El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), en compañía del presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y marido de la ministra Ana Pastor, José Benito Suárez
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), en compañía del presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y marido de la ministra Ana Pastor, José Benito Suárez - efe

El PP buscará máximo consenso para el cambio constitucional

El PSOE tacha de «electoralista» al PP por abrir el debate en torno a la Carta Magna

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La frase de Rajoy «no me niego a hablar de la reforma de la Constitución», pronunciada a la salida de su encuentro en el Palacio de Marivent con el Rey Felipe VI, y teniendo como horizonte la próxima legislatura, ha abierto la puerta a un camino hasta ahora inexplorado por los populares. Sólo algunos «globos» convenientemente aireados, y la oportuna entrevista del ministro de Justicia, Rafael Catalá, apuntando en esta misma dirección, sirvieron de antesala para que Rajoy introdujera este giro en su discurso, para el que distintas voces populares prometen el «máximo consenso».

En el PSOE recogieron prácticamente de inmediato el guante: aunque tacharon la medida de «electoralista», dieron la bienvenida al presidente del Gobierno al que posiblemente vaya a ser el debate político más importante de los próximos años.

Defender y actualizar

El portavoz socialista en el Senado, Óscar López, quiso recordar al presidente Rajoy que la mejor forma de defender la Constitución es promover su actualización. Por eso, pidió al PP que se sumara sin reparos a esta idea. Una iniciativa que, reconoce, «no será fácil», pero está convencido de que «al final habrá clima para ello».

La puerta que abrió Rajoy en Marivent pasaría por una reforma que «no se va a hacer ahora, al final de la legislatura», pero sí «en la próxima», y siempre con el máximo consenso posible, explicó ante la prensa el jefe del Ejecutivo.

Hasta ahora, se han apuntado posibles direcciones de esta modificación: delimitar mejor las competencias del Estado y de las comunidades autónomas, y afrontar los cambios necesarios para que desaparezca la prevalencia de la rama masculina sobre la femenina en la sucesión a la Corona.

Conferencia de presidentes

Esa posibilidad de cambios fue bien acogida por la presidenta del Comité Federal del PSOE y secretaria general del PSOE andaluz, Verónica Pérez: «Queremos dar la bienvenida a Rajoy a este debate, porque nosotros llevamos trabajando tiempo en una propuesta de una Constitución sólida que dé estabilidad a este país», explicó.

Consenso y diálogo entre todas las fuerzas políticas es lo mismo que pidió el presidente de la Generalitat valenciana, el también socialista Ximo Puig, que defendió igualmente la necesidad de reformar la Carta Magna. Como primer paso, reclamó al presidente del Gobierno que convoque de forma urgente la Conferencia de Presidentes Autonómicos, para abordar esta cuestión y otras también trascendentes como la financiación autonómica.

«Electoralismo»

El único reproche que se le lanzó al PP desde las filas del principal partido de la oposición fue el posible carácter electoralista de la medida, apuntada a cuatro meses de unas elecciones generales. Recordó que el PSOE propuso crear una subcomisión parlamentaria para estudiar esta posible modificación el pasado diciembre, sin éxito entre los populares.

Lo que entonces no fue posible, ahora sí parece más cerca de materializarse. Desde el PP andaluz, el portavoz parlamentario popular Carlos Rojas prometía consenso y participación de todos los partidos políticos a la hora de tocar la Ley de leyes.

Capítulo aparte es cuál será el contenido de esta posible reforma: ya Rajoy aclaraba el viernes que bajo ningún concepto se seguirían los «parámetros» del independentismo a la hora de modificar la Carta Magna. Su nueva «cara» como candidato a las catalanas el 27-S, Xavier García Albiol, también se desmarcaba de cualquier posible paso en ese sentido, y reducía las modificaciones a una reflexión de cómo conseguir servicios «más eficaces», sin que suponga en ningún caso pérdida de competencias.

Duran desconfía

No lo ve claro desde Cataluña el líder de Unión Democrática, Josep Antoni Duran y Lleida, preocupado por si lo que se persigue es «racionalizar o recentralizar el Estado de las autonomías». Le sorprende y causa desconfianza que la reacción de Rajoy en este sentido haya tenido lugar «a cuatro días de las elecciones catalanas». Y cree que la solución en el caso de esta autonomía se acercaría más a añadir a la Constitución una disposición adicional que, de una manera u otra, «reconozca la específica identidad de Cataluña», informa Efe.

Será, en cualquier caso, después de las elecciones generales cuando se concrete esta cuestión, que podría quedar refrendada de alguna manera en el programa popular. Rajoy ya apuntó en una dirección sobre sus intenciones: pidió fijarse en el dictamen de la reforma constitucional que en 2006 planteó el Consejo de Estado, bajo la presidencia de Francisco Rubio Llorente. Ahí, dijo, están las claves.

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