De tazas y camisetas a chapas anti-Trump, los artículos promocionales más disparatados de las elecciones de EE.UU.

Comprar productos que publicitan a alguno de los candidatos es hacer una donación a su campaña electoral. Es la razón por la que el republicano Donald Trump, en un solo mes, invirtió 1,8 millones de dólares en «merchandising»

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A las espectaculares apariciones públicas —cuidadas al milímetro— y a los vídeos promocionales al más puro de estilo de Hollywood, se suman cantidades ingentes de productos («merchadising») para publicitar a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos: la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump. Chapas y camisetas con sus nombres; gorras con sus frases más populares; mochilas, tazas y adhesivos para forrar el coche: son el aderezo perfecto para una campaña que comenzó hace más de un año y que se ha convertido en un «show» seguido muy de cerca dentro y fuera del país.

[Sique en directo la jornada electoral en EE.UU.]

La directora de comunicación de la campaña de Hillary Clinton, Jennifer Palmieri, aseguraba en la cadena de televisión americana CBS: «Queremos enganchar al máximo número de gente posible».

Para lograrlo, el «merchandiding» se ha convertido en «una necesidad». Se trata de conseguir dinero para la campaña pero también de «la mejor forma en que la gente puede demostrar a quién apoya, siempre de una manera creativa».

Además, los productos que se venden han cambiado. Con un diseño más cuidado que el que presentaban años atrás, se pretende seguir las últimas tendencias y atraer a los más jóvenes. Es el caso de las camisetas, sudaderas y gorras de «baseball» de la campaña de Clinton. Suintención de alcanzar a los «millenneials», personas nacidas ente 1980 y el año 2000, queda clara cuando utiliza como escaparate redes sociales como Instagram. Con la intención de abarcar los diferentes sectores de la sociedad, también presenta una colección del orgullo LGBT (colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero) y productos con eslóganes feministas, como un cojín que lleva escritas las palabras: «El lugar de una mujer es la Casa Blanca».

La campaña de Trump no se queda atrás con respecto a la de su contrincante. En su página web vende desde pompones de animadora hasta banderas para colocar en el jardín con las que darle la bienvenida a los vecinos. Todo ello, pasando por juegos de cartas o ropa para bebés. Tampoco faltan los artículos dedicados a su contrincante, Hillary Clinton, y al escándalo que protagonizó debido a la filtración de algunos de sus correos electrónicos, una investigación que el FBI ha reabierto y que constituye uno de los mayores quebraderos de cabeza de la candidata demócrata en su lucha por llegar a la Casa Blanca.

Chapas que apoyan la campaña electoral de Donald Trump y van en contra de la de Hillary Clinton
Chapas que apoyan la campaña electoral de Donald Trump y van en contra de la de Hillary Clinton - SHOP.DONALDTRUMP.COM

Aunque, sin duda, el producto estrella de la factoría Trump, es la gorra de que reza una de las frases que ha repetido como un mantra a lo largo de su campaña: «Make America great again» («Hacer a América grande de nuevo»). Una prenda que vale 25 dólares y que, según se cuenta en «The Washington Post», puede agotarse en tan solo dos horas cuando llegan las nuevas existencias a la neoyorquina Torre Trump.

Cuestión de negocios

Cuando compras alguno de estos productos, sea del candidato que sea, estás haciendo una donación a su campaña electoral. El cien por cien de lo que pagas se destina a costearla. Es una práctica que surgió en 2008 con la candidatura del todavía presidente Barack Obama y que se acabó de perfilar en 2012, cuando el mandatario se hizo con la victoria por segunda vez. La directora de marketing de aquella campaña, Meaghan Burdick, declaró que así se consiguieron 40 millones de dólares. Las donaciones privadas ocupan un rol esencial en las campañas políticas estadounidenses: no reciben ayudas públicas. Algunos, como es el caso de Trump, recurren también a su propio bolsillo y financian parte de su campaña. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio, el magnate americano invirtió en ella 18,5 millones de dólares. Más de un millón y medio (1,8) iba destinado a «merchandidisng».

Sin embargo, hay algo que va más allá del dinero o la autopromoción. La venta de este tipo de objetos sirve para crear una base de datos acerca de los consumidores, para conocer quiénes son los votantes. Partiendo de la base de que cada venta es una contribución a la campaña electoral, las tiendas que ofertan estos productos deben rastrear quién compra y cuánto gasta. Algo que ocurre cuando la compra (contribución) supera los 200 dólares. Es importante hacerse con el nombre y el tipo de empleo de estas personas. Información que más tarde pasará a manos de la Comisión Electoral Federal.

Otras campañas

El éxito de ventas no se da solo con los productos oficiales. También han surgido a lo largo de los últimos meses página web pinswontsavetheworld.com. Cada uno de sus artículos son una dura crítica Trump y a su política. Creada por un grupo de creativos y diseñadores que quieren frenar la carrera del candidato republicano hacia la Casa Blanca; venden pins, pegatinas, camisetas, bolsos y posters con originales ilustraciones y van dirigido a un público mayoritariamente joven.

Pin de una campaña en contra del candidato republicano, Donald Trump
Pin de una campaña en contra del candidato republicano, Donald Trump - pinswontsavetheworld.com
Pin de una campaña en contra del candidato republicano, Donald Trump
Pin de una campaña en contra del candidato republicano, Donald Trump
Ver los comentarios