Fotografía de archivo de Artur Mas
Fotografía de archivo de Artur Mas - Inés Baucells

Artur Mas se presenta en Berlín como salvador de Europa

El político catalán explicó que «Cataluña puede ayudar a definir el proyecto europeo», que concibe «más parecido a los Estados Unidos de Europa»

Berlín Actualizado: Guardar
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Artur Mas presentó este martes al independentismo catalán como «una oportunidad para Europa» en un acto financiado por la Asamblea Nacional de Cataluña en el Urania, un céntrico cine de la capital berlinesa en el que el ex presidente de Cataluña escenificó junto al escritor alemán Michael Ebmeyer, becado por el Instituto Ramon Llull, un diálogo titulado precisamente así: «Catalunya es una nueva oportunidad para Europa». Tras explicar a un público compuesto por 49 personas que el estado catalán y la Generalitat existieron desde la Edad Media, hasta que fueron eliminados por Franco, y calificar como «desastre total» la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010, pasó a describir cómo será la Cataluña independiente, a la que calificó como la «Dinamarca del Mediterráneo» y que describió sin rubor como «un país próspero y sin paro, con oportunidades reales para la gente, con una economía abierta al mundo entero y una democracia de calidad en la que haya un verdadero equilibrio entre derechos y obligaciones».

En un intento de aterrizar, reconoció que «tardaremos al menos una generación en lograrlo» y tranquilizó a uno de los asistentes, interesado por si la Cataluña independiente sería bilingüe, asegurando que «defendemos los derechos lingüísticos y el castellano es también la lengua de algunos de nuestros habitantes».

Mas justificó el título del evento explicando que Cataluña y su independentismo vienen a salvar Europa «porque daremos un ejemplo de democracia viva capaz de cambiar las cosas, un ejemplo que la Unión Europea necesita mucho en estos momentos». Alguien entre el público le señaló que la UE parece reticente a reconocer una Cataluña independiente, a juzgar por las declaraciones del gobierno de Berlín, pero este detalle no restó empuje al ex presidente catalán, que apuntó que «los británicos quieren salirse, nosotros queremos quedarnos, la pregunta es si serán capaces de echarnos cumpliendo todas las condiciones».

El político catalán explicó que «Cataluña puede ayudar a definir el proyecto europeo», que concibe «más parecido a los Estados Unidos de Europa». Avanzó que, tras una victoria del independentismo en el referéndum, Cataluña abrirá negociaciones con Madrid y con Bruselas. Sobre las negociaciones con Madrid no es muy optimista, pero con los socios europeos parece tener más esperanzas, y en reiteradas ocasiones tomó como ejemplo la estructura federal alemana, lo que llevó a un alemán entre el público a señalar que «la comparación con Alemania no es posible por un problema legal, la Constitución, ya que en Alemania sería impensable que uno de los Bundesländer emprendiese una votación que violase la ley fundamental».

Esta apreciación dio pie a un pequeño debate en el que Mas cambió de referencia, viajó desde Alemania a Escocia y a Canadá, par afijar Quebec como el ejemplo del proceso catalán. Defendió que “en Canadá la Constitución tiene una cláusula» que hizo posible el referéndum, a lo que su interlocutor discutió que «ya, pero en España no hay esa cláusula». Mas insistió en que «no la hay porque los catalanes somos el 16% de la población, pero si fuésemos mayoría la habría» y terminó afirmando que «es cierto que tenemos un problema legal con la legalidad española, pero podemos ser amparados por la legalidad internacional».

Otros de los asistentes estaban preocupados por cuestiones más «pragmáticas», como una señora que preguntó en catalán si podía dar garantías de que «el referéndum servirá para algo, porque hay gente pensando en comprar un billete de avión para ir a votar», dando a entender que los precios no son precisamente baratos y obteniendo como respuesta que «la participación sí será determinante en el resultado».

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