Agricultura

«El mercado sabe apreciar la diferencia entre una nuez española y otra californiana»

Borja Murube dirige el Proyecto de Nueces de Calonge en el Valle del Guadalquivir

Borja Murube durante la entrevista PEPE ORTEGA

INMA LOPERA

En el término municipal de Palma del Río se ubica el Cortijo de Calonge, una de las fincas más reputadas del Valle del Guadalquivi r, que en su día perteneció a la familia Mora-Figueroa y que en 2012 adquirió un inversor americano, quien decidió romper con los cultivos tradicionales de la zona y apostar por el nogal. Para ello, confió la dirección del proyecto a Borja Murube, un sevillano con una larga trayectoria profesional en la banca de Suiza, Inglaterra y Estados Unidos y vinculado con el asesoramiento patrimonial, quien desde 2013 ha recorrido plantaciones de nogal de California, Chile y distintos países de Europa estudiando patrones y variedades para introducirlas en el campo andaluz, convencido de que el cultivo del nogal, pese a sus particularidades agronómicas, «tiene su sitio en España» y que podemos llegar a ser «una referencia europea en la producción de nueces».

¿Cortijo de Calonge es la primera finca dedicada al cultivo del nogal en la Vega del Guadalquivir?

Sí. Existían por la zona nogales plantados en alguna finca experimental de la Junta de Andalucía, pero fincas de nuestra superficie, con aproximadamente 300 hectáreas plantadas, en una misma linde, no creemos que haya en España ni en Europa. Nuestros comparables están en California (Estados Unidos) y en Chile. En 2014 hicimos una primera plantación de 2,5 hectáreas alrededor del cortijo con todo tipo de variedades y patrones, con el objetivo de ver en un año los distintos comportamientos de los árboles. En 2015 ya plantamos las primeras 65 hectáreas, en 2016 sumamos 120 más y este año hemos plantado otras cien. Esperamos tener una primera cosecha pequeña, de unas 50 toneladas, en 2018 aunque ésta no cubrirá todavía los gastos del cultivo. Nuestro objetivo es llegar a 240 toneladas en el año 2019, 530 en 2020 y 820 toneladas en 2021, y seguir incrementando la producción hasta las 1.620 toneladas previstas para el año 2024, esperando mantener esa cosecha durante 20 años más. Aparte, el 5% de la explotación está plantada de pecanos, con unas 20 hectáreas, ya que la gestión, el cultivo y la maquinaria es muy parecida a la del nogal.

¿Por qué se decide apostar por el cultivo del nogal?

Buscamos un cultivo nuevo, en el que se unieran nuestras capacidades y experiencia con la demanda de los mercados. Estudiamos las condiciones agroclimáticas de la zona y nos fijamos en que, curiosamente, muchos cortijos de alrededor tenían algún nogal o pecano plantado hace muchísimos años pero que seguían dando frutos todos los otoños. Así que empezamos a estudiar este cultivo. Vimos que hay variedades modernas que requieren mucho menos cantidad de horas de frío, como las que hemos plantado (Howard y Chandler, en un 60 y 40%, respectivamente); que los marcos de plantación se podían ajustar para tener producciones sobre 4.000 ó 5.000 kilos al año, y que el consumo de agua, con las modernas técnicas de riego, podía asemejarse al del cultivo del maíz. Así que nos fuimos animando. Además, no queríamos tener una semana para vender las cosechas y estar en manos del mercado sin capacidad de maniobra. La nuez y el pecano lo puedes mantener prácticamente un año entero en buenas condiciones, por lo que el tiempo para gestionar la venta es más flexible.

Borja Murube PEPE ORTEGA

¿Qué trabas puede tener este cultivo para los agricultores?

Las necesidades de capital son muy elevadas y no hay retornos hasta los cinco o seis años, por lo que no todos los bolsillos pueden adaptarse a eso. Este es un proyecto con riesgo técnico, pero lo hemos calibrado minuciosamente con estudios particulares de la finca y visitas a explotaciones de Europa, Chile y Estados Unidos. Agronómicamente, no permite descuidarse ni un momento, pues cualquier enfermedad o plaga, no tratada a tiempo, puede matar los árboles y arruinar cualquier inversión. Aparte, el mundo de los seguros no está muy desarrollado por la falta de experiencia de las aseguradoras en nogales y pecanos, y esto tampoco ayuda. Por este motivo, hemos creado la Asociación de Productores de Nueces Españolas, de la que soy vicepresidente, para conseguir una mejor cobertura de los riegos que nos rodean.

¿Qué destino van a tener estas nueces tras la cosecha?

Tenemos registradas las marcas «Nueces de Calonge» y «Nueces del Guadalquivir». El mercado español consume unas 40.000 toneladas de nueces al año, y produce entorno a 10.000 toneladas, por lo que hay margen suficiente para seguir creciendo en este cultivo y poder enfocar una parte de nuestra producción al mercado español. No obstante, el camino lo queremos hacer andando, es decir, que en función de los clientes que se nos acerquen, con unas necesidades y unos compromisos de estabilidad en el tiempo y en los precios, podremos hacer cualquier formato: con cáscara o sin ella, vender a los mercados nacionales o internacionales, con nuestra marca o a granel. Nuestro proyecto es conseguir la mejor nuez nacional, y esperamos tener producción para todos los compradores.

¿Qué ventajas aportan las nueces andaluzas frente a las californianas para competir en los mercados?

El mercado nacional aprecia la diferencia entre una nuez española y otra californiana. De hecho, algunas grandes superficies están lanzando proyectos de nuez española para satisfacer esta demanda. En España secamos de una forma más natural, con menos temperatura, buscando que la humedad la pierda la nuez de forma progresiva. Tampoco utilizamos aguas fuertes ni maduramos la nuez en el árbol de forma artificial. Todo ello tiene una repercusión clara en el sabor, y así está siendo reconocido cada vez más por los consumidores. El aspecto negativo es que la nuez española es algo más cara, por los costes laborales y energéticos en el cultivo, cosecha y procesado por una parte, y por la imposibilidad de utilizar productos para aumentar el número de flores como se hace en California o Chile, los grandes productores mundiales.

El aumento mundial del consumo de frutos secos llevó a Andalucía a un boom del almendro. ¿Hay grandes diferencias con este cultivo?

Cuando estudiamos distintas alternativas en el año 2013 barajamos también la almendra. Hicimos un estudio y las principales diferencias que recuerdo era que la almendra demanda menos agua, que no tenía tantas plagas ni enfermedades y que era mucho más rentable que el nogal. En lo único que ganaba la nuez era en complicaciones y dificultades. Por esta ventaja destacada del almendro, ya se preveía la gran cantidad de hectáreas que se iban a plantar. Pero nuestro adn es distinto, nos gustan las complicaciones y que nos tomaran por locos en su día. Apostamos por un proyecto diferente, que requiere alta cualificación e inversión, dos hándicaps importantes como barrera de entrada a posibles competidores.

¿Tiene futuro el nogal en el campo andaluz?

En el Valle del Guadalquivir hay varias fincas esperando a ver qué resultados tenemos para animarse a plantar nogal. Concretamente, ya hay un vecino que se ha contagiado de nuestro entusiasmo. Nosotros animamos a que den el paso y ofrecemos nuestra ayuda. Nos inclinamos por buscar socios serios que quieran apostar por las nueces para crecer en hectáreas y generar mayor valor añadido. De hecho, estamos teniendo alguna conversación con fondos de inversión que ven en el nogal y en nuestra experiencia un binomio interesante por el que apostar.

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