El 32 por ciento de indecisos dejan una campaña abierta y decisiva

La campaña electoral que ha empezado este viernes será especialmente decisiva para el resultado en las urnas. En estos quince días hasta las elecciones generales del 26 de junio se decidirá uno de cada tres votos que permanecen indecisos, según refleja el barómetro preelectoral del CIS. Un dato que deja por delante dos semanas muy abiertas, en las que todo puede suceder todavía.

De momento, la campaña no podía empezar peor para Pedro Sánchez ni mejor para Pablo Iglesias. La pesadilla más temida del PSOE, quedarse por detrás de Unidos Podemos y dejar de ser el principal referente de la izquierda, lleva camino de hacerse realidad. El barómetro del CIS recoge ese salto en la segunda posición, mientras que el Partido Popular se mantiene en primer lugar, apenas sin moverse en porcentaje de voto y con el riesgo de perder hasta cinco diputados. Ciudadanos sería cuarto, con 38-39 diputados. En este escenario las posibilidades reales de ser presidente del Gobierno después del 26-J son dos: Mariano Rajoy o Pablo Iglesias.

Este barómetro se realizó entre el 4 y 22 de mayo, después de disolverse las Cortes, con casi 17.500 entrevistas. La macroencuesta tiene así varias semanas de desfase, y una respuesta que es clave: el 32,4 por ciento se declara indeciso. La campaña electoral sí importa, como se ve en ese dato, y en estos otros que publicó el CIS después del 20 de diciembre: el 36 por ciento decidió su voto durante la campaña, el 17,6 por ciento en la última semana y el 9,3 por ciento, el mismo día de las elecciones.

Las principales dudas

¿Dónde se mueven las dudas de los indecisos? Hay un 9,4 por ciento que no sabe si votar al PP o al PSOE, y otro 10 por ciento que duda entre hacerlo a los populares o a Ciudadanos. El 8,9 por ciento tampoco tiene claro si votar al PSOE o al partido de Rivera. Es decir, prácticamente un tercio de los indecisos se mueven entre estos tres partidos.

Entre los que dudan, hay otro 12,3 por ciento que se debate entre apoyar al PSOE o a Podemos-IU y sus marcas territoriales. Un 2,8 por ciento duda entre Podemos y Ciudadanos.

La batalla de los restos

En esta «foto fija» del CIS, el PP aparece como partido ganador, pero petrificado en un porcentaje de voto que apenas cambia: si el 20-D se quedó en un 28,7 por ciento, ahora estaría en un 29,2 por ciento. La paradoja es que sube cinco décimas, pero podría perder hasta cinco escaños. El CIS le sitúa en una horquilla de 118 a 121 (123 en diciembre). Detrás de esa posible pérdida de escaños está la alianza de Podemos e Izquierda Unida, ahora en la coalición Unidos Podemos. Al juntar sus fuerzas, y sus votos, rentabilizan mejor los «restos» que tenían por separado en el escrutinio de cada circunscripción.

La gran batalla electoral se está produciendo en la segunda posición. El CIS refleja ya un clarísimo adelantamiento de Unidos Podemos al PSOE: en votos, pero también en escaños. Sin dejar lugar a la interpretación. Es el «sorpasso» temido en Ferraz, y que no es nuevo en el CIS. En enero de 2015, Podemos era segunda fuerza política por detrás del PP, con un 23,9 por ciento frente al 22,2 por ciento del PSOE. Fue la primera y última vez que ocurría esa situación, hasta ahora, con la diferencia de que en este momento se han unido Podemos e IU.

La coalición Unidos Podemos, incluidas las marcas territoriales en Cataluña, Valencia y Galicia, alcanza el 25,6 por ciento en estimación de voto, 4,4 puntos más que el PSOE, que se queda en tercer lugar con un 21,2 por ciento. En las elecciones generales del 20 de diciembre, Podemos, más su marcas autonómicas, más Izquierda Unida sumaron el 24,33 por ciento.

En número de escaños, la coalición que lidera Iglesias, con Garzón como acompañante número cinco por Madrid, pasaría a disponer de 88-92 diputados, frente a los 71 que sumaron el 20-D (69 de Podemos y dos de IU).

Pero Iglesias ya no mira solo al PSOE, al que ha dejado atrás, según el CIS, sino que está observando de cerca al PP, del que solo le separan 3,6 puntos. No descarta en absoluto seguir ganando terreno y espacio al PSOE, para aumentar su grupo parlamentario y lograr su gran objetivo: el sillón de La Moncloa. De ahí su estrategia de lavado de imagen hacia la «socialdemocracia» y su discurso descafeinado.

El futuro de Sánchez

Sánchez se enfrenta a la mayor catástrofe del PSOE en su historia reciente. El 21,2% de estimación de voto se traduciría en 78-80 diputados, frente a los 90 del 20-D, cuando ya registró el peor resultado del PSOE. La caída puede costarle la cabeza a su secretario general, pero en todo caso la elección del próximo presidente del Gobierno podría estar de nuevo en manos de este partido.

La realidad es que este barómetro del CIS presenta dos posibilidades de Gobierno: uno presidido por Mariano Rajoy y otro con Iglesias al frente. En el primer caso, el PP y Ciudadanos podrían sumar entre 156 y 160 diputados, y seguirían necesitando al menos la abstención del PSOE. En la otra opción, Iglesias podría intentar pactar con el PSOE y sumar así entre 166 y 172 diputados. Pero con un matiz: solo le sirve el voto afirmativo de los socialistas, y no la abstención.

El resultado de Ciudadanos en este barómetro del CIS es modesto, ya que después del pacto con el PSOE esta legislatura pasada, no llegaría a los 40 diputados del 20-D, y se quedaría con 38-39, y un 14,6 por ciento de estimación de voto.