La familia Ulayar, limpiando las pintadas proetarras de la fachada de su casa en septiembre de 2013
La familia Ulayar, limpiando las pintadas proetarras de la fachada de su casa en septiembre de 2013
entrevista con salvador ulayar

«Me derrotaron primero cuando mataron a mi padre, pero ahora me han derrotado los míos»

Homenajea a su padre, asesinado por ETA, con el libro «Morir para contarlo»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este fin de semana, Salvador Ulayar irá a visitar a su padre a Echarri Aranaz. Es posible que por la calle se cruce con algún terrorista como Bautista Barandalla, que mató a una vendedora de periódicos. Bautista se encuentra ya en la calle. Salvador tendrá que ver a su padre en el cementerio.

-¿Cómo vivís las víctimas el momento actual?

-Es complicado porque no puedo dejar de acordarme cuando en 2004 estaba plenamente vigente el pacto antiterrorista, ETA estaba prácticamente derrotada en lo operativo, y con sus bases desmotivadas y en huida. Ahora estamos viendo que pasado todo este tiempo tenemos a ETA también derrotada operativamente pero sus bases están tocando poder, metidos en las instituciones y muy crecidas, con excarcelaciones y permisos de presos sin pedirles la más mínima colaboración con la justicia.

Es una situación muy desmoralizante.

-¿Somos conscientes de que alguien de la línea dura de Herri Batasuna como Adolfo Araiz puede ser el próximo presidente del Gobierno de Navarra?

-Existen las posibilidades pero yo no sé si la gente es consciente o no. Tras el proceso de negociación que se llevó en su día, se ha banalizado un poco todo. Además, con todo lo que tenemos encima, el paro, la corrupción… Los que se suponía que eran los buenos, han banalizado todo este asunto con la negociación y además ahora les están saliendo por todos lados casos de corrupción por lo que deslegitimas a los que en 2004 tenían la apuesta y llevaban el país.

-Algunos etarras con delitos de sangre viven en Echarri Aranaz. Cuando veis a esta gente que está en la calle y vosotros tenéis que ir al cementerio, ¿qué sensación os queda?

-No suelo ir en los momentos más álgidos. Pero cuando he ido a un funeral o lo que sea, ver en la puerta de la iglesia al asesino de Mari Cruz Yoldi riéndose cuando era un tipo por el que estuvieron mucho tiempo exigiendo su libertad porque estaba enfermermo… Lo ves ahí tan ji-jí, ja-já… es duro. O ver a los de EH Bildu reivindicando. Se mofan de las víctimas desde el momento en que te jactas de lo que has hecho. Me da la sensación de que no hay una respuesta, no hay liderazgo.

-¿Os acercáis a Echarri con alguna frecuencia?

Salvo que vaya a una cosa concreta, con una persona concreta, querida, que te sientes acogido, no. Para mí Echarri Aranaz es un plato de muy poco gusto porque al final es el pueblo donde mataron a mi padre, por mucho que sea mi pueblo y el de mi familia desde hace siglos. Pero no le tengo ya especial cariño.

-El año pasado volvieron a hacer pintadas en vuestra casa de Echarri, tuvisteis que ir unas personas a limpiarlo. ¿Había algún vecino de Echarri?

-No, es que un vecino de Echarri tiene que echarle valor. Nos juntamos una docena de personas, organizados de víspera. Porque claro, no es la primera vez que pintan. Pero es que hay que dar a conocer que esto está así. Es un acto de genuina política. No es una mera cuestión de que estoy ofendido. Lo que no me da igual es que los nuestros hemos bajado los brazos.

-¿Alguien de Bildu se ha acercado a ti, habéis coincidido en un bar y se ha acercado a saludarte?

-No, para nada. Y espero que no lo haga porque ya me contarás tú para qué. Si lo hace va a ser para vender una mentira. No me agradaría para nada. Al contrario. De mí no se van a valer para blanquearse.

-¿El Ministerio del interior os ha hablado últimamente para ver qué tal estáis?

-Ese tipo de relación con la víctimas en realidad no ha habido nunca. No hay el menor contacto. El poder político está un poco enmierdado en este bajón de moral, de falta de discurso, de falta de potencia. Cuando un partido político o un gobierno utilizan su potencial propagandístico para el bien, de ideologización, de mentalización se ve, de repente todos empujan. Y este adormecimiento es obra de ellos. ¿Qué te puede decir el ministro del interior?

-Después de muchos años de tragar el dolor, te atreviste a sacar el libro.

-En la modestia de mis fuerzas y el apoyo de unos amigos, he hecho lo que tenía que hacer y en ese sentido estoy muy tranquilo. Uno es deudor de su historia, de sus padres y esto es un pobre pago de una deuda que tiene uno con su padre. El libro es un acto de amor.

-Y también es un toque de atención a la sociedad.

Sí, tengo unos juicios muy duros con este gobierno, con el anterior y es una reflexión muy cruda. Porque lo tenían todo al alcance de la mano con el pacto antiterrorista. Pero todo ha volado. Se están riendo en tus narices. Se dice que se ha derrotado a ETA. Pues yo digo que no. A mí me derrotaron cuando mataron a mi padre, pero ahora me han derrotado los míos.

Ver los comentarios