El etarra Santi Potros pide su libertad y se niega a declarar por un atentado en Barcelona en 1987

El sanguinario dirigente de ETA Santiago Arróspide, alias «Santi Potros», se ha negado a declarar y ha pedido su libertad en el juicio por un atentado en 1987 en Barcelona, que causó la muerte de un hombre, Juan Fructuoso, que hablaba por teléfono en una cabina. El terrorista está acusado de ser el inductor del atentado como dirigente de ETA en aquel momento. El juicio por este atentado se reanudará el 16 de julio con la declaración de un policía francés que no ha podido acudir hoy y que la Sala considera decisivo.

Los miembros del Comando Barcelona, quienes ejecutaron el atentado al explotar un automóvil cargado 18 kilogramos de amonal y 30 de metralla de tornillos, han declarado hoy en la Audiencia Nacional que no recuerdan quien les ordenó cometerlo.

Domingo Troitiño, el miembro del comando que accionó el detonador, ha expresado que no recuerda quien ordenó la acción «porque en ETA no daban los nombres», pero ha reconocido que les mandaron el material necesario para la acción desde Francia.

Mercedes Ernaga, otra terrorista de aquel comando, ha afirmado que «fue hace tanto que no recuerdo nada» del atentado y que las decisiones las tomaban en conjunto. Los funcionarios que les tomaron declaración después de sus detenciones, en las que los etarras reconocieron a Santi Potros como el dirigente de ETA que les hizo llegar el material para el atentado, han ratificado el contenido que recogieron y han explicado que declararon sin presiones.

Otro terrorista, el arrepentido Rafael Caride Simón, ha negado que se reuniera con algún dirigente en Francia para dar su salto al comando Barcelona, el que cometió la salvaje matanza de Hipercor en 1987. Santi Potros fue condenado como el «cerebro» del atentado, en el que murieron 21 personas, y cumplió 21 años de prisión por ello, ya que la Audiencia Nacional le excarceló antes de tiempo al ignorar una ley.

Caride Simón, uno de los etarras acogidos a la llamada vía Nanclares de Oca, ha relatado que la dirección de ETA les mandaba mensajes a través de notas que llegaban a la casa donde vivían. En ellas, «nos contaban donde teníamos que recoger el coche y el material» para cometer los atentados. A través de esas notas, la cúpula etarra, de la que formaba parte Santi Potros desde 1985, les ordenó atentar contra intereses franceses, la Guardia Civil y la Policía Nacional.

En esta vista oral, también han declarado como peritos funcionarios y policías que han confirmado la implicación de «Santi Potros» en este atentado, según el análisis de la documentación incautada a ETA y al mismo Santiago Arrospide, y el testimonio de miembros de la banda terrorista. «Santi Potros» tomó el mando militar de ETA en 1985 tras la detención de Santiago Lasa Mitxelena Txikierdi.

Por estos hechos, la Fiscalía solicita 94 años de prisión para «Santi Potros», a quien le han comunicado hoy su condena a 17 años de prisión por ordenar el asesinato fallido del que fuera fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba. El terrorista fue detenido el pasado 20 de enero por estas dos causas pendientes, después de que la Audiencia Nacional le excarcelara antes de tiempo al descontarle las penas cumplidas en Francia, aplicando una decisión marco de la Unión Europea, pero obviando la norma española que la adoptaba. El Tribunal Supremo enmendó esta decisión al considerar que la ley española impedía esa acumulación.