En el Ayuntamiento de Ambite (Madrid) se celebraron cuatro bodas entre españoles y marroquíes una mañana; en la imagen los contrayentes
En el Ayuntamiento de Ambite (Madrid) se celebraron cuatro bodas entre españoles y marroquíes una mañana; en la imagen los contrayentes - ABC

Amor y boda postiza, el coladero para ser europeo en tres meses

La Policía localiza 527 matrimonios falsos con españoles a unos 7.000 euros por amaño

MADRID Actualizado: Guardar
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«No sé el nombre de la mujer con la que me casé. Era marroquí con el nombre muy raro; fue hace siete u ocho meses en un pueblo que estaba lejos. Mi amigo Cristian me dijo que me darían 800 o 900 euros». Ismael se «casó» el 12 de diciembre de 2014 en Ambite (Madrid) con Najate B. aunque todo el expediente de matrimonio era falso y la novia ni siquiera fue a su boda -la sustituyó otra compatriota ebria- ni se enteró de que estaba casada hasta que la detuvo la Policía siete meses después. Ese mismo día en ese pueblo madrileño de 607 habitantes y cuestas empinadas se celebraron cuatro enlaces a la vez en el Juzgado de Paz, como lo acredita una foto (sobre estas líneas) tomada desde la mesa de la jueza.

Tres de los novios eran españoles, ansiosos por ganar unos euros; ellas, marroquíes en busca de la tarjeta de residente comunitario. Todos figuran como detenidos en la operación «Faraón».

«Faraón» es la historia de una farsa, la historia de amores de contrabando en los que el amor es una entelequia y el fin, el «pasaporte» a Europa en solo unos meses. En medio transacciones económicas y papeles fraudulentos moviéndose a velocidad vertiginosa. La Brigada de Extranjería y Fronteras de Madrid ha localizado ya 527 expedientes de matrimonio civil falso en seis pueblos: Ambite, San Agustín de Guadalix, Los Santos de la Humosa, Recas, Yélamos de Arriba y Torija y ha detenido a 168 personas. Once son miembros de la organización; el resto, contrayentes. Cinco juzgados de tres provincias investigan estas bodas de conveniencia.

Gitanas «a la carta»

El goteo de arrestos es continuo desde que el Grupo III de la Brigada detectó en 2014 enlaces atípicos entre egipcios y gitanas en los pueblos madrileños de Ambite y San Agustín de Guadalix. Las solicitudes de residencia se habían pedido nada más celebrarse la boda; los certificados de empadronamiento eran de muy poco antes y seis de la las mujeres de etnia gitana habían sido contratadas por el mismo dueño de un locutorio, regentado por un ciudadano de Bangladesh. Aquello era la «ONU» del pillaje, tosco y de brocha gorda.

Se busca a la novia entre españolas, muchas de etnia gitana, que necesitan dinero

Horas y horas de minucioso trabajo pusieron al descubierto una organización criminal dedicada a preparar los expedientes para las bodas de conveniencia. Los miembros del grupo, de distintas nacionalidades, se reparten las funciones con eficacia. Unos organizan enlaces entre extranjeros no comunitarios que viven fuera de España (parte del grupo está en Francia) y que no han podido obtener su permiso de residencia en ese país o en Italia por medios ordinarios. Se busca a la novia entre españolas, muchas de etnia gitana, que necesitan dinero y acceden a casarse dado que su «marido» solo se quedará en nuestro país el tiempo imprescindible para obtener su tarjeta.

A la tercera, lo lograron

El novio suele llegar el mismo día de la boda, y volver cuando tiene que poner su huella en la tarjeta de residencia, y más tarde retirarla. Paga a cambio entre 10.000 y 13.000 euros. El grupo de los egipcios lo hizo de este modo; el más caro. Casarse o tener una pareja de hecho de la Unión Europea supone residencia para el cónyuge de tres meses a cinco años. Al año siguiente, ya puede pedir la nacionalidad española frente a los diez años que se requieren con carácter general (salvo algunas nacionalidades y refugiados).

En «Faraón» se ha detectado también una modalidad más barata. Los aspirantes a marido o mujer son en este caso latinoamericanos que viven ilegalmente en España. La manera más fácil y rápida de obtener papeles es casándose con un español, de origen o nacionalizado. Al no necesitar intermediarios con Francia pagan entre 7.000 y 10.000 euros o entre 3.000 y 4.000 si aportan ellos la pareja española, ya sea real o conseguida con pago.

Dominicanos y colombianos ya nacionalizados copan los matrimonios de pega de este tipo descubiertos. Son parejas a la carta. «Jairo», alias «El Licenciado», de nacionalidad colombiana -y aún sin detener- está al frente. Para él trabajan marroquíes y dominicanos. Unos se encargan de captar a los casaderos y los testigos; otros presentan los expedientes en los ayuntamientos y llevan a los novios en coche; otros tramitan las solicitudes de residencia a veces con connivencia de abogados españoles.

«Todo es falso en el expediente», explica la subinspectora del Grupo III, instructora de la operación. Detalla como a veces incluyen un certificado del presidente de la comunidad de vecinos fraudulento para justificar que viven en Madrid porque carecen de certificado de empadronamiento.

Promesas incumplidas

«Van donde los requisitos son más laxos. El objetivo es pedir la nacionalidad y además en un tiempo récord», confirma el jefe del Grupo III. Ellos son los artífices de esta operación de macrocifras. Llevan más de dos años rastreando expedientes y tomando el pulso a vidas inventadas. Hay por ejemplo una familia gitana en la que ocho de sus miembros se han casado fraudulentamente, incluido el patriarca, cuya esposa de pega es marroquí.

Las declaraciones de los detenidos apuntan a que los contrayentes cobraron una parte mínima. «Me pagaron 150 euros al lado de un bar de Fuenlabrada y a Iván le dieron 300 euros», señaló Ismael tras ser detenido. Le dieron de alta como autónomo pero acabaron embargándole la cuenta por deuda a la Seguridad Social.

Si se prueba que es un matrimonio de conveniencia con expediente falso se procede a extinguir la tarjeta de residente

Es un trabajo fino. Olfato policial, pilas de papeles para revisar y detectar la falsedad y mano izquierda con los jueces, con los testigos, con los novios ficticios, con los funcionarios. Si se prueba que es un matrimonio de conveniencia con expediente falso se procede a extinguir la tarjeta de residente conseguida de modo fraudulento: 211 han logrado extinguir, es decir, arrebarles la residencia de este modo. Otros 53 han conseguido nacionalizarse, según los datos policiales.

El Grupo ha creado un protocolo con la Delegación del Gobierno en Madrid en las cinco oficinas que tramitan este tipo de documentos. Cuando en esas oficinas sospechan de una pareja, se manda una alerta en el procedimiento administrativo que incluye una cita policial de control. Si los novios no acuden, el expediente se anula y si son valientes y se presentan se encuentran con que los policías han hecho los deberes y comprobado cada papel y circunstancia. Y qué es una pareja sospechosa: el abanico es amplísimo, por ejemplo rumano/china; diferencias de hasta cincuenta años; parejas que lo han intentado tres veces...

«Se aprenden el guion»

Se les somete al «test del amor», dirigido a acreditar la convivencia real. En qué lado de la cama duermes, qué te regaló en tu aniversario, cuál es vuestro último viaje (o el primero juntos), cómo lo conociste... Son algunas de las preguntas. «Variamos e improvisamos porque la mayoría se aprende el guion», cuenta el comisario jefe de la Ucrif de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras Jesús Gómez. Falsedades documentales, organización criminal y favorecimiento de la inmigración clandestina. A esos delitos se enfrentan los miembros de la organización; los novios, a las falsedades.

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