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Pedro Sánchez, Manuel Campo Vidal y Mariano Rajoy, este lunes por la noche en el debate electoral - EFE

Las armas «trucadas» de Sánchez contra Rajoy

Rescate, pensiones, recuperación, incluso el derecho a ser madre... Fueron argumentos del socialista contra el candidato del PP, que no siempre supo desmontar

MADRID Actualizado: Guardar
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«Usted ha dicho cuatro mentiras en minuto y medio», advirtió Rajoy en un momento del cara a cara con Pedro Sánchez. Y pasó a desmontarlas una a una. El candidato socialista llegó al debate electoral con un buen arsenal de argumentos perfectamente precocinados contra el presidente del Gobierno y aspirante del PP a la reelección. El problema es que no siempre se ajustaban a la realidad, o dicho de otro manera, la contradecían, como cuando insistió, como un mantra, que España sí había pedido el rescate. Rajoy lo negó y se defendió como pudo, pero no logró cortar de raíz toda la retahíla de medias verdades que Sánchez echó sobre él.

Rescate, sí, o rescate, no. Fue uno de los hilos conductores de Sánchez durante todo el debate.

Acusó a Rajoy de haberlo pedido y de mentir a los ciudadanos, y de salvar a los bancos con un dinero público que no se ha recuperado. En teoría es uno de los puntos fuertes argumentales de Rajoy, pero el presidente no fue contundente para frenar en seco el ataque socialista en este punto.

Efectivamente, hubo un rescate, pero fue financiero. Se trataba de salvar a la banca de una quiebra que hubiera dejado sin protección los depósitos y fondos de inversión de muchos miles de personas. Fue un rescate financiero. «Si hubiéramos dejado quebrar los bancos, quién hubiera pagado los depósitos y los fondos de inversión», se preguntó Rajoy, quien explicó que el dinero se recuperará, como está comprometido.

Otra cosa totalmente distinta es el rescate de España, que no tiene nada que ver con el financiero. Entre otras cosas, si se hubiera pedido el tijeretazo a las pensiones o a los funcionarios hubiera sido monumental, por no hablar de servicios públicos y del Estado del Bienestar. Uno de los grandes méritos del Gobierno de Rajoy fue, precisamente, haber evitado el rescate de España en 2012, cuando el país estaba al borde del precipicio por la gestión del Gobierno socialista anterior. Sánchez jugó a la confusión, a sabiendas de que incluso en el entorno de su partido hubo voces que pidieron a Rajoy el rescate.

Con las pensiones ocurrió algo parecido en el debate. El único Gobierno que ha congelado las pensiones fue el de Zapatero. No solo eso, fue el PSOE quien rompió el Pacto de Toledo y reformó el sistema. Además, alargó la edad de jubilación a los 67 años: ¿Hay un recorte mayor? Pues bien, Sánchez no dudó en utilizar también las pensiones como arma arrojadiza contra Rajoy. El Pacto de Toledo ha muerto definitivamente. Acusó al presidente de vaciar el fondo de las pensiones y de recortarlas. Rajoy lo negó: su Gobierno las ha subido pese a la recesión y la inflación cero o negativa. Y preguntó a Sánchez por qué el PSOE no dotó el Fondo de pensiones en 2009 y 2010, cuando sí se podía.

¿Un pacto educativo?

Otra arma «trucada» de Sánchez: la Educación. En uno de los momentos más surrealistas del debate, el candidato socialista acusó a Rajoy de haber acabado con el pacto educativo con su Ley de Mejora de Educación. ¿Qué pacto educativo? No existe en España, entre otras cosas porque siempre, hasta esta legislatura, ha habido leyes exclusivamente socialistas vigentes y sin pactar. Solo una vez, antes de la ley Wert, el PP aprobó una ley de Educación. Fue con Aznar, pero no entró en vigor porque Zapatero, nada más ganar las elecciones, la derogó por decreto en 48 horas.

Sánchez no dudó en atacar a Rajoy con el «derecho de las mujeres a ser madres». Fue uno de sus resbalones más evidentes. Lanzado a la yugular del candidato popular, le acusó incluso de haber recortado el derecho de las mujeres a ser madres cuando consideren conveniente, lo que dejó pasmado al presidente, quien le pidió explicaciones rápidamente. Sánchez no rectificó ni aclaró nada Y Rajoy se limitó a pedirle que respondiera en qué había recortado él ese derecho de ser madres, pero le faltó contundencia y explicación de lo que se ha hecho realmente con la ley del Aborto, para que las menores no puedan abortar sin consentimiento paterno.

