Detención de Sorzábal y Pla
Detención de Sorzábal y Pla - EFE

La Audiencia Nacional reclama a Francia la entrega de la última jefa de ETA

El juez procesa a Iratxe Sorzábal por un atentado que causó la muerte en 1995 del policía Eduardo López

Madrid Actualizado: Guardar
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El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González ha reclamado a Francia la entrega de Iratxe Sorzábal, la última jefa de ETA, por un atentado en 1995 que provocó la muerte del policía nacional Eduardo López Moreno. Sorzábal fue detenida el pasado septiembre en una casa rural en la localidad francesa de Saint-Etienne-de-Baygorri, junto al etarra David Pla, en una operación que supuso el certificado de defunción de la banda terrorista. Ambos están en prisión en Francia.

El magistrado ha procesado a Sorzábal, junto a los también antiguos miembros del comando Ibarla de ETA Marcos Sagarzazu y Francisco Javier Irastorza, por un atentado con una bomba en el cuartel de la Guardia Civil en la localidad navarra de Endarlza.

El policía López, que se encontraba en el cuartel, sufrió unas graves heridas por la explosión, que se produjo meses más tarde de la colocación del artefacto, en abril de 1995, heridas que le provocaron la muerte.

El juez solicita la entrega de Sorzábal y libra una comisión rogatoria para que se le notifique el auto de procesamiento, se le tome declaración indagatoria y se realicen las diligencias necesarias para concluir el caso, que fue reabierto tras la detención de la etarra. El magistrado les procesa por un delito de atentado terrorista con resultado de muerte y les impone una fianza de un millón de euros.

La supuesta implicación de Sorzábal, la etarra que leyó en euskera el comunicado por el que la banda anunció el cese del terrorismo en 2010, queda patente según los informes de la Policía y la Guardia Civil, las declaraciones de la propia terrorista y documentación incautada a la banda. Sorzábal «era miembro activo del comando, interviniendo en la preparación y en el transporte de un artefacto que inicialmente iba a ser destinado a un atentado contra un empresario de la localidad de Irún».

La etarra, que ha protagonizado diversas huidas y participó en el secuestro de Miguel Ángel Blanco al alquilar la bajera donde fue recluido el político del PP, aportó ademas «datos muy concretos, precisos y detallados» sobre la actividad del comando, que permiten corroborar que los tres etarras colocaron la bomba en el cuartel, según un informe de la Guardia Civil.

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