El yihadista Mohamed Hamaduch, «Kokito Castillejos», posa con su hijo, fruto de su unión con la ceutí Assia Ahmed
El yihadista Mohamed Hamaduch, «Kokito Castillejos», posa con su hijo, fruto de su unión con la ceutí Assia Ahmed - abc

Preocupa el ataque yihadista a barcos en el Mediterráneo

«Mancharemos las aguas de ese mar con la sangre cristiana», avisó EI en febrero

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Responsables de la lucha antiterrorista advierten de que los grupos yihadistas, especialmente Estado Islámico que controla una parte de la costa de Libia, podrían atacar embarcaciones que navegan por el Mediterráneo, lo que provocaría una gran alarma y, al mismo tiempo, graves consecuencias para la economía. Repercusiones que afectaría también a España. Los expertos ven más probable, al menos en la actual coyuntura, este tipo de acciones contra embarcaciones, que contra puntos estratégicos de la costa europea.

Los medios consultados por ABC precisan que, de momento, no hay ningún dato objetivo o comunicación interceptada que apunten en ese sentido, pero esa hipótesis se contempla en los análisis exhaustivos llevados a cabo por los Servicios de Inteligencia de varios países, entre ellos Estados Unidos.

Hay indicios que alimentan esta preocupación.

El pasado 15 febrero, Estado Islámico difundió un vídeo en el que mostraban la ejecución de una veintena de cristianos coptos egipcios, en una playa de Libia, con el mar al fondo. Al final de la grabación se puede ver el oleaje del agua ensangrentada tras la ejecución de los cristianos.

Por si hubiera alguna duda, el yihadista que hace de portavoz amenaza con «manchar las aguas de ese mar con la sangre cristiana», puesto que fue el lugar elegido, decía, para «hacer desaparecer» el cuerpo del exlíder de Al Qaida, Osama bin Laden. Los analistas vieron en este mensaje una amenaza y la posibilidad de que la yihad estuviera advirtiendo de una campaña de ataques contra embarcaciones que navegaran por el Mediterráneo. En ese vídeo presumían ante Occidente de que Estado Islámico había avanzado ya hasta la costa de Libia y, por tanto, estaba ya a las puertas de Italia

Hay precedentes: En octubre 2002, el petrolero francés Limburg fue alcanzado por una barcaza cargada de explosivos, cuando se disponía a entrar en el puerto de Ash Shihr, en la provincia de Hadramut, al sureste de Yemen. Un marino desapareció entre las aguas.

Dos años antes, el 12 de octubre de 2000, los terroristas de la yihad perpetraron un atentado contra el buque norteamericano Cole, en el puerto de Aden. Murieron 17 marinos y otros 38 resultaron heridos.

Los medios consultados explican que estos ataques, de producirse, podrían ser contra pesqueros o embarcaciones civiles, ya que, además de ser objetivos más asequibles que los buques de guerra, crearían una mayor alarma social y, además, tendría consecuencias muy negativas para la economía mundial.

Recientemente, por otra parte, los dirigentes de Estado Islámico también amenazaron, en esta ocasión expresamente, con provocar un éxodo masivo de inmigrantes hacia las costas de Europa para, de esta forma, desestabilizar el Mediterráneo. Los Servicios de Inteligencia, entre ellos los de España, trabajan en colaboración para adoptar las medidas con las que hacer frente en el caso de que finalmente los grupos yihadistas extiendan sus atrocidades a aguas del Mediterráneo.

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