La corrupción y el golpe bajo

En el debate de la corrupción, el arma de Sánchez fue el insulto y la difamación. En un intento por competir con Pablo Iglesias, se echó al barro desde el primero minuto contra Rajoy. No fue un ataque contra el PP, sino contra la persona que tenía delante, al que llegó a acusar de no ser un político decente, pese a no tener ni una sola prueba que así lo indique, y solo apreciaciones personales. Trató de manchar la imagen de Rajoy y relacionarle con la corrupción. Y el candidato del PP le llamó «ruin, mezquino y miserable», en el momento más tenso del debate.

Sobre Cataluña, el candidato del PSOE culpó a Rajoy del aumento de independentistas y de ser el único Gobierno con el que ha habido una declaración de independencia, lo que rompió el pacto tácito que existe, o existía, entre los dos para ir juntos frente al desafío secesionista catalán. Rajoy replicó que no era cierto que hubieran aumentado los independentistas, pero no supo dar una cifra concreta. De hecho, en los últimos sondeos se ha comprobado cómo los que están a favor de la independencia van descendiendo. Además, con el PSOE también hubo un proyecto de corte independentista, el de Juan José Ibarretxe, que se frenó con la ley y la mayoría parlamentaria de la soberanía nacional en la mano, como ahora.

España y el crecimiento económico

En el terreno económico hubo más «armas trucadas» de Pedro Sánchez, quien acusó en numerosas ocasiones a Rajoy de no decir la verdad, cuando él mismo no se ajustaba a ella en muchos de sus argumentos. El aspirante socialista a La Moncloa negó los méritos de la gestión del Gobierno en la recuperación económica de España, que atribuyó «a los vientos favorables». Y ni siquiera aceptó que haya mejorado la situación en el problema del paro. «Más de un milagro económico habría que hablar de misterio digno de Cuarto Milenio», dijo.

Llamó mentiroso a Rajoy por decir que España está a la cabeza del crecimiento de Europa. Es el FMI el que ha situado a España a la cabeza del crecimiento en los países avanzados, por delante de la media de la UE, y en concreto del Reino Unido, Alemania, Italia o Francia, que son los países con los que se compara España. Es cierto que Letonia o Eslovaquia pueden estar por encima, pero no son comparables con los países «grandes» de Europa.

La «carta»de una vecina

La dependencia fue otro de las armas de Sánchez contra Rajoy. Acusó de haber recortado la prestación y sacó a relucir una carta de una vecina de Valladolid que había visto cómo le recortaban el 90 por ciento de la ayuda. «Hay 100.000 dependientes que han muerto sin poder recibir la prestación a la que tenían derecho», aseguró. Rajoy respondió que fue el PSOE el que lo dejó todo «en la ruina», con dos millones menos de cotizantes a la Seguridad Social y una caída de ingresos de 70.000 millones de euros. Afirmó que se han reducido la listas de espera a más de la mitad, el grado de cobertura de dependientes severos es del 87 por ciento y los servicios profesionales han aumentado un 27 por ciento. «Eso es una carta de una vecina y estos son los datos», advirtió.

Otro momento surrealista del debate se produjo ya en la recta final, cuando Sánchez utilizó el voto exterior para atacar a Rajoy. O eso pareció, porque su tono fue de reproche y acusación. Culpó al presidente de la dificultad que existe en el voto exterior, y propuso acabar con el voto rogado fuera de España. Rajoy escuchó con cara de asombro, y le recordó que ese voto exterior se reguló cuando gobernaba Zapatero, y a él corresponde atribuir los problemas que existen.

En política exterior, Sánchez no bajó la intensidad de sus ataques contra Rajoy, a quien culpó de plantear una política europea contraria a los valores de los ciudadanos españoles. A partir de ahí, hizo cuatro acusaciones a Rajoy, y este tomó nota de todas ellas, y luego contraatacó: «Voy a responder a las cuatro mentiras» que acababa de proferir Sánchez.

«Primero: que yo me opuse a aceptar refugiados en España es absolutamente falso. Quienes se opusieron fueron algunos países del Este; segundo: jamás comparé a un terrorista con un refugiado en Siria; tercera mentira: yo no he planteado la salida del Grecia del euro, todo lo contrario; y cuarta mentira: la política de austericidio es la política europea que se introdujo en el artículo 135 de la Constitución, en el que coincidimos el PSOE y el PP. Son cuatro mentiras en un minuto y medio», explicó Rajoy.

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