Íñigo Urkullu, en un acto del PNV
Íñigo Urkullu, en un acto del PNV - EFE

Arranca la campaña vasca con el camino libre para el PNV

Bildu y Podemos empatan a fuerzas y el constitucionalismo se hunde; un 33% indeciso

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El PNV encara la campaña electoral del 25-S con una amplia ventaja respecto a sus rivales. Todas las encuestas sonríen al lendakari en funciones y candidato a la reelección, Iñigo Urkullu, que no parece que vaya a sufrir el bloqueo que reina en la política nacional. El Reglamento del Parlamento vasco impide a la oposición frustrar una mayoría simple como ocurre con la de Mariano Rajoy en el Congreso.

No existe posibilidad de votar «no» al candidato presentado, solo apoyar o abstenerse. Si no hay mayorías absolutas en la primera votación, en la segunda vuelta el que consigue el mayor número de «síes» gana. La Cámara de Vitoria tiene 75 asientos y según la encuesta del CIS de ayer el PNV repetiría victoria con 27-28 escaños y casi un 38% de los apoyos -4 puntos más que en 2012-.

Un resultado espectacular que le acerca a sus máximos históricos, pero que debe consolidarse ya que un tercio de los vascos aún no ha decidido el sentido de su voto.

Podemos, que le ganó la partida al PNV en las dos elecciones generales del último año, con 48.000 votos más, se queda lejos de sus aspiraciones de «sorpasso» en el País Vasco, con 15-16 actas. Su candidata, Pili Zabala, es toda una desconocida para el electorado vasco (un 59,7% no sabe quién es, según el CIS) y su única esperanza es seducir en esta recta final a la gran bolsa de indecisos. Casi 200.000 votantes se lo están pensando entre votar a los de Pablo Iglesias o a otros.

La vieja Batasuna resiste en segundo lugar, con 16 escaños (ahora tiene 21), aunque muy mermada sobre todo en la base de los jóvenes menos ideologizados en el nacionalismo, que optan por la opción antisistema de Podemos, sin la sombra de ETA.

La hipotética suma de esta doble izquierda radical en el País Vasco -difícil, a priori, aunque no imposible- superaría al candidato Urkullu, que necesitaría de los apoyos del PSE, su socio hasta ahora en las diputaciones y capitales de provincia. La suma es insuficiente para gobernar con estabilidad, estarían a 2-3 de la mayoría absoluta.

El CIS certifica el hundimiento de la socialista Idoia Mendia, que cae a la mitad (8 escaños frente a los 16 actuales), igualando al PP. El constitucionalismo queda arrinconado en el Parlamento vasco, donde una gran mayoría de PNV, Bildu y Podemos (27+16+16) está a favor de superar el actual marco estatutario vasco y celebrar una consulta para un nuevo proceso constituyente. Sin embargo, apenas el 38% de los ciudadanos lo apoya; el independentismo vasco está en mínimos.

El PP de Alfonso Alonso retrocede dos escaños (de 10 a 8) aunque aguanta el tipo frente a un proyecto de Ciudadanos que no termina de calar en el País Vasco. El CIS no otorga a Rivera ni el escaño que deja UPyD.

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