsión y, en su caso, de trasladarlos a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Actualmente en Andalucía solo hay un CIE, en Algeciras, ya que el centro de Málaga se cerró por su manifiesto deterioro.

Nuevo centro en Algeciras

En los CIE, que se crearon en 1985, se custodian a los extranjeros para garantizar su expulsión. Sin embargo, estas instalaciones se convierten en centros de reclutamiento de inmigrantes que, en la mayor parte de las ocasiones, no pueden ser repatriados. Las declaraciones de asilo, menores de edad, enfermedades crónicas o mujeres víctimas violencia de género son algunas de las condiciones para evitar esa expulsión. Desde numerosas ONG denuncian «las terribles condiciones que pasan los inmigrantes durante su estancia». Además, también existen los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes, los denominados CETI, unas instalaciones donde de forma provisional se retienen a los indocumentados que se rescatan de las pateras. En Algeciras ya se proyecta un nuevo centro, que según el delegado del Gobierno contará con servicios e infraestructura para cambiar el modelo de acogida de inmigrantes «más social y abierto», sobre todo para aquellos en tránsito. La cuestión es qué hacer mientras se multiplica la llegada de las pateras. Antonio Sanz reconoce que hay más presión para los profesionales que actúan en tierra en la recepción de los inmigrantes, pero descarta que haya peligro de desbordamiento del dispositivo, ya que están preparadas medidas de emergencia como la adecuación de polideportivos, medida que ya se utilizó ante la llegada de 1.200 inmigrantes a las costas de Algeciras.

En el mar la experiencia y dotación de los equipos de Salvamento Marítimo evita catástrofes. Su labor es indiscutible. En los últimos días han rescatado a 423 personas en 17 pateras, desde las 10:00 horas del 21 de junio hasta las 18:00 horas del 22 de junio en las costas españolas (Almería, Cádiz, Málaga, Granada, Murcia y Ceuta). El organismo dependiente del Ministerio de Fomento despliega todos sus recursos, medios marítimos y aéreos, para rescatar a los inmigrantes «de la mejor forma posible».

En muchas ocasiones reciben el aviso de cooperantes de alguna ONG. A partir de esa llamada, activan el protocolo de actuación y localizan las pateras. En el caso de Andalucía, coordinados por los centros de Tarifa o Almería, se encargan de rescatar a los inmigrantes y trasladarlos al puerto más cercano. «La evolución de los movimientos migratorios por mar ha mostrado una evolución desigual. En 1996 tuvimos el primer episodio, con un incremento que fue constante hasta 2006. Desde 2010 hasta la actualidad las cifras se han ido incrementado, doblando en 2016 el número de rescates respecto al año anterior. Esta tendencia se mantiene de forma imparable, y a fecha de hoy, casi hemos duplicado las cifras», explica el jefe del centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Almería, Miguel Zea.

Para atender este tipo de operaciones, Salvamento Marítimo cuenta con unidades aeromarítimas distribuidas estratégicamente en toda la costa andaluza. En el caso de Cádiz, en Tarifa, también sufren este año el incremento de inmigrantes llegados en patera. «Hemos rescatado a fecha de hoy casi a tantas personas como en todo el pasado año. Mientras que en las aguas del Estrecho viajan entre cinco y doce personas, en la parte del Mar de Alborán, las embarcaciones neumáticas a motor pueden llegar a contar con hasta más de cincuenta personas», señala el jefe del centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Tarifa, Adolfo Serrano.

La recepción de los inmigrantes, su custodia en dependencias no policiales, el traslado de todos ellos a las sedes judiciales provinciales, su posterior conducción al CIE, la reseña de un gran número de detenidos y los trámites de extranjería hacen que «nos preguntemos que ocurrirá en el periodo vacacional cuando un tercio de la plantilla está de descanso, además de la Operación Paso del Estrecho con más de 455.000 viajeros y 95.000 vehículos que se prevé pasarán por el Puerto de Almería».

Desde Almería Acoge, asociación con más de treinta años de trayectoria, se concentran cada vez que hay un naufragio, justo a las 48 horas, el tiempo estimado para determinar que los ocupantes de las pateras no saldrán con vida del mar. «Tenemos nombres reales de las personas que han desaparecido en un naufragio y también en su travesía por el desierto.

Amigos, familiares e incluso compañeros de viaje nos preguntan si sabemos algo. Por ello, desde hace más de veinte años realizamos concentraciones cuando tenemos conocimiento de una tragedia en el mar», afirma el director de Almería Acoge, Juan Miralles. Desde algunas ONG piden a las autoridades poner fin a este fenómeno, una reacción a la situación política y económica, que padecen en el África Subsahariana, una lucha «desesperada» por la que se juegan la vida miles de personas en el mar. No se habla de un viaje de «esperanza», sino de «desesperación».

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