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Operación en la que fue encontrado en Francia el mayor zulo de ETA desde 2004 - EFE

ETA anuncia para el 8 de abril su desarme unilateral obligada por la presión policial

Intenta hacer de la entrega de las armas un gigantesco acto propagandístico y no dice nada de su disolución

Madrid Actualizado: Guardar
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La banda terrorista ETA, derrotada por el Estado de Derecho y apenas reducida a unas decenas de individuos sin preparación, estructura ni prestigio en la sociedad vasca, anunció ayer, a través de una entrevista en «Le Monde», que el 8 de abril habrá completado su desarme «unilateral y sin condiciones». Algunos quisieron ver en ello un «paso adelante» en el fin de la pesadilla; la realidad, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, es que se trata del último intento del grupo criminal de hacer de este asunto un gigantesco acto de propaganda de cara a su clientela, toda vez que la organización ya no es una amenaza real para la seguridad. «Nosotros vamos a seguir en la misma línea; si al final hacen algo en este sentido, lo que aún no está claro al no haber anuncio oficial, será, simplemente, porque la presión de las Fuerzas de Seguridad españolas y francesas les ha obligado a ello».

Las expectativas sobre el alcance de ese supuesto desarme de ETA perdieron fuelle a lo largo del día. En un principio se especuló con la posibilidad de que la banda terrorista leyera un comunicado en la BBC, el mismo medio elegido por los terroristas para anunciar el «cese de la violencia» el 20 de octubre de 2011.

Detenido en Francia

Sin embargo, al final todo quedó reducido a la entrevista en el citado rotativo francés al dirigente del movimiento ecologista y social «Bizi!», Jean-Noël Etcheverry, «Txetx», quien fue detenido con otros cuatro representantes asociativos el pasado 16 de diciembre en la localidad vascofrancesa de Louhossoa junto a un depósito de armas de ETA que, según afirmaron, pretendían inutilizar pero no destruir. Interior aseguró que querían destruir el arsenal de la banda y borrar pruebas.

Este individuo aseguró al rotativo francés que «ETA quedará totalmente desarmada en la tarde del 8 de abril», y añadió que en el proceso participarán varios cientos de personas pertenecientes a las organizaciones de la sociedad civil y cargos electos del País Vasco francés.

En principio, si se confirman las informaciones procedentes del mundo proetarra, intermediarios civiles notificarán a la Justicia francesa, en nombre del grupo criminal, la localización de los zulos para que proceda a la recogida de las armas. Se haría con la supervisión del llamado Comité Internacional de Verificación, coordinado por Ram Manikanningam, así como por el Gobierno vasco.

La banda terrorista ha intentado ya en el pasado varias operaciones propagandísticas de entrega de armas, algunas tan ridículas como la de 2014, cuando unos presuntos «verificadores internacionales» reconocieron en la Audiencia Nacional que los terroristas se habían llevado las mismas armas que habían dicho que entregaban.

Las fuentes antiterroristas consultadas por ABC aseguran que «los continuos golpes a la banda y la localización de numerosos zulos con armamento han hecho que este material se haya convertido en un lastre para los terroristas, que ya no saben qué hacer para deshacerse de él». Las fuentes consultadas insisten en que ni España ni Francia van a colaborar con esa supuesta entrega de armas, tal como pretende el grupo criminal, ni tampoco detendrán sus investigaciones para localizar los zulos y a los pocos etarras que aún están activos.

Una de las grandes incógnitas es saber cuántas armas y explosivos están aún en poder de los etarras. Las fuentes consultadas aseguran que tras las últimas intervenciones contarían, en el mejor de los casos para los terroristas, con unas 150 pistolas y tres toneladas de material explosivo. Las primeras estarían ya oxidadas, por lo que tendrían que ser de nuevo engrasadas para que se pudieran utilizar; y sobre el segundo hay que destacar que la mayoría estaría caducado, lo que le hace mucho más inestable y por tanto difícil de utilizar.

Dos condiciones

Por ello, la localización del armamento es importante para las Fuerzas de Seguridad pero no un asunto decisivo. «Es evidente que trabajamos por encontrar ese material, no nos gusta la idea de que esté fuera de control. Pero también es cierto que la banda está absolutamente derrotada y sin capacidad de reacción».

La entrega de armas ha sido siempre una condición imprescindible, pero no única, para que el Gobierno cambie de política antiterrorista. De hecho, la segunda condición es la disulución de ETA, algo sobre lo que la organización aún no se ha pronunciado, o que fue destacado por distintos líderes políticos, empezando por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El anuncio de la entrega de las armas, por lo demás, fue acogido con absoluta «frialdad y tranquilidad» por parte de los responsables de la lucha contra el terrorismo que tienen muy presente que todavía queda bastante trabajo por hacer para cerrar definitivamente este capítulo.

Hay que recordar que todavía quedan demasiados asesinatos impunes y además hay numerosos etarras -una veintena- que tienen pendientes reclamaciones judiciales y que son buscados por todo el mundo. El último que cayó fue Ángel Tellería, en México, que participó en nueve asesinatos, entre ellos el de una inspectora de la Policía, y que ya está encarcelado en España a la espera de juicio.

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