Clinton tendrá que responder por escrito ante el juez por el uso privado de su email

Derrota a medias para Hillary Clinton en uno de los asuntos más peligrosos para su campaña, el uso de un servidor privado de email durante el tiempo que fue secretaria de Estado, en el primer mandato de Barack Obama. Un juez federal admitió que la candidata demócrata declare sobre ese uso irregular. Lo hizo a petición de Judicial Watch, una organización conservadora que busca aclarar si Clinton montó una plataforma informática propia cuando era la jefa de la diplomacia estadounidense para no cumplir con la Ley de Libertad de Información. A nadie escapa que cualquier revelación comprometedora de Clinton sería decisiva a menos de tres meses de las elecciones presidenciales, y con el primer debate entre candidatos, el 26 de septiembre, a la vuelta de la esquina.

Las buenas noticias para la candidata demócrata es que no será un testimonio jurado en persona. El juez federal encargado del caso, Emmet Sullivan, concedió que Clinton respondiera a las preguntas por escrito, sin posibilidad de repreguntas. Sullivan justificó que por la gran cantidad de información pública existente en el caso, Justice Watch no tendría problemas en anticipar las repreguntas.

El juez, sin embargo, sí concedió que declare John Bentel, un ex encargado de informática del Departamento de Estado. Un informe de ese departamento muestra que Bentel dijo a algunos de sus subordinados que no volvieran a preguntar sobre la cuenta privada de email que utilizaba Clinton.

La decisión del juez se produce seis semanas después de que el director del FBI, James Comey, decidiera no recomendar la presentación de cargos contra Clinton, y días después de que la agencia de investigación enviara al congreso la documentación recogida del caso, incluida una entrevista de tres horas y media con Clinton. En esa entrevista, según pudo saber The New York Times esta semana, Clinton aseguró que había sido su predecesor, Colin Powell, quien le recomendó utilizar un servidor privado. Miembros del equipo de Powell dijeron a CNN que el general retirado no guarda «ningún recuerdo» de esa conversación. Las filtraciones de los documentos del FBI y esa entrevista podrían ser un quebradero de cabeza para Clinton de aquí en adelante.