Granados, cinco días «a base de zumo y galletas»

Con la camisa desabrochada, sin afeitar y más delgado. Así captaron los fotógrafos en la madrugada de este viernes a Francisco Granados, uno de los principales implicados en la trama de cobro de comisiones ilegales a cambios de contratos desarticulada en la operación Púnica.

La imagen contrasta con la imagen pública del exconsejero madrileño y también con la que ofreció el pasado lunes, detenido a primera hora de la mañana por la Guardia Civil. En las fotografías posteriores a su arresto, se puede ver a Granados vestido con un jersey y camisa, y con un gesto más sereno que el de esta noche.

Y es que la de ayer fue una jornada larga para Granados. Por la mañana fue trasladado a la Audiencia Nacional, donde una veintena de detenidos prestaron declaración ante el juez Eloy Velasco.

Las diligencias se alargaron todo el día y, a última hora, el ex número dos de Esperanza Aguirre presentó una denuncia por considerar que su detención en la operación Púnica se ha prolongado indebidamente y exigió su inmediata puesta en libertad.

Así que Granados acudió a declarar al juzgado de Majadahonda a medianoche. En torno a la una y media de la madrugada, l a juez de guardia rechazó dejar en libertad al exdirigente madrileño al considerar que la extensión de su privación de libertad decretada por Velasco «es conforme a derecho». A esa hora fue tomada la fotografía que ilustra esta noticia.

La representación legal de Granados tiene previsto acudir al Tribunal Constitucional por la decisión del juez de prorrogar el periodo de detención de 72 horas a través de un mandamiento judicial que dictó el pasado miércoles. Según su defensa, el exdirigente madrileño lleva cinco días «a base de zumo y galletas», pero «está entero».