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Clinton y Trump durante el debate - REUTERS

«Ahora estarías en la cárcel» y otros 9 momentos del debate

Nueva York Actualizado: Guardar
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En el segundo debate de los candidatos a presidir Estados Unidos hubo de todo. Hillary Clinton y Donald Trump no ahorraron en acusaciones y expresiones de mutuo desprecio. Recopilamos los nueve grandes momentos del enfrentamiento entre la demócrata y el republicano, que se enfrentarán a todo o nada en las elecciones del próximo 8 de noviembre:

1. Ni la mano. El debate empezó agrio desde el minuto. Los candidatos hicieron su entrada en la moqueta azul del escenario en la Universidad Washington de San Luis y, al contrario que en el primer cara, ni se saludaron ni se dieron la mano. Pareció un momento incómodo para los dos.

2. Escándalo sexual: palabras contra acciones. El escándalo del vídeo de hace once años en el que Trump hablaba de forma obscena de las mujeres dominó la primera parte del debate y sentó el tono duro.

El candidato republicano trató al principio de cambiar de tercio y decir que eso fue «charla de vestuario» y que había cosas más importantes de las que hablar. Pero acabó atacando a Clinton a través de su marido, el ex presidente Bill Clinton. « Lo mío eran palabras, lo suyo eran acciones»; dijo sobre sus supuestos casos de acoso sexual.

3. Amenaza de fiscal especial. Trump fue mucho más duro y consistente en sus ataques a Clinton. Cuando apenas había citado a Bill Clinton y sus escándalos sexuales, embistió por otro flanco débil de la candidata demócrata: el uso de un servidor de email privado cuando era secretaria de Estado. «Si gano, voy a pedir al fiscal general que nombre a un fiscal especial para que mire tu situación, porque nunca ha habido tantas mentiras ni engaños», amenazó.

4. «¡Tres contra uno!». Durante varias fases del debate, Trump optó por una de las estrategias que más gustan a sus incondicionales: la del partidismo de los medios. Acusó a los moderadores, Martha Raddatz y Anderson Cooper, de interrumpirle solo a él y de no cortar a Clinton cuando sus respuestas se alargaban. «¡Muy bien, tres contra uno», dijo en uno de los momentos, refiriéndose a ellos y a Clinton.

5. «Ahora estarías en la cárcel». El candidato republicano estuvo más ágil que Clinton. En alguna ocasión, hasta con gracia. Al final de unos de sus rifirrafes, la demócrata dijo que era «increíblemente bueno» que alguien con el temperamento de Trump no estuviera a cargo de la justicia del país. «Porque ahora estarías en la cárcel«, replicó al instante Trump.

6. Bernie Sanders, presente. El fantasma de Bernie Sanders, el candidato socialista que a punto estuvo de aguarle la nominación demócrata a Hillary Clinton, estuvo muy presente en el debate. Fue otra de las armas de ataque de Trump, que recordó hasta tres veces una frase célebre de las primarias: «Hillary no tiene buen juicio».

7. Ruptura con Mike Pence. Donald Trump es un verso libre quedó ayer más claro que nunca al hablar sobre la estrategia que como presidente tomaría en el conflicto de Siria. Su candidato a vicepresidente, Mike Pence, dijo en recientemente que EE.UU. debería estar preparado para atacar a objetivos militares del presidente Bashar al Assad. Trump le contradijo ayer: «Él y yo no hemos hablado de eso y estoy en desacuerdo», dijo, y defendió que lo que hay que hacer es atacar a Daesh.

8. ¿Quién se debe disculpar? En el fragor de la batalla por el vídeo con contenido obsceno de Trump, Clinton criticó que nunca se disculpara ante los Khan, la familia del capitán del ejército que murió en combate y con la que el magnate tuvo una disputa; ante el juez de origen mexicano Gonzalo Curiel o ante el presidente Barack Obama por la campaña sobre su certificado de nacimiento. Trump respondió que ella debería disculparse por las revelaciones de Wikileaks sobre el apoyo del partido demócrata durante las primarias y por el escándalo de los emails.

9. «Tus amigos se aprovecharon igual que yo». Ante otra de las revelaciones recientes sobre Trump, la posibilidad de que no haya pagado impuestos federales durante décadas, el republicano tenía el golpe preparado. Le preguntó a Clinton por qué no cambió las leyes que le permitían grandes deducciones cuando ella era senadora. «La razón de que no lo hicieras es que todos tus amigos se aprovecharon igual que yo», acusó. «No quisiste cambiarlo porque toda esa gente te da dinero para que puedas poner propaganda negativa contra Donald Trump».

10. Final elegante: «Es una luchadora». La última pregunta del debate tenía trampa: decir algo positivo del contrincante. Clinton dijo que admiraba a los hijos de Trump, pero en realidad se dedicó a hablar de ella misma. Trump contestó después y le permitió cerrar el debate con un gesto de elegancia, poco habitual en él. «Nunca se rinde, es una luchadora», dijo de Clinton.

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