Anticapitalistas plantea un «programa de ruptura» que no se acerque al PSOE y restar poder a Iglesias

El tercer actor en juego en la batalla por el control de Podemos pone encima de la mesa sus propuestas. Los anticapitalistas hacen gala de haber mantenido la «coherencia» en los casi tres años de vida de Podemos. El eurodiputado Miguel Urbán y la líder andaluza, Teresa Rodríguez, han presentado su hoja de ruta para el nuevo rumbo de Podemos.

Los dos fueron de los primeros cargos públicos que tuvo Podemos, pero la corriente anticapitalista mantiene su tesis de que «no hay nada que normalice más que las instituciones», en palabras de Urbán, que estima que «esto se combate conectando con las luchas y la calle». Para los anticapitalistas la tesis de Errejón de demostrar la utilidad de Podemos mediante acuerdos con el PSOE y otros partidos para demostrar utilidad desde ya y hacer oposición al PP tiene un riesgo.

«No podemos mimetizarnos con el bipartidismo que nacimos para derrotar».

El documento que hoy han presentado los anticapitalistas señala como eje principal de acción una «política de oposición a la gran coalición», que a su juicio pasa por «no mimetizarse, ni en la forma de hacer política ni en el proyecto y políticas que defendemos, con el PSOE y, por tanto, por no ser subalternizarnos». Según los anticapitalistas esta premisa debe cumplirse en todos los niveles territoriales. «Esto pasa por evitar acuerdos de mínimos que faciliten a medio plazo la vuelta a normalidad del viejo orden».

La reciente consulta a las bases arrojó para los anticapitalistas un apoyo en torno al 10%. Pero esa fuerza puede ser clave para desnivelar la balanza y, como está sucediendo, ganar visibilidad. Mientras Iglesias y Errejón no lleguen a un acuerdo, su peso puede ser clave para desnivelar la balanza en un documento compartido con el secretario general. El partido tiene en Andalucía, con Teresa Rodríguez, su mayor feudo. Su presencia es también importante en Madrid donde fueron fundamentales para que Ramón Espinar se hiciese con la victoria. También pertenecen a esta familia los secretarios generales de Navarra y Cataluña.

La tesis política de la que parte su propuesta es la de «preparar una perspectiva de gobierno rupturista y constituyente, con un programa de reformas que ataquen al poder económico y político de las élites». La prioridad de acción es opuesta a la de Errejón, ya que anticapitalistas prioriza «la lucha social» a través de un trabajo para «tejer alianzas» entre todos los espacios políticos que surgieron tras el 15M. «Uno de los objetivos prioritarios es que en la próxima cita electoral podamos construir candidaturas que vayan más allá de una suma de siglas y de una unión por arriba, conformar un bloque social y político contra-hegemónico, a varias escalas, desde los barrios hasta el conjunto del Estado», señala el documento de anticapitalistas.

Ese texto abunda en la óptica de que cualquier reforma es insuficiente. Para los anticapitalistas Podemos debe ser un proyecto que promueva el choque y el rechazo frontal al actual modelo económico y a las reglas de la Unión Europea. El documento señala que en un futuro programa de gobierno debe considerarse un «elemento básico» la perspectiva de «poner al servicio de la sociedad el sector bancario y energético». Algo que asumen que «inevitablemente va a chocar con acreedores, intereses privados y unas instituciones (UE, FMI, Banco Mundial) con las que, como nos muestra el caso griego, la estrategia de la negociación está condenada al fracaso